El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera.
1 Timoteo 1:5. NTV.
Lectura:
1 Timoteo 1:1-11. Versículo del día: 1 Timoteo
1:5.
MEDITACIÓN
DIARIA
El
apóstol Pablo le habla a Timoteo, su hijo espiritual; le dice que cuando partió
hacia Macedonia le encargó que en Éfeso, frenara a personas que estaban
enseñando una falsa doctrina. Por eso es claro en decirnos que el propósito de
su instrucción es el amor de verdad, o sea el amor que brota de un corazón
puro, el amor incondicional, el amor a pesar de. Este amor solo se da en los
que tienen la conciencia tranquila y confían sinceramente en Dios. Bien sé que
no es fácil dar ese amor cuando nos ultrajan y maltratan gravemente, pero como
cristianos tenemos que perdonar si nos ofenden. A lo largo de mi vida cristiana
me he podido dar cuenta que la falta de perdón desencadena muchas fallas en
nuestra vida, incluso en el área física, Muchas veces una enfermedad depende
más del resentimiento y odio que se pueda tener que por la enfermedad en sí.
Aparte de eso, el que sufre es el resentido, la otra persona, la ofendida, ni
siquiera lo recordará ya; de ahí que el perdón sea básico para poder seguir
adelante. El perdón y el amor deben de estar ligados en nuestro corazón; esto
nos permite afianzar nuestra confianza en Dios con una conciencia tranquila.
Amado
Señor Jesús: gracias por tu Palabra que toda es verdad; gracias porque día tras
día nos demuestras la importancia del amor para caminar por nuestra vida
cristiana. Bendito Jesús, enséñanos a perdonar del mismo modo que Tú lo hiciste
con nosotros; esa es la mejor muestra de amor que como humanos podemos ofrecer
y más aún a nosotros como cristianos que decimos ser. Permite que nuestro
corazón de un vuelco total y se vuelva sensible al perdón. Gracias, gracias
buen Señor. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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