¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! 17 ¡Aprendan a hacer el bien!”.
Isaías 1:16-17.
Lectura: Isaías
1:1-20. Versículos del día: Isaías
1:16-17.
MEDITACIÓN DIARIA
Una vez más el Señor
hace un llamado al arrepentimiento. Y es que desde todos los ángulos eso es lo
que se está predicando en diferentes partes entendiendo que los tiempos están
muy difíciles y se cree por las señales que el regreso del Señor Jesús está muy
cerca. Dios no quiere que nadie perezca y por eso tiene paciencia esperando a
que los del mundo vuelvan a Él (2 Pedro3:9). “Vengan, pongamos las cosas en
claro —dice el Señor—. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como
la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!” (v. 18 en la
lectura). ¡Misericordia divina! ¡De qué manera el Señor nos perdona! Él ofrece
una blancura total si hay arrepentimiento sincero.
“¿Están ustedes
dispuestos a obedecer? ¡Comerán lo mejor de la tierra! ¿Se niegan y se rebelan?
¡Serán devorados por la espada! El Señor mismo lo ha dicho” (vv. 19-20). Hay
una promesa si se obedece pero también vemos que la Palabra de Dios es más cortante
que toda espada de dos filos y que penetra hasta lo profundo. Yo deseo amigo
lector que si estás leyendo este devocional, esta Palabra compartida quede
impregnada en tu corazón y te motive a lavarte para quedar limpio y reluciente
delante de Dios. Si es tu voluntad te invito a orar así:
Señor amado: Hoy
reconozco que soy pecador y necesito lavarme completamente para poderme
presentar ante Ti. Gracias por el llamado que me haces al arrepentimiento y
gozar de la bendición que me ofreces. Gracias Jesús por morir en mi lugar; ven
a mi vida y sé mi Señor y Salvador personal. Amén.
Un abrazo
y bendiciones.
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