miércoles, 26 de marzo de 2025

Luz que resplandece en ti y en mí para que otros conozcan a Jesús, la luz verdadera

 En él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en la oscuridad y la oscuridad no ha podido apagarla. 

Juan 1:4-5. NVI.


Lectura: Juan 1:1-13.  Versículos del día: Juan 1:4-5.


MEDITACIÓN DIARIA


El Señor me puso a leer nuevamente el Evangelio de Juan; tal vez, lo he leído muchas veces, pero hoy, me parecía como si nunca lo hubiese leído. Son tan profundos esos primeros versículos que me atraparon y quedé inmersa en ellos. El Verbo, desde el comienzo ya existía, Él lo hizo todo; lo creó todo. En Él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. Luz que resplandece en la oscuridad y nadie ha podido apagarla. Mi buen Jesús, el Verbo, la vida, la luz. “sin él, nada de lo creado llegó a existir” (v. 3). Yo, yo existo porque mi Señor quiso crearme. Mi vida estaba envuelta en su luz y su luz resplandece en la oscuridad. Sí, sí; con razón dice otro pasaje de la Biblia: “¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! (Isaías 60:1). Amén; ¡Gloria al Señor! Sí; mi Señor vino a mí para traerme su luz y para decirme: ¡Levántate, Dora! Resplandece en este mundo lleno de tinieblas; un mundo sin Dios, un mundo lleno de violencia, lleno de temor, lleno de indiferencia. Un mundo, en donde ya el amor no existe. Pero, tú, levántate porque tu luz resplandece en la oscuridad y la oscuridad no puede apagarla.


Mira, este mensaje no solamente es para mí; sin duda alguna, lo es también para ti.


Amado Señor: gracias porque Tú Eres la Luz que brillas en la oscuridad y a la vez, la Luz que permites que otros vengan a Ti. Eres la Luz que ilumina mi ser y me invitas a levantarme y llevar a otros tu Luz. Luz que alumbra el camino así haya tinieblas en él. Mi buen Señor, dame el denuedo, la fortaleza para seguir sin tropezar y poder resplandecer llevando a otros a que conozcan tu Luz. Gracias mi Jesús por tu mensaje lleno de amor y de esperanza. Permite que todo el que lea este devocional, entienda que Eres la Luz verdadera y a quien deben seguir. Gracias por tu Palabra que inspira, que penetra hasta lo más profundo. ¡Te amo mi Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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