La seguridad en nuestro Dios

Te tomé de los confines de la tierra, te llamé de los rincones más remotos y te dije: ‘Tú eres mi siervo’. Yo te escogí; no te rechacé. Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia. 

Isaías 41:9-10. NVI.

Lectura: Isaías 41:1-10.  Versículos del día: Isaías 41:9-10.

MEDITACIÓN DIARIA

Quizá hoy amaneciste en uno de esos días en que quieres volar, salir corriendo; un día en el que no te encuentras, estás molesto y en ninguna parte te sientes a gusto; pero mira las promesas que el Señor nos tiene reservadas tanto para ti como para mí y para todos los que algún día le dijimos a Jesús, que fuera Señor y Salvador. Es hermoso saber que el Señor nos escogió; no nos rechazó; por lo tanto, no hay nada que temer ni de qué angustiarnos. Tenemos a un Dios Grande, Poderoso y Misericordioso que nos fortalece y ayuda para sostenernos con su diestra victoriosa. Somos descendientes de Abraham, su amigo y no hay nada ni nadie que nos pueda alejar de su lado. Mira cómo nos refuerza esa convicción la Palabra de Dios; más adelante nos dice: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39 RVR 1960).

Amado Señor Jesús: gracias por amarme tanto. Gracias por escogerme como siervo Tuyo. Gracias por la seguridad que me das de saber que nada ni nadie me separará de tu amor. Gracias bendito Jesús por fortalecerme y sostenerme cuando débil estoy. No soy más que un instrumento en tus manos. Señor, utilízame; llévame a lugares remotos a predicar tu mensaje de salvación. Gracias Señor por ser mi Todo; sin Ti no soy nada. Toda la gloria es para Ti. ¡Te amo Jesús!

Un abrazo y bendiciones.