Las naciones temerán el nombre del Señor; todos los reyes de la tierra reconocerán su majestad. Salmo 102:15.
Lectura: Salmo 102:12-22. Versículo del día: Salmo 102:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Al observar todo lo que
acontece alrededor del mundo y ver la maldad del hombre cada día más extendida,
muchas veces nos atemorizamos y llegamos a preguntar, ¿hasta dónde más envolverá
el pecado a la humanidad, o qué otras cosas peores tendrán que ver nuestras
generaciones futuras? Creo que si somos cristianos, en vez de asustarnos con estos
acontecimientos debemos regocijarnos porque el día puede estar más cerca de lo
que imaginamos. No olvidemos que la Biblia dice sobre la venida del Señor que
será como en los tiempos de Noé y de Lot: comían, bebían y se casaban hasta que
llegó el diluvio en el caso de Noé; y en el de Lot, llovió del cielo fuego y
azufre y los destruyó a todos (Lucas 17:26-29). Las noticias actuales podemos
compararlas con lo que nos dice el apóstol Pablo. Vale la pena leer Romanos
1:18-32. Veamos: “Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad
obstruyen la verdad” (Romanos 1:18). Porque los hombres se extraviaron en sus
razonamientos y se volvieron necios. Cambiaron la gloria del Dios inmortal por
imágenes del hombre mortal; cambiaron la verdad de Dios por la mentira. El hombre
y la mujer se lanzaron hacia el homosexualismo; se llenaron de maldad,
perversidad, avaricia y depravación. Repletos de envidia, homicidios,
disensiones, engaños y malicia. Soberbios, arrogantes, rebeldes contra los
padres. Y no solamente practican todas estas cosas sino que aprueban a quienes
las practican.
Sí vemos un panorama
desolador con la humanidad caída; pero llegará el día en que todas las naciones
temerán el nombre del Señor y sus dignatarios reconocerán su majestad. Los
pueblos se postrarán, adorarán y confesarán que Jesús es el Señor. “Tan cierto
como que yo vivo —dice el Señor—, ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua
confesará a Dios” (Romanos 14:11); “Ellos dirán de mí: “Solo en el Señor están
la justicia y el poder. Todos los que contra él se enfurecieron ante él
comparecerán y quedarán avergonzados” (Isaías 45:24). No hay vuelta de hoja;
escrito está. ¡Gloria a Dios por aquel día que vendrá!
Amado Señor: Te damos
gracias porque tu Palabra nos advierte sobre todo lo que vemos alrededor para
que como cristianos no temamos sino que nos gocemos sabiendo que el día se
acerca. Gracias porque todos, absolutamente todos sin importar distingos de
clase, raza, lengua, religión o edad temeremos tu Nombre y reconoceremos tu
majestad como el gran Rey de reyes. ¡Gloria por siempre a Ti Gran Rey y Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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