jueves, 19 de febrero de 2015

No puede haber paz sin perdón total




—No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? 
Génesis 50:19.


Lectura: Génesis 50:1-21.  Versículos del día: Génesis 50:19-20.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de la muerte de Jacob sus hermanos tenían miedo que recordara el mal que le hicieron y tomara represalias contra ellos. José que era temeroso de Dios sabiamente  pregunta: “¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios?”. Así es. Si se dice perdono es porque no se vuelve a recordar ni martillar sobre la falta. Es porque hay consideración y misericordia al hacerlo. Es Dios quien pesa los corazones de las personas y juzga sus actuaciones. Infortunadamente nosotros los humanos estamos acostumbrados a decir: “perdono pero no olvido”; entonces esto no es perdón, es una farsa o una maniobra de piedad.
¡Cuánta falta nos hace practicar el verdadero perdón! Tenemos que pedirle al Señor la entereza necesaria para saber decir: “Te perdono”. Un perdón absoluto, sin límites ni condiciones; sin reproches ni engaños; tal como Dios nos perdona a nosotros. ¿O es que nos creemos tan buenos que nos consideramos sin mancha alguna?  Solamente es bueno Dios (Marcos 10:18); y todos hemos pecado, por lo tanto estamos separados de Dios (Romanos 3:23). Si en realidad fuésemos tan buenos no habría tenido que venir el Señor Jesucristo a morir en una cruz para rescatarnos de las garras del infierno. Tenemos que perdonar porque también necesitamos ser perdonados. Así de sencillo es: si no perdonas, tampoco puedes ser perdonado.

Amado Dios: Gracias porque no tuviste en cuenta nuestra maldad  para extendernos tus brazos y aceptarnos como tus hijos. Gracias porque no merecíamos tanto amor, al punto de no importarte darnos a tu Hijo amado para que Él viniera a pagar por nuestras transgresiones. Enséñanos a perdonar del mismo modo que lo hiciste Tú.  Enséñanos a entender que si buscamos paz, primero hay que tenerla en nuestros corazones; que necesitamos reconciliarnos unos con otros para gozar de la perfecta paz que nos ofreces: la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Un abrazo y bendiciones.  

No hay comentarios: