viernes, 21 de febrero de 2025

Pero nadie sabe del día ni la hora

 No se dejen perturbar ni se alarmen tan fácilmente por los que dicen que el día del Señor ya ha comenzado. No les crean, ni siquiera si afirman haber tenido una visión espiritual, una revelación o haber recibido una carta supuestamente de nosotros. No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquel que trae destrucción. 

2 Tesalonicenses 2:2-3. NTV-


Lectura: 2 Tesalonicenses 2:1-12.  Versículos del día: 2 Tesalonicenses 2:2-3.


MEDITACIÓN DIARIA


El apóstol Pablo muy proféticamente nos habla sobre las especulaciones que se levantarán en los tiempos finales. Por eso nos dice que no nos asustemos ni nos dejemos engañar, porque primero se da a conocer el hombre de maldad, que es el anticristo. Yo soy muy dada a escuchar a diferentes predicadores y cuando abro mi teléfono tengo cantidad de videos donde los unos y los otros pululan hablando del regreso del Señor y del comienzo de la tribulación. Para que el Señor regrese, primero tiene que aparecer el anticristo quien viene a convencer y engañar a los que no tienen al Señor Jesús en sus vidas. Bueno, yo personalmente leyendo y analizando este pasaje, me declaro pretribulacionista. Creo que el pueblo del Señor será arrebatado antes de la gran tribulación. “Bien saben ustedes qué es lo que detiene al hombre malvado, para que no aparezca antes de tiempo. Porque su plan secreto de maldad ya está en marcha; sólo falta que se quite de en medio lo que detiene a ese hombre” (2 Tesalonicenses, 2:6-7. TLA). Estoy con el convencimiento que lo que detiene a ese hombre de maldad, es la Iglesia; por tanto, considero que cuando la Iglesia del Señor sea arrebatada, el anticristo comenzará su obra destructora en la tierra.


Como dije anteriormente, ese es mi criterio. Por favor, tú puedes y debes indagar por tu propia cuenta pidiéndole al Espíritu Santo, te revele lo concerniente con el arrebatamiento.


Amado Señor Jesús: lo único que sé a ciencia cierta es que debo de estar lista, porque Tú mismo dijiste que nadie sabe del día ni la hora. Permite buen Señor que cuando Tú vengas estemos haciendo tu voluntad. Por esto mismo, te ruego que pongas en mi corazón y en los que siguen este devocional, el deseo de compartir tu mensaje de salvación y llevar a muchos a tus pies. Te doy gracias por los que vendrán a completar tu redil y oro porque ellos entiendan que Tú puedes regresar en cualquier momento. Mi Señor, qué más quisiera yo, que ya fuera ese día; sin embargo, mi corazón de conmueve por tantos familiares, amigos y conocidos que no te conocen y otros que ni siquiera lo desean.  Ablanda sus corazones Señor. Gracias, muchas gracias, bendito Señor Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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