Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre. Salmo 23:6. NTV.
Lectura:
Salmo 23:1-6. Versículo del día; Salmo 23:6.
MEDITACIÓN
DIARIA
Este
Salmo es hermoso y encierra mucha verdad. Empieza diciendo: “El Señor es mi
pastor”; como quien dice: ‘soy su oveja y me someto a Él’. Si tengo esta
relación puedo seguir adelante porque me tendrá presente en todo lo que
necesito; Él es mi Sustentador (v. 1). Me da descanso y conduce mis pasos hacia
la tranquilidad; Él es mi Sosiego (v. 2). Cada nuevo amanecer es alentador
porque renueva mis fuerzas; Él es mi Restaurador (v. 3a). Dirige mis pasos para
que no caiga y así su Nombre será enaltecido a través del propósito que me
tiene dispuesto; Él es mi Guía (v. 3b). No importa que las pruebas vengan; no
temeré los valles oscuros porque sé que estará a mi lado; Él es mi Libertador
(v. 4). Dispone mi mesa de ricas y abundantes comidas levantándome delante de
los que me veían caído; Él es mi Reivindicador (v. 5a). Me unge con aceite, me
consagra como suya; ¡Él es mi Papito Dios! (v. 5b).
Sí,
ciertamente andaré segura aquí en la tierra por su amor y bondad incomparable y
cuando llegue el día de partir, estaré por siempre a su lado. ¡Éste es mi Dios
Inmutable y Eterno! (v. 6). Y también está dispuesto a prodigarte todas sus
ricas bendiciones. Búscale como tu Pastor que Él es el Señor, Dios y Rey.
Amado Dios: gracias por tanto bien emanado en mi vida.
Gracias por ser tu hija y hacerme partícipe de toda la gracia que derramas sobre
mí, sin pedir nada a cambio. Gracias por curar mis heridas cuando estoy
lastimada y llevarme en tus brazos cuando fallan mis fuerzas. ¡Te amo mi Señor
y Pastor incuestionable!
Un
abrazo y bendiciones.
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