martes, 17 de enero de 2017

Gracias Dios por mi vida

Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. 
Salmo 139:16.

Lectura: Salmo 139:1-16. Versículo del día: Salmo 139:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Mi Señor, hoy solo quiero dedicarte este devocional a Ti. Quiero que sepas lo agradecida que estoy al entender que desde tiempo atrás, mi nombre ya estaba plasmado en tu libro. Que formaste mis entrañas y te regocijabas cuando mis huesos se estaban entretejiendo y cuando ni siquiera mis padres sabían algo de mí. Me elaboraste con tu mano sabia y nada hubo que sobrara o faltara; tu creación es admirable y maravillosa. En tu infinita sabiduría ya lo sabías todo: conocías mi infancia, mi adolescencia, mi madurez y hasta cómo terminará mi vejez. Conocías mis gustos, tristezas y alegrías; conocías mis caídas y mis levantares. Gracias porque a través de los años me has ido cultivando y guardando. Me envuelves por completo cubriéndome con tu preciosa mano; me dejas extasiada mi Dios y vuelvo a preguntar: ¿quién soy para que me ames tanto? ¿Quién soy para que me cuides como a la niña de tus ojos? Donde quiera que yo vaya, ahí estarás Tú abrigándome por si estoy desamparada y buscándome para que no me desvíe del camino.
Los días que me quedan te ruego mi Señor, me enseñes a administrarlos bien. Quiero aprovecharlos al máximo disfrutando lo que me has regalado durante estos años; no son bienes materiales son los tesoros más preciados como mi esposo, mis hijitos y por ahora mi Juanita; pero también están los que me rodean como hermanos, familiares y amigos. Todo lo deseo hacer de la mejor manera para agradarte y para cumplir tu voluntad. ¡Eres Sin igual Dios Grande y Poderoso! ¡Te amo Papito Dios; amo a tu Hijo Jesús y amo a tu Santo Espíritu! ¡Toda honra, toda gloria y honor sean para el Dios trino que me vio nacer!

Un abrazo y bendiciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias ...

Cuidémonos de las falsas doctrinas

  Puede ser que algunas personas nos contradigan, pero lo que enseñamos es la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, la cual conduce a ...