No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.Nehemías 8:10c.
Lectura diaria: Nehemías
8:1-12. Versículo principal: Nehemías
8:10c.
REFLEXIÓN
Cuando afloran los problemas se
nos olvida en quien hemos creído. Dice Proverbios
24:10 “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza”. No podemos dejar que el desánimo o la
frustración nos depriman y entristezcan porque el Señor nos manda a estar
siempre gozosos (Filipenses 4:4).
Ni los problemas del presente, ni
el temor al porvenir, pueden hacer mella en nuestro corazón. La Biblia dice que lo se teme eso
llegará. Si una persona vive pensando
que al salir a la calle la van a atracar o robar, muy probablemente eso le
sucederá. Somos llamados a disfrutar y
sacarle gusto a todo cuanto se nos presente: “Has amado la justicia, y odiado
la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con aceite de alegría” (Hebreos
1:9a). Hay que aprender a disfrutar lo
que tenemos alrededor en medio de la adversidad. Sobre el particular, me sucedió algo que para
mi es sobrenatural: en la clínica cuando recientemente me encontraba en
cuidados intensivos, a pesar de estar donde estaba y que nunca había pasado por
una situación de esas, sentía en esa habitación una paz extraordinaria, algo
que incluso ahora no puedo descifrar; además la habitación tenía un ventanal
donde podía admirar un pequeño bosque y percibir el ruido del viento sobre las
hojas de los árboles, acompañado del vuelo de mariposas fugaces y de colibríes buscando
el néctar de las flores. Esto era más de
lo que yo podía esperar y ahí aprendí que pese a las dificultades por las que me
encontraba, el Señor estaba conmigo acompañándome y deleitándome con su gracia. Definitivamente, esto no pudo ser sino la
mano de Dios conmigo, consintiéndome y velando por mí.
Hoy que estoy aquí en mi llano, en
la finca de mi prima, ¡cuánto disfruto viéndolo! Solo le pido al Señor que me traiga pronto a
estos lares ya que aquí he tomado nuevas fuerzas y siento que es lo mío. No hay por qué estar triste, ya estoy bastante
recuperada y con la ayuda del Señor todo saldrá bien. Él es quien me dice: “¡Tranquila, no estés
triste, que este es un día santo!” (v. 9c en la lectura, apropiándomelo). ¡Este es el día que hizo el Señor para
mí! Día de alegría y de gozo. ¡Aleluya!
Gracias Señor por enseñarme a
verte en cada instante de mi vida.
Permite que también pueda transmitir ese gozo a todos aquellos que están
en dificultades y necesitan una dosis de tu amor lleno de alegría y esperanza
para sus vidas.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario