Humíllense, pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo.1 Pedro 5:6.
Lectura diaria: 1 Pedro
5:1-7. Versículo principal: 1 Pedro 5:6.
REFLEXIÓN
Dios tiene su manera de tratarnos
y disciplinarnos. Muchas veces no lo
entendemos, pero Él sí. Podemos
fácilmente pasar de la opulencia a la insolvencia y ni siquiera entendemos el
porqué. En estos casos queremos muy
seguramente enfrentarnos con Dios, alegar con Él o echarle la culpa al que
primero se nos presente pero con esta actitud nada sacamos. Lo mejor es reconocer en Dios su poderío y
soberanía sabiendo que estamos en sus manos y que sus decisiones son inalterables.
El Señor quiere que lleguemos a
su presencia sin una gota de orgullo reconociendo nuestras faltas y debilidades
y echando sobre sus hombros toda ansiedad porque Él sabe cuidar perfectamente
de nosotros (v. 7). Si aprendemos a
agachar la cabeza ante Dios, podemos estar preparados para levantarla firmemente
ante los hombres. “Dios se opone a los
orgullosos, pero da gracia a los humildes” (v. 5c).
Amado Señor: Te pedimos que nos
revistas de tu humildad, para alcanzar la gracia que necesitamos diariamente al
enfrentarnos a los nuestros.
Un abrazo y bendiciones.
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