Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel (que significa Dios con nosotros).Mateo 1:22-23.
Lectura: Mateo 1:18-25. Versículos del día: Mateo 1:22-23.
MEDITACIÓN DIARIA
Ya lo había profetizado
Isaías. La virgen concebiría y daría a luz un hijo a quien llamarían Emanuel
(Isaías 7:14), que significa: Dios con nosotros . Dios, siendo el Dios supremo
de toda creación, bajó a la tierra. Era el Verbo encarnado que vino al mundo pero
el mundo no lo conoció y los suyos lo rechazaron (Juan 1:10-11). Los suyos: los
judíos, no lo aceptaron como enviado del Padre. “¿Qué concluiremos? Pues que
Israel no consiguió lo que tanto deseaba, pero sí lo consiguieron los elegidos”
(Romanos 11:7). Entre esos elegidos estamos, tú y yo; porque por fe decidimos
aceptarle como nuestro Señor y Salvador personal y ahora somos por Él, hijos de
Dios (Juan 1:12).
Con regocijo,
recordemos lo que estamos celebrando. Si Jesús no hubiese nacido, tampoco habría
muerto en nuestro lugar y no habría resucitado para darnos vida eterna; simplemente
quizá, solo hubiera sido un profeta más, un hombre muy intelectual o uno del
montón: Pero no fue a su acomodo, el tiempo estaba listo y la profecía se
cumpliría aunque el mundo creado por Él, no le conociera ni le deseara. Lo triste es que aún hoy, no quiere
conocerle; sin embargo sigue todavía llevando su misión por todo el orbe.
Si estás entre el grupo
de los que lo han rechazado, es propicia la fecha para que lo aceptes. Dios
está en medio de nosotros y busca que le abras la puerta de tu vida; déjale
seguir, no te resistas; así entrarás a
formar parte de la familia celestial. Acepta a Jesús en tu vida y tendrás la
salvación que añorabas pero no entendías. Seguro que no te defraudará. Dile
sinceramente lo siguiente:
Señor Jesús: reconozco que soy pecador y que viniste al mundo a salvarme. Hoy decido abrirte la puerta de mi corazón y aceptarte como mi Señor y Salvador personal. Gracias por haber venido a buscarme. ¡Te amo Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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