viernes, 8 de febrero de 2013

No olvidar sus maravillas




Así que el hombre se fue y se puso a proclamar en Decápolis lo mucho que Jesús había hecho por él. Y toda la gente se quedó asombrada. 
Marcos 5:20.


Lectura: Marcos 5:1-20, Versículo del día: marcos 5:20.

MEDITACIÓN DIARIA



Creemos que hay milagros pequeños y milagros grandes, pero así no es. No los podemos catalogar de esta manera simplemente porque se nos antoja darle un tamaño determinado. El milagro es simplemente milagro y debemos aprender a exaltar el Nombre del Señor hasta en lo que consideremos más simple. 
El hombre de la lectura estaba poseído por una legión de espíritus malignos. El Señor se apiadó y le ordenó a la legión salir de él, dándoles permiso de ir a meterse en una manada de cerdos que se fueron por un despeñadero. Para los del lugar: “cuando vieron al que había estado poseído por la legión de demonios, sentado, vestido y en su sano juicio, tuvieron miedo” (v.15).  El hombre en gratitud, se fue pregonando por toda su región lo que Jesús había hecho con él.
¡Gloria a Dios por los milagros asombrosos! Pero no necesitamos de un milagro que sobrepase nuestra imaginación par glorificar el Nombre del Señor. La Biblia nos enseña que Él es el Dios de los imposibles y debemos tener la certeza que al dirigirnos en cualquier necesidad, va a actuar bien sea grande o pequeña nuestra petición. Inadvertidamente pasamos nuestra vida y cada día de nuestra existencia es un milagro.
Recapacitemos y observemos cuántos milagros nos ocurren a diario, y por ellos, démosle la honra y gloria que solamente le pertenece al Señor.

Amado Dios: Gracias por saber que estás a nuestro lado desde que amanece y que aún vigilas el descanso de la noche. Gracias porque cada nuevo respiro es un milagro y en ellos podemos admirar lo que continuamente haces por nosotros. Tuyas son la honra, gloria y poder. ¡Exaltamos tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones. 

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