Es más, ustedes ya muestran amor por todos los creyentes en toda Macedonia. Aun así, amados hermanos, les rogamos que los amen todavía más.
1 Tesalonicenses 4:10. NTV.
Lectura: 1 Tesalonicenses 4:1-12. Versículo del día: 1 Tesalonicenses 4:10.
MEDITACIÓN DIARIA
En la reunión de damas de mi Iglesia, el Señor habló a
mi corazón. Esta semana estuve pensando cómo sería mi actuación cuando me
sintiera agredida en alguna de las áreas de mi vida, o mejor, en las que más me
pudieran tocar profundamente. Y esto no porque no lo haya vivido en alguna
época, sino porque considero ahora cosas más profundas que podrían ocurrir y
destrozarían mi corazón. Pero cavilando sobre el tema, el Espíritu Santo me
enseñó tan claramente, que anoche me mostró lo siguiente: “Finalmente, amados
hermanos, les rogamos en el nombre del Señor Jesús que vivan de una manera que
le agrada a Dios, tal como les enseñamos. Ustedes ya viven de esta manera, y
los animamos a que lo sigan haciendo aún más” (v. 4:1). Dios quiere que a pesar
de lo que nos hagan, debemos no solamente seguir haciéndolo, sino amarlos mucho más. ¿No es fácil verdad? Pero
definitivamente yo digo: el Señor quiere formar su carácter en mí y por lo
tanto tengo que menguar para que El que hace la obra la pueda completar. El
Señor Jesús ya la empezó y si deseo que la termine, poco a poco va
transformando ese molde de barro que soy, hasta dejarlo como bien le parezca.
Sigue diciendo Pablo: “Pero no hace falta que les escribamos sobre la
importancia de amarse mutuamente, pues Dios mismo les ha enseñado a amarse unos
a otros” (v. 9).
El Señor resumió la ley en dos grandes mandamientos.
Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a nosotros mismos. Lo
importante aquí es el amor. El amor vence, el amor rompe murallas, el amor es
sufrido. “El amor no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor”; “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser (1 Corintios 13:5: 7-8). El Señor nos instruye a amar
de la misma manera que Él nos amó. ¡Wow!
Nos queda empezar a dar amor como lo hizo el Señor: a pesar de…
Señor Jesús: muchas gracias por tu Palabra; por
enseñarnos, corregirnos y permitirnos verla y entenderla de tal modo que
podamos poner en práctica el amor al prójimo a pesar de las ofensas y agravios
recibidos. Gracias bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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