Pero Dios le dijo a Abraham: No te angusties por el muchacho ni por la esclava. Hazle caso a Sara, porque tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.
Génesis 21:12.
Lectura: Génesis
21:1-21. Versículo del día: Génesis
21:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Y así lo cumplió el
Señor. Le había dicho a Abraham que le daría descendencia y se la estableció
por medio de Isaac. Pero recordemos que le afirmó que sería padre de muchas
naciones (Génesis 17:5), y como el Señor cumple lo que promete, permitió que
Abraham por medio de Ismael viniera a ser pionero del pueblo islámico, siendo
el padre de los árabes y padre del pueblo judío por medio de Isaac. ¿Quién le
creería a Abraham cuando debió seguramente comentar lo que el Señor le había
prometido? Es que ni siquiera Sara le
creyó; pero el Señor que es sabio moviendo sus fichas hizo que a su tiempo
naciera Ismael (Agar), e Isaac (Sara). Abraham siempre creyó, nunca dudó y tal
cual lo afirmó Dios, su descendencia es tan abrumadora que perfectamente se ha
cumplido: innumerable como las estrellas del cielo (Génesis 15:5).
Por favor, ¡créele al
Señor! Sus promesas son siempre sí. Quizá te reirás como Sara (Génesis 18:12)
porque tu fe no alcanza para comprender la magnitud de lo prometido. Después
cuando la veas cumplida entenderás que no hay nada imposible para Dios (Génesis
18:14). Simplemente, cree.
Gracias Señor por tus
promesas que son siempre sí y nosotros respondemos: amén. Gracias porque las
fichas del ajedrez de nuestra vida se mueven de acuerdo a tu santa voluntad
para cumplirlas y regalarnos bienestar y calidad. Señor especialmente a
nosotras las mujeres, enséñanos a depender totalmente de Ti, para no obstruir
el plan que nos tienes trazado. Esperamos y confiamos en tu Palabra. ¡Bendito
eres Señor fiel y Santo!
Un abrazo y bendiciones.
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