lunes, 11 de marzo de 2013

Y aun seremos mucho más asombrados




Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confían. 
Isaías 64:4.


Lectura: Isaías 64:1-12. Versículo del día: Isaías 64:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Nuestro Dios es un Dios misericordioso como no existe otro igual. Él es el inagotable e incansable que aboga por nosotros; nuestro médico de cabecera, consejero y amigo inigualable. Y como si fuera poco todo esto, es nuestro Salvador y Redentor.  Jamás está ocupado; siempre está disponible para escucharnos y bajar su cabeza hacia nosotros y hacer realidad todo anhelo, deseo, propósito o necesidad.
Su pueblo, el escogido Israel, de la mano de Moisés y Aarón confió en su poder y vieron proezas en su favor. Ahora nosotros somos los suyos y de igual modo se nos presenta. Es que inclusive el mundo, los que no creen en Él, verán su poder y gloria y tendrán que reconocer su mano divina: “La humanidad entera sentirá temor: proclamará las proezas de Dios y meditará en sus obras” (Salmo 64:10).
Y aún hay muchísimo más para nosotros que tenemos la mente de Cristo.  Si confiamos en el Señor, si aprendemos a esperar, seremos asombrados. Lo que Dios nos tiene preparado va más allá de nuestra imaginación. Dios nos lo irá revelando a través de su Santo Espíritu (1 Corintios 2:10).

Amado Dios: Nadie puede escudriñar tu mente; pero gracias Señor por tenernos contigo y saber que todavía quedan innumerables prodigios que nos dejarán maravillados.  Gracias porque será tu Santo Espíritu quien nos los irá dando a conocer, no solamente para que seamos quienes te exaltemos y honremos, sino también para que los del mundo vean tu gloria y admiren tu poder.

Un abrazo y bendiciones. 

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