miércoles, 20 de junio de 2012

Para alcanzar la estatura de Cristo

De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.  
 Efesios 4:13.

Lectura diaria: Efesios 4:1-32.  Versículo principal: Efesios 4:13.

REFLEXIÓN

Teniendo en cuenta que fue el mismo Señor quien constituyó apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros para permitirnos una adecuada capacitación (vv. 11-12); es nuestro deber orar por todos aquellos que de una u otra manera nos han dirigido, enseñado y guiado en su Palabra.
Dice que “todos llegaremos a la unidad de la fe”; precisamente para que no seamos presa de quienes actúan incorrectamente enseñando lo contrario, utilizando la astucia y artificios llenos de artimañas engañosas (v. 14).  No podemos desconocer que somos parte de un cuerpo (iglesia) y que al conocer la verdad que es Cristo Jesús porque: “nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el santo de Dios” (Juan 6:69), entramos a formar parte de ese cuerpo, y cada día vamos creciendo teniéndolo a Él como la cabeza que es, para que todo el cuerpo se sostenga y edifique en amor.
Por todo esto el apóstol nos hace un llamado a no seguir viviendo frívolamente como lo hace el común de la gente, sino a demostrar con hechos el cambio producido, al despojarnos del “ropaje de la vieja naturaleza la cual está corrompida por los deseos engañosos” y renovarnos mentalmente poniéndonos “el ropaje de la nueva naturaleza creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad” (vv. 22-24), para que podamos andar como hijos de luz. 
Sin dejar que el mundo nos absorba, nuestro deber es renovarnos diariamente para conocer la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12:2), ya que “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3).  Por eso como nos lo dice más adelante Pedro: “esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2 Pedro 1:5-7). 
Definitivamente para llegar a alcanzar la plena estatura de Cristo dentro de su cuerpo, necesitamos una gran dosis de amor.  El amor desencadena, lava y cubre todo; y por amor el Señor nos llamó a ser parte de su iglesia.  Y como recomendación: “No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).

Amado Señor: Gracias por permitirnos conocerte y experimentar el poder de tu resurrección para ser partícipes de esta tu iglesia que nos lleva con la potestad de tu Santo Espíritu a buscar la unidad  de la fe y toda tu plenitud, hasta alcanzar la estatura tuya.

Un abrazo y bendiciones.
   

No hay comentarios: