No te inquietes a causa de los malvados ni tengas envidia de los que hacen lo malo. Pues como la hierba, pronto se desvanecen; como las flores de primavera, pronto se marchitan.
Salmo 37:1-2. NTV.
Lectura:
Salmo 37:1-9. Versículos del día: Salmo
37:1-2.
MEDITACIÓN
DIARIA
Miremos
lo que nos dice el Señor a través de este Salmo: en lo más mínimo debemos
preocuparnos porque veamos que al malvado le salen bien las cosas, es el Señor
quien tratará con él y en el momento menos pensado, lo veremos caer. En vez de
esto tomemos para nosotros lo que sigue: “Confía en el Señor y haz el bien; entonces
vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el Señor, y él te
concederá los deseos de tu corazón. Entrega al Señor todo lo que haces; confía
en él, y él te ayudará ( vv. 3-5 en la lectura). Si en vez de preocuparnos por
lo que hace el malvado, nos dedicamos a hacer lo que nos corresponde como
cristianos (confianza, deleite, entrega) tendremos grandes promesas (viviremos
seguros y prosperando; los deseos del corazón serán concedidos y el Señor nos ayudará).
Además de eso habrá rectitud y justicia que brillarán.
Lo
triste es que no vemos que es siempre el malvado quien actúa mal; dentro de los
mismos de las Iglesias hay envidias, celos, intrigas, discriminación, pero bueno,
lo mejor es actuar como nos lo dice el siguiente versículo: “Quédate quieto en
la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe” (v. 7). Muy buen
mandato para tenerlo en cuenta y obedecerlo. Ante situaciones difíciles, lo
mejor es quedarnos quietos, que es el Señor quien actúa.
Señor
Jesús: gracias porque cuando tenemos una carga por x o y motivo, Tú vienes a
traernos paz y confianza en Ti. Enséñanos a deleitarnos en tu Presencia, a
confiar plenamente y a dejar sobre tus hombros esas cargas. Gracias Señor
porque Tú recompensas a los que te buscan con sinceridad. Gracias, gracias
bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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