Les daré un solo corazón y un solo propósito: adorarme para siempre para su propio bien y el bien de todos sus descendientes
Jeremías 32:39. NTV.
Lectura:
Jeremías 32:36-41. Versículo del día:
Jeremías 32:39.
MEDITACIÓN
DIARIA
Miremos
desde atrás las promesas del Señor y tomémoslas igualmente para nosotros, que
somos ahora su pueblo escogido: “Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Les
daré un solo corazón y un solo propósito: adorarme para siempre para su propio
bien y el bien de todos sus descendientes. Y haré un pacto eterno con ellos:
nunca dejaré de hacerles bien. Pondré en el corazón de ellos el deseo de
adorarme, y nunca me dejarán” (vv. 38-40).
El
Señor Jesús permita que ese tiempo de adoración se vea pronto en la Iglesia.
Oremos para que el Señor nos dé tanto un corazón como un propósito dispuesto a
adorarle como es su voluntad. Creo que la adoración es la manera más íntima, en
nuestra relación con el Señor. Lo importante es no dejarlo para después;
empecemos de una vez:
Amado
Señor: venimos ante Ti con corazón contrito y humillado a ofrecerte nuestro
sacrificio de adoración. ¡Te amamos Señor! Te damos infinitas gracias por
habernos rescatado de las garras del enemigo; solamente Tú buen Jesús pagaste y
te inmolaste por esta humanidad caída. Muchas, muchas gracias, bendito Señor y
Dios Nuestro. Eres Tú quien mereces toda nuestra adoración y rendición; Eres Tú
la Rosa de Sharon, el Dios que nos ama y sigues a nuestro lado para llevarnos
de tu mano prodigiosa. ¡Aleluya! Que los cielos, la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay, te adoren y proclamen que ¡Tú Eres el Señor! ¡Eres el Cordero
de Dios! ¡Eres el León de Juda! ¡Eres la raíz de David! ¡Que todos juntos
proclamemos que Tú Eres el Rey de reyes y Señor de señores! ¡Gloria por siempre
a Ti mi buen Jesús! ¡Te adoramos y exaltamos tu Nombre bendito Señor! ¡Gloria,
gloria Aleluya! Que todos lo sepan: hombres, mujeres, niños, adultos que sólo
Tú salvas, que sólo Tú moriste por nuestros pecados y que solamente Tú Eres el
camino a Dios Padre. ¡Gloria, gloria Aleluya a Jesús nuestro bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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