Yo soy Dios, tu creador; yo te formé desde antes que nacieras, y vengo en tu ayuda. -No tengas miedo, querido pueblo mío, tú eres mi fiel servidor, tú eres mi elegido-.
Isaías 44:2. TLA.
Lectura:
Isaías 44:1-8. Versículo del día: Isaías
44:2.
MEDITACIÓN
DIARIA
Esta
profecía es para el pueblo de Israel, que ahora es su Iglesia y tú eres parte
de ella. No sé qué situación puedas estar pasando; así que donde dice Israel,
pon tu nombre porque es para ti. “Yo haré que corra agua en el desierto y que
broten arroyos en tierras secas. A tus descendientes les daré vida nueva y les
enviaré mi bendición. Ellos crecerán como hierba bien regada, como árboles a la
orilla del río” (vv. 3-4 en la lectura). La lectura es un mensaje de esperanza
y confianza en la fidelidad de Dios hacia su pueblo (tú). Él, tu único creador
y quien cumple lo que promete, porque recordemos que no es un Dios mentiroso ni
hijo de hombre para que se arrepienta. Dios te eligió y formó, aún desde antes
de tu nacimiento (Salmo 139); te promete dirección y guía, especialmente en los
momentos más difíciles. Simplemente, ¡qué hermoso es nuestro buen Señor!
Sí,
amado mío; Eres Tú la fuente que riegas mi alma sedienta. Eres Tú, mi bendito
Creador que ni mientes ni te arrepientes del amor que me has ofrecido. Aun en
momentos de angustia, me dices: no temas, -Yo estoy contigo, eres especial para
mí-. Mi Señor y mi Dios ¿qué puedo yo articular ante tanto amor? No tengo
palabras para agradecerte tanto bien derramado sobre mí. Gracias, gracias mi
bendito Señor, Dios y Rey, por siempre te amaré mi Jesús. Te daré todo honor y
gloria porque Eres el Único que la mereces. ¡Te amo más que a mi vida, mucho
más!
Un abrazo y bendiciones.
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