Así dice el Señor, el Dios de Israel: Díganle al rey de Judá que los mandó a consultarme: El ejército del faraón, que salió para apoyarlos, se volverá a Egipto. Los babilonios regresarán para atacar esta ciudad; la capturarán y la incendiarán.
Jeremías 37:7-8. NVI.
Lectura:
Jeremías 37:1-16. Versículos del día:
Jeremías 37:7-8.
MEDITACIÓN
DIARIA
Ni
el rey de Judá que era Sedequías, ni sus siervos, ni la gente de Judá hicieron
caso a lo profetizado por Jeremías. Sin embargo, el rey mandó a decirle al
profeta Jeremías: “Ora por nosotros al Señor nuestro Dios” (v. 3 en la lectura).
Pero el Señor les habló muy claro advirtiéndoles que los babilonios regresarían
para atacar la ciudad, la capturarían y la incendiarían. Ellos no creyeron y lo
que sucedió fue que golpearon al profeta y lo encerraron en una cárcel (vv. 11-16).
El profeta Jeremías sigue siendo fiel a pesar de ser rechazado vez tras vez. Cuando
el Señor nos habla debemos de ser sumisos a su voz y acatar sus mandatos. Aprendamos
de esta Palabra el ejemplo de la fidelidad de Jeremías y tomémosla para nuestro
país.
Este
pasaje de la Biblia nos enseña que, a pesar de la adversidad, debemos seguir siendo fieles
al Señor y salir a proclamar su mensaje de salvación. Hay también en estos
tiempos una necesidad al arrepentimiento y a la conversión. No nos detengamos;
la Palabra de Dios sigue teniendo impacto, así nuestro país esté en conflicto y
desobediencia como sucedía en los tiempos de Jeremías. Ayer fue el día de
nuestra Independencia. Elevemos una oración al Dios Soberano por nuestra nación;
que todos puedan oír ‘las palabras del que murió en la cruz’.
Amado
Señor Jesús: hoy venimos ante Ti, a rogarte y clamarte por nuestro pueblo
colombiano. Bien sabemos Señor que esta nación va en desobediencia con mucho
conflicto interno, odios y rencillas; Oramos porque tu mensaje de salvación sea
proclamado a diestra y siniestra. Haz que esta tierra voltee los ojos hacia Ti con
arrepentimiento y se convierta de sus malos caminos. Que ningún lugar de Colombia,
ni ningún rincón, se quede sin entender las palabras Tuyas de redención y
perdón. Gracias, gracias bendito Señor Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
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