jueves, 25 de enero de 2018

Súbete a la barca con Jesus

Pero contigo estableceré mi pacto, y entrarán en el arca tú y tus hijos, tu esposa y tus nueras. 
Génesis 6:18.

Lectura: Génesis 6:1-22.  Versículo del día: Génesis 6:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios estaba desilusionado del ser humano porque la maldad en la tierra era muy grande. Dios se arrepintió de haberlo creado y le dolió en el corazón (vv.5-6). Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Dios estableció un pacto con él y le encomendó hacer una barca donde entraría con toda su familia y con un macho y una hembra de todas las especies de animales creados, porque su decisión era la de enviar un diluvio que acabara con la gente junto con la tierra. Noé hizo todo según lo ordenado por Dios (vv. 14-22).
Vemos que la violencia y maldad se dieron desde un comienzo. Me impresiona saber que a Dios le dolió el corazón al ver estas cosas en el ser humano. Creo que ahora estamos en lo mismo. Los tiempos actuales son de maldad y violencia por doquier. El corazón de Dios debe estar muy dolido. Después de Noé y de haberse poblado nuevamente la tierra, el hombre no ha cambiado para nada: sigue siendo el mismo. Gracias a Dios que a pesar de ser tan malos como somos, Dios en su infinita misericordia, envió a su Hijo Jesús al mundo para establecer un nuevo pacto entre Él completamente Santo y el hombre pecador. Jesús, es la solución para el ser humano. Es el puente que nos llevará directamente al Padre. Ese puente es la barca donde todos los creyentes podemos naufragar mientras estemos en esta tierra igualmente corrompida y llena de maldad como en los tiempos de Noé.      
Te invito a que entres en la barca y te puedas resguardar en tiempos tormentosos de la mano de Aquel que vino a pagar todas tus deudas y a darte una vida especial aquí en la tierra y un lugar en la patria celestial. Jesús es el nuevo pacto enviado para ti.

Amado Jesús: Muchas gracias por permitirnos subir a tu barca y vivir por siempre a tu lado. Enséñanos a no ser rebeldes y a vivir plenamente Contigo la vida, con el propósito que nos tienes a cada uno. Señor que no temamos a las tempestades así las olas se levanten muy fuerte; que nos sostenga la fe creyendo que Eres Dios de huracanes y vientos.

Un abrazo y bendiciones.

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