jueves, 8 de octubre de 2015

Nuestra historia dirigida por Ti



Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos. 
Salmo 90:17.

Lectura: Salmo 90:1-17.  Versículo del día: Salmo 90:17.

MEDITACIÓN DIARIA

No solo tiene que ver con la obra que sea para el Señor; también con todo lo que hagamos diariamente. Que se manifieste el favor del Señor sobre nosotros, confirmando la obra de nuestras manos. No podemos dejar de hacer alguna cosa sin que el Señor lo sepa y apruebe; por eso en nuestras oraciones cotidianas debemos siempre poner delante del Señor, nuestros anhelos y quehaceres para que sean guiados por su mano si nos convienen, o de lo contrario, se nos quiten. Muchas veces somos tercos y queremos meter la cabeza por determinado lado y se nos presentan diversos pretextos; las cosas no salen y nos desesperamos sin entender que nuestros caminos no son los suyos y que por algo el Señor no lo permite. No comprendemos ese ‘algo’; renegamos y nos airamos para más tarde darnos cuenta que si no hubiese sido así, todo habría terminado trágicamente.
En vez de renegar, empecemos por alabar al Señor; digámosle que queremos actuar excelentemente; que cada acción que emprendamos sea la más honesta, la más eficiente, la más edificante. Pidámosle que multiplique nuestros dones y talentos y nos permita hallar gracia delante de las personas a quienes tenemos que dar cuenta. Que nos ponga en la cima y no en el fondo; que seamos cabeza y no cola. Todas éstas son parte de las bendiciones que obtendremos, cuando en verdad nos sometemos a Él. Por eso Moisés dice algo tan cierto en su Salmo: “Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría” (v. 12). Cada día es un hito en nuestra historia que marcará el camino de alguna manera; así que propongámonos en escribirla con su mano soberana y sabia.

Amado Señor: De nada servirían nuestros días sin Ti en el centro gobernando. Enséñanos a depender de Ti en cada uno de ellos y a aceptar tu voluntad para que de ese modo entendamos que confirmas la obra de nuestras manos. Te entregamos todo nuestro intelecto, talento y  esfuerzo para que ordenes nuestros pasos y obtengamos contigo la victoria. Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: