Dile a todo el pueblo de la tierra y también a los sacerdotes: Cuando ustedes ayunaban y se lamentaban en los meses quinto y séptimo de los últimos setenta años, ¿realmente ayunaban por mí? Y cuando comen y beben, ¿acaso no lo hacen para sí mismos?
Zacarías 7:5-6. NVI.
Lectura: Zacarías 7:1-7. Versículo del día: Zacarías 7:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
No solamente aquí nos
habla del ayuno, también nos lo dice en Isaías: “¿No es más bien el ayuno que yo
escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y
dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas
tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando
veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?” (Isaías 58:6-7 RVR
1960). Entonces, pongamos atención a la manera como estamos ayunando y sigamos la
Palabra de Dios.
Amado Señor: gracias
te damos por hacernos entender que el verdadero ayuno no es para enaltecernos
personalmente sin tenerte en cuenta para nada. Gracias bendito Señor por enseñarnos
que en vez de procurar arrepentirnos y acercarnos a Ti con corazón sincero, se buscan
placeres mundanos. Señor, necesitamos urgentemente cambiar de actitud y verte a
Ti como al Dios Todopoderoso y Soberano que Eres. Tú mereces todo el
reconocimiento porque Eres el Único Dios para exaltar. Toda la gloria y honra
son Tuyas. Seguir tu Palabra es seguirte
a Ti. ¡Bendito Señor y Dios nuestro, ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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