viernes, 9 de marzo de 2018

La noticia es para ti


Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber.
 Salmo 19:2.

Lectura: Salmo 19:1-6.  Versículo del día: Salmo 19:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Así es: llega el día, llega la noche y va dejando una huella en el tiempo. No podemos retroceder el reloj ni pararlo porque los astros siguen su curso como hijos obedientes de su Creador. “Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!” (vv. 3-4a). Nadie puede decir que no ha conocido a Dios si su misma creación habla por sí sola y día tras día testifica la gloria de Él. Es que solamente con pararnos y mirar hacia arriba ya podemos contemplar su majestuosidad: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos” (v. 1).
Dice el refrán que ‘no hay peor ciego que el que no quiere ver’. Desde el amanecer hasta el anochecer; desde las altas montañas hasta la orilla del mar; desde el llano, los valles y colinas o el árido desierto encontramos el eco de Dios presente. Pero resulta inútil convencer a alguien que vea lo que no quiere ver. Para mí, es más difícil ser ateo que creyente porque las obras del Señor están presentes; ahí, a la vista o palpables si es que se quiere. Hasta en una piedra vemos su mano ingeniosa. ¡y qué decir de las flores que engalanan el verdor! ¡Y de las aves que surcan el cielo y en las mañanas nos despiertan con su canto alabador! Nada fue esbozado al azar: todo tiene el sello del Gran Diseñador.
La noticia es para ti. Tú mismo eres creación perfecta. Mírate y da gracias al que te formó desde el vientre de tu madre.

Sí, amado Dios: no tenemos palabras para expresarte lo agradecido que estamos Contigo por habernos permitido venir a este mundo y observar todo cuanto has hecho para nuestro bien. Gracias, gracias Padre Eterno y Soberano. Eres perfecto y tu creación es espléndida; habla por sí sola de tu grandeza y poder. ¡La gloria es para Ti! ¡Sólo Tú la mereces y nadie te la puede robar!

Un abrazo y bendiciones.

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