miércoles, 8 de febrero de 2012

Somos bendición

Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que tenía el egipcio, tanto en la casa como en el campo.
Génesis 39:5
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Lectura diaria: Génesis 39:1-23. Versículo principal: Génesis 39:5


REFLEXIÓN


Los creyentes nos convertimos en fuente de bendición por donde quiera que vayamos o donde nos encontremos. La historia de José es un gran ejemplo al respecto. José se mantuvo fiel a su Dios a pesar de estar en medio de un pueblo muy diferente al suyo; fue capaz de resistir el acoso de la esposa de Potifar y se esmeraba por hacer su trabajo de la mejor manera. Sin embargo, como lo sabemos, esta mujer con mentiras y rabia porque José no calmó sus deseos, lo hizo meter a la cárcel y perder su empleo. Aun así, Dios no lo abandonó y seguía aprobando su comportamiento: “pero aun en la cárcel el Señor estaba con él y no dejó de mostrarle su amor. Hizo que se ganara la confianza del guarda de la cárcel, el cual puso a José a cargo de todos los prisioneros y de todo lo que allí se hacía” (v. 22). Todo esto sucedía porque José simplemente obedecía: “Bendito serás en el hogar y bendito en el camino”; “El Señor te pondrá a la cabeza nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado” (Dt. 28:6 y 13).

Nosotros también podemos ser bendición en el trabajo, en la visita, y en general con todos los que nos rodean, si en verdad cumplimos a cabalidad la Palabra de Dios. Somos la sal de la tierra y la luz en medio de tinieblas para que muchos lleguen a los píes del Señor. Aquí vemos reflejada la ley de la retribución; Dios no se queda con nada guardado y hasta un vaso de agua que se le de a uno de sus hijos tiene gran recompensa. Una institución no alcanza a valorar lo que tiene cuando alberga en su seno a personas integrales tal como debemos ser los cristianos.


Señor Jesús: Permite que la comunión contigo se refleje en el testimonio diario y podamos ser bendición en el sitio en que nos hallemos.


Un abrazo y bendiciones.

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