Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?Mateo 18:21b.
Lectura: Mateo
18:21-35. Versículo del día: Mateo
18:21b.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor le responde a
Pedro diciéndole que no siete veces, sino setenta y siete veces dice la Nueva
Versión Internacional. En otras versiones está setenta veces siete. El caso es
que el Señor lo que quería dejar bien claro es que hay que perdonar, perdonar y
perdonar así la ofensa haya sido enorme. Por eso nos muestra la parábola del
siervo despiadado a quien su señor le perdonó una deuda muy grande y sin
embargo, éste al recobrar su libertad se encontró a la salida con un deudor
suyo y por una deuda menor lo hizo meter a la cárcel.
¿Cómo pretendemos que
Dios nos perdone si nosotros no lo hacemos?
Es que hasta en la oración que el mismo Señor Jesús nos enseñó dice
exactamente lo mismo: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos
perdonado a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Comúnmente se recita el ‘Padre
nuestro’, pero fijémonos que poco o nada cumplimos lo dicho. Por otro lado, personalmente
considero que hay que tener la certeza de haber perdonado, porque puede suceder
que simplemente haya quedado en el olvido y en un tiempo lejano vuelva a la
memoria esa transgresión y la persona se dé cuenta de que todavía le causa
heridas su recuerdo. Esto quiero decir que no ha existido perdón sincero y por
consiguiente su corazón no ha sido sanado.
¿Cuánto más tendremos
que perdonar? Posiblemente es la pregunta que nos hacemos; incluso unos
consideran que eso solamente lo hace Dios porque es Dios, pero que en nosotros
es difícil. Si lo tomamos como el mandamiento dado por el Señor, aprendemos a
obedecerlo sin ponerle tantas trabas ni objeciones. El perdón se convierte en
una decisión que es importante tomarla cuanto antes.
Amado Señor: Queremos
ser obedientes y perdonar como Tú mismo nos lo enseñaste en la cruz del
Calvario. Enséñanos a amar a nuestros enemigos y tener el carácter de saberlos
perdonar cuando ellos nos han injuriado y maltratado. ¡Gracias bendito Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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