Ponme a prueba, Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón.
Lectura:
Salmo 26:1-7. Versículos del día: Salmo
26:2.
MEDITACIÓN
DIARIA
El
rey David siempre buscaba la manera de acercarse al Señor para contarle sus
alegrías y tristezas. Él era muy sincero en sus palabras hacia el Dios del
cielo. ¿Será que nosotros podemos decirle igual que el rey: “Ponme a prueba,
Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón? Creo personalmente
que la sinceridad de David con el Señor fue la que hizo que fuera considerado
como con un corazón conforme al de Dios (1 Samuel 13.14; Hechos 13:22).
Entonces,
nosotros, sus hijos busquemos la manera de adorarlo y alabarlo de tal modo que,
de verdad, nuestro corazón se rinda ante Él. “Vengo ante tu altar, oh Señor,
entonando un cántico de gratitud, y contando de todas tus maravillas” (6b-7 en la lectura). Sí,
sí; adorémoslo, exaltémoslo, démosle toda la gloria y la honra que el Señor
merece. Que al Señor llegue nuestra alabanza y gratitud.
Amado
Señor Jesús: Tú conoces nuestro corazón; venimos ante Ti para ponerlo a prueba
Contigo. Examínanos e interróganos y si hay algo que no esté encauzado hacia Ti
o que lo hayamos olvidado, por favor tráelo a nuestra memoria para que no
exista ningún impedimento al acercarnos ante tu altar. Crea en nosotros buen
Señor un corazón contrito y humillado; pon un espíritu recto dentro de cada uno
de los que estamos aquí. Queremos alabarte Señor y darte toda la honra. ¡Gloria
a Ti Cordero de Dios! ¡Gloria a Ti Señor Jesús! ¡Gloria a Ti raíz de David!
¡Gloria a Ti, León de Judá! ¡Te amamos Señor Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
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