El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar?
Salmo 27:1. NTV.
Lectura:
Salmo 27:1-6. Versículo del día: Salmo
27:1.
MEDITACIÓN
DIARIA
Así
es; tenemos en el Señor nuestra luz, salvación y fortaleza, entonces, no hay
que temer de peligros. “Lo único que le pido al Señor lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor
todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando
dentro de su templo. Pues él me ocultará allí cuando vengan dificultades; me
esconderá en su santuario. Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará”
(vv. 4-5). Tanto amor y cuidado nos hace anhelar estar y convivir con Él,
deleitándonos todos los días, admirando su perfección y dentro de su templo
meditando. Sí el buen Señor nos guardará para que nadie nos haga daño.
Amado
Señor Jesús: enamórame de Ti, de modo tal, que seas Tú lo que más anhelo. Que
me regocije también de tenerte cada día más profundamente dentro de mí corazón.
Gracias, muchas gracias bendito Señor y Redentor mío. Eres mi luz, mi
fortaleza, mi salvación. Gracias porque Contigo soy más que vencedora. Gracias,
gracias, ¡Te adoro bendito Cristo Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario