lunes, 12 de mayo de 2025

Jesús es el Único que te puede dar esa dicha

Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, cuyos pecados son cubiertos. Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no le toma en cuenta, y en cuyo espíritu no hay engaño. 

Salmo 32:1-2. NVI.


Lectura: Salmo 32:1-11.  Versículos del día: Salmo 32:1-2.


MEDITACIÓN DIARIA


Dicen los versículos del día, que es dichoso o sea bienaventurado a quien se le perdonan sus pecados; “¡qué alegría”, dice la NTV; y así es. Nosotros, los que le hemos dicho al Señor Jesucristo que deseamos que Él sea nuestro Señor y Salvador, somos los bienaventurados, los dichosos, porque hemos confesado con nuestra boca, creyendo en nuestro corazón a Jesús como el Señor y Salvador de nuestras vidas. Creemos que Él vino a morir por nuestros pecados y que, por su preciosa sangre derramada, hemos sido limpios de todo pecado.


Así que, si tú quieres ser del grupo de los dichosos, tienes que aceptar que Jesús vino a morir en una cruz por tus pecados y recibirlo entonces a Él (Juan 1:12), para que por su intermedio puedas tener la vida eterna. No existe otro camino; no es acudir a algún santo pensando que ellos pueden llevarte a Cristo el Señor, no lo hay. Tampoco, la bendita virgen María, lo puede hacer, ni ningún ángel. Juan 14:6 es muy claro: no existe otro camino; solamente Jesús es el camino, la verdad y la vida; es el puente que nos llevará al Padre celestial. Por esto mismo, si no lo has hecho nunca, te sugiero que le abras hoy la puerta de tu vida (Apocalipsis 3:20). Lo puedes hacer con una corta oración; orar es hablar con Dios y Él no está interesado en la belleza de tus palabras, sino en la sinceridad de tu corazón. Si te parece, podemos orar; dile así:


Señor Jesús: entiendo que te necesito y que me amas desde siempre; que moriste en la cruz por mis pecados. Te pido perdón por ellos. Hoy deseo abrirte la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono que yo manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias, bendito Jesús por perdonarme, limpiarme y darme la vida eterna a tu lado. Gracias porque ahora soy dichoso también porque has perdonado todos mis pecados, Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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