Amo tu santuario, Señor, el lugar donde habita tu gloriosa presencia.
Salmo 26:8 NTV.
Lectura:
Salmo 26:8-12. Versículo del día: Salmo
26:8
MEDITACIÓN
DIARIA
Haz
que el santuario tuyo, sea tu propio corazón. Esa es la casa, la habitación en
donde reside tu Señor; Es el templo, y qué bien porque cada uno de nosotros
somos templo del Santo Espíritu. Cada uno se transforma en el templo del Señor.
Somos el templo viviente, somos la Iglesia viviente y de ahí que necesitemos la
comunión con los demás hermanos. Si somos la Iglesia viviente debemos cuidar
ese templo que es nuestro cuerpo “¿No
se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu
de Dios vive en ustedes?” (1 Corintios 3:16 NTV). Para Dios, nuestro cuerpo es
sagrado; es el lugar en donde Él habita. Si el Espíritu de Dios vive en ti,
cuida ese templo.
Señor
Jesús: enséñanos a guardar el precioso templo donde mora tu Espíritu Santo. Que
nuestro cuerpo en todo momento esté dispuesto para glorificar Tu Nombre y que
por lo tanto sepamos resguardarlo de todo mal. Señor, nuestro cuerpo es la
primera impresión que damos a los no cristianos; queremos que esté listo y
preparado como si ya, nos fueras a llevar. Que nuestros vestidos estén limpios
y resplandecientes, no solo para recibirte sino en todo momento. Queremos darte
la gloria y honra a Ti bendito Cordero inmolado. Permite que nuestro testimonio
tenga ropas sin manchas ni arrugas: que desde ya sea limpio y resplandeciente.
¡Gracias, muchas gracias mi Señor! ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones..
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