Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar.
Juan 14:27. TLA.
Lectura:
Juan 14:27-31. Versículo del día: Juan
14:27.
MEDITACIÓN
DIARIA
Nuestro
Señor Jesús, antes de su pasión y muerte, dejó este mensaje sobre su paz; no
solamente fue para sus discípulos sino para todos los que vendrían detrás de
ellos, y ahí estamos incluidos tanto tú como yo. No se preocupen ni tengan
miedo; otras versiones dicen: no se angustien; no se turbe vuestro corazón; no
tengan miedo; no se acobarden. En fin, todas las expresiones van a lo mismo y
lo que el Señor quería dejarnos claro es que su paz sobrepasa todo entendimiento,
porque no es la misma paz que ofrece el mundo, es la paz que viene a nosotros
como fruto del Espíritu Santo; por eso no la podemos comparar como la que
normalmente se da. ¿Has podido experimentar esa paz? Si no conoces al Señor, te
invito a orarle pidiendo que su paz venga de manera sobrenatural a tu vida.
Amado
Señor Jesús: Hoy Señor, decido recibirte a Ti en mi corazón para que pueda
desde ya, experimentar ese hermoso regalo de tu paz. Gracias, muchas gracias,
Señor Jesús por venir a mi vida y traerme consigo tu bendita paz. Gracias
porque ahora puedo acercarme a Ti con entera confianza y decirte que necesito
la paz Tuya, la paz que me regalas y que sobrepasa mi entendimiento. Sé que esa
tu paz, me cuidará en tiempos de angustia y aflicción. Gracias porque las preocupaciones
diarias no pueden dejarme huella, puesto que mi corazón y pensamiento están
resguardados con la paz que viene de lo alto y trasciende sobre la paz que
ofrece el mundo.
Un abrazo y bendiciones.
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