Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
Isaías 40:30-31. NVI.
Lectura: Isaías 40:1-31. Versículos del día: Isaías 40:30-31.
MEDITACIÓN DIARIA
Sí; a pesar de saber que ya estamos en los años otoñales,
la fidelidad del Señor es tan grande que su Palabra se hace realidad en nuestras
vidas. Puedo decir con plena certeza que mi vida pende solamente del amor y la
misericordia del Señor. Sé que a todos nos llegará la hora de partir y que
tendremos con Él una mejor vida cuando muranos; al fin de cuentas aquí estamos
es de paso: “Una voz dice: Proclama. ¿Y qué voy a proclamar?, respondo yo. Que
todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo” (v. 6).
Y ¿qué le pasa a la yerba? “La hierba se seca y la flor se marchita, pero la
palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
Su Palabra es verdad y por lo tanto yo creo esa
promesa que está en los versículos del día: “pero los que confían en el Señor renovarán
sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y
no se cansarán”.
Gracias Señor por el nuevo año que me permites vivir.
Gracias porque creo, confieso y proclamo que Eres el Hijo de Dios muerto y
resucitado por mí. Soy consciente que ya vamos bajando para darle cabida a los
nuestros que nos siguen. Infinitas gracias mi Señor porque me has tenido en
cuenta y mis fuerzas se renuevan cada mañana para la gloria tuya.
Un abrazo y bendiciones.
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