Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros.Efesios 3:20.
Lectura diaria: Efesios
3:14-21. Versículo principal: Efesios
3:20.
REFLEXIÓN
A veces nos encontramos frente a
situaciones que demandan una solución pronta y nos da miedo arriesgarnos porque
consideramos en un minuto múltiples contras que podrían desprenderse de
ella.
Si antes hemos orado y pedido al Señor
que nos señale el camino a seguir, muy seguramente ni siquiera nos imaginamos
lo que Él puede lograr por nosotros: “planes de bienestar y no de calamidad, a
fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11), nos lo ha dicho una
y otra vez. Las oportunidades cuando se
dan son porque el Señor las ha dispuesto en el momento adecuado y personalmente
considero que se deben tomar. ¡Él es
quien va adelante! No debe existir temor
alguno: “Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas, haré pedazos las
puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros de las tinieblas, y las
riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el
Dios de Israel, que te llama por tu nombre” (Isaías 45:2-3).
No dudemos ni por un momento de
la grandeza de nuestro Dios; no pongamos en tela de juicio sus palabras y
promesas porque estás llegarán para nuestro bien: “Y Dios puede hacer que toda
gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia,
tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes” (2 Corintios
9:8).
Tal vez nos encontramos frente a
alguna decisión para tomar. Pidamos la
ayuda del Espíritu Santo quien nos guía a toda verdad y confiemos plenamente en
Aquel que puede hacer muchísimo más de lo que podemos imaginar. ¡Dejémonos asombrar por Él!
Señor: ¡a ti mi Cristo Jesús, sea
toda la honra, gloria, honor y alabanza por los siglos de los siglos!
Un abrazo y bendiciones.
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