¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos!Romanos 11:33.
Lectura: Romanos
11:33-36. Versículo del día: Romanos 11:33.
MEDITACIÓN DIARIA
Todo lo que hay existe
por Él y para Él. Los atributos de Dios como su soberanía, sapiencia y
conocimiento le pertenecen y nosotros no somos nadie para venir a refutarlos o
contradecirlos (vv. 34-36). David lo entendió muy bien por eso lo dejó plasmado
en uno de sus Salmos: “Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan
sublime es que no puedo entenderlo” (Salmo 139:6). No lo podemos entender. Sin embargo,
en mi comprender deduzco que en nosotros se reveló el plan de Dios para el
hombre por medio de Cristo Jesús, para que igual que Pablo demos a conocer a
las naciones las incalculables riquezas de Cristo y la sabiduría de Dios en
toda su diversidad, conforme a su eterno propósito (Efesios 3:7-12).
Entonces nos
preguntaremos: ¿Cuál es el plan de Dios y su eterno propósito? Precisamente el que nos dice Pablo: llevar el
mensaje de salvación a la humanidad, para que conozcan el amor de Dios y el
propósito de Él en sus vidas. Predicar a tiempo y a destiempo. No quedarnos
callados porque el mundo necesita que se le revele el amor de Dios y se
arrepienta de su mal camino. Tenemos que testificar de su infinita misericordia
y que así no lo entendamos, Cristo vino a morir por todos y que para Dios todos
los pecados son eso: pecado sin creer que uno es más grave que el otro.
Eso es lo que nos
corresponde hacer, sin preguntar ni cuestionar a Dios por lo que hace o deja de
hacer. Simplemente tenemos que cumplir su labor demostrando al mundo la grandeza
de su amor que sobrepasa nuestro conocimiento para que seamos llenos de la
plenitud de Dios (Efesios 3:17-19).
Igual que Pablo me arrodillo delante del Padre para que todo el que lee este devocional
por medio de tu Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas,
Cristo habite en sus corazones, los fortalezca y puedan entender el amor de
Dios en toda su extensión sin preámbulo ni duda alguna. Gracias buen Señor por
tu Palabra y lo que día a día me das a conocer. ¡Exalto tu Nombre por siempre!
Un abrazo y
bendiciones.
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