Así que el hombre se fue y se puso a proclamar en Decápolis lo mucho que Jesús había hecho por él. Y toda la gente se quedó asombrada.Marcos 5:20.
Lectura: Marcos 5:1-20, Versículo del día: marcos 5:20.
MEDITACIÓN DIARIA
Creemos que hay milagros pequeños y milagros grandes, pero
así no es. No los podemos catalogar de esta manera simplemente porque se nos
antoja darle un tamaño determinado. El milagro es simplemente milagro y debemos
aprender a exaltar el Nombre del Señor hasta en lo que consideremos más
simple.
El hombre de la lectura estaba poseído por una legión de
espíritus malignos. El Señor se apiadó y le ordenó a la legión salir de él,
dándoles permiso de ir a meterse en una manada de cerdos que se fueron por un
despeñadero. Para los del lugar: “cuando vieron al que había
estado poseído por la legión de demonios, sentado, vestido y en su sano juicio,
tuvieron miedo” (v.15). El hombre en
gratitud, se fue pregonando por toda su región lo que Jesús había hecho con él.
¡Gloria a Dios por los milagros
asombrosos! Pero no necesitamos de un milagro que sobrepase nuestra imaginación
par glorificar el Nombre del Señor. La Biblia nos enseña que Él es el Dios de
los imposibles y debemos tener la certeza que al dirigirnos en cualquier
necesidad, va a actuar bien sea grande o pequeña nuestra petición.
Inadvertidamente pasamos nuestra vida y cada día de nuestra existencia es un
milagro.
Recapacitemos y observemos cuántos
milagros nos ocurren a diario, y por ellos, démosle la honra y gloria que
solamente le pertenece al Señor.
Amado Dios: Gracias por saber que
estás a nuestro lado desde que amanece y que aún vigilas el descanso de la noche.
Gracias porque cada nuevo respiro es un milagro y en ellos podemos admirar lo
que continuamente haces por nosotros. Tuyas son la honra, gloria y poder. ¡Exaltamos
tu Nombre por siempre!
Un abrazo y bendiciones.
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