lunes, 28 de abril de 2014

Que el Señor nos motive



Y predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin impedimento y sin temor alguno. 
Hechos 28:31.


Lectura: Hechos 28:1-31.  Versículo del día: Hechos 28:31.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo no limitaba el tiempo para hablar del Señor.  Aprovechaba cualquier oportunidad que se le presentaba porque sabía muy bien que los días se le estaban acabando y quería cumplir a cabalidad su cometido. Por eso mismo, antes de salir de la isla de Malta donde naufragaron, aprovechó incluso para ir a visitar al padre de un funcionario principal de esa isla que estaba enfermo, y orar por su sanidad (vv. 7 y 8). Dios contestó su oración y lo levantó.
Cuando hablamos del Señor, unos estarán listos para recibir el mensaje; otros tendrán los ojos cegados y los oídos tapados y no escucharán (vv. 26-27), sin embargo, es nuestro deber hacerlo; ya lo demás corre por cuenta de ellos. 
La verdad, el Espíritu Santo ha puesto en mi corazón hablar mucho en los devocionales sobre lo mismo: compartir, compartir y compartir.  Yo misma tengo que ser obediente al mandato y no solamente quedarme con los devocionales. Mi oración es porque todos entendamos la prioridad de llevar el mensaje de salvación a tanta persona que lo necesita. Si la gente está dispuesta a escuchar a brujos y embusteros, ¿por qué no, a Dios? Hay mucha hambre y sed de justicia; hay miseria espiritual; hay vacíos en el corazón, en las diferentes áreas y la gente está ávida de un cambio.  No podemos callar.
¡Que el Señor nos motive a ser verdaderos testigos suyos!

Amado Señor Jesucristo: No queremos ser indiferentes a tu mandato. Enséñanos a ser sensibles a las necesidades ajenas empezando por el área espiritual de tantos que nos rodean, y no saben o entienden todavía, que eres el Salvador del mundo y quieres que te conozcan para darles a ellos también una nueva vida contigo.

Un abrazo y bendiciones.

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