Tras el orgullo viene la destrucción; tras la altanería viene el fracaso.
Proverbios 16:18. NVI.
Lectura:
Proverbios 16:1-33. Versículo del día:
Proverbios 16:18.
MEDITACIÓN
DIARIA
Son
muchos los casos que se ven, en donde el orgullo deja una huella de dolor, de
destrucción y de fracaso. Cuando ya las palabras salen de la boca con ironía,
no hay marcha atrás. “El violento engaña a su prójimo” (v. 16). La violencia y
el orgullo van de la mano. Por eso también vemos en la lectura de hoy: “Vale
más tener un espíritu humilde con los oprimidos que compartir el pan con los
orgullosos” (v. 19).
El
Señor nos enseña a ser mansos y humildes de corazón. Por eso es el momento de
decidirnos: ¿buscamos la humildad o seguimos el camino de los orgullosos?
Amado Señor Jesús: venimos ante Ti a pedirte perdón
por las situaciones que en ocasiones sale a relucir nuestro orgullo. Te rogamos
buen Señor sigas Tú haciendo una barrida total de limpieza en los corazones. Tú
nos enseñaste humildad cuando te entregaste por nosotros; de ese mismo modo
también queremos proseguir. Danos un corazón apacible, humilde y perdonador,
donde siempre prime el amor por encima de cualquier otra virtud. Gracias porque
Tú buscas discípulos que sean sabios y aprendan a controlar sus labios. Gracias
porque deseamos ser ejemplo para los que no te conocen y necesitamos prudencia,
inteligencia y humildad para llevar el mensaje de salvación. ¡Te amamos buen
Señor y Dios nuestro!
Un abrazo y bendiciones.
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