lunes, 5 de julio de 2010

En el archivo de Dios está nuestra venganza

¿No he tenido esto en reserva, y lo he sellado en mis archivos? Mía es la venganza, yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura el desastre y el día del juicio se avecina.

Deuteronomio 32:34-35.


Lectura diaria: Deuteronomio 32:29-43. Versículo del día: Deuteronomio 32:34-35.

ENSEÑANZA

Al volver a leer este capítulo de Deuteronomio y ver lo que dicen los versículos del día, no deja de asombrarme más, la fidelidad de Dios por sus hijos. Pasaré a relatarles un caso insólito que nos ocurrió: Al salir del llano y dejar todo prácticamente abandonado, quedamos económicamente quebrados. Mucho daño nos hizo entonces, la compañía británica B.P. Exploration Company. Nosotros demandamos y al cabo como de ocho años, después de muchos ires y venires la secretaria del juzgado le dijo a doña Silvia, la madre de mi esposo, más o menos lo siguiente: doña Silvia, buenas noticias, ya salió el proceso de la empresa de su hijo y ellos ganaron la demanda, como vamos a salir pronto a vacaciones (era el mes de diciembre), si no alcanza por el tiempo a salir antes, queda para tan pronto regresemos en enero. Resulta que la esperada fecha de enero no llegó para nosotros, pues el juez fue arrollado por un vehículo cuando se encontraba trotando por la carretera de su ciudad natal y falleció. Al regresar la normalidad de los juzgados en enero, habían nombrado una jueza interina en el cargo, nombramiento que aún a la fecha creo que ejerce. Esta señora, cambió todo el proceso y volteó las cosas de tal modo que falló a favor de B.P. Según nos enteramos hubo mucha influencia de por medio de parte de la petrolera y debió ser así, de lo contrario el hecho no tiene explicación. Las injusticias cometidas con nosotros por B.P. no tenían lógica para mí; sin embargo, Dios me ha enseñado que Él es el único que puede cobrar venganza y que debemos quedarnos quietos; Él dijo que pelearía por nosotros y que “ay” del que se metiera con alguno de sus hijos; en verdad somos “la niña de sus ojos” y ahora como todos los sabemos, la B.P. se encuentra en grandes problemas por el accidente ocurrido en el Golfo de México. Dios tenía en su archivo aquel detalle y la batalla le correspondió a Dios. Ante este acontecimiento, y al lado de lo que pueda suceder ahora con el apartamento, también he resuelto descansar completamente en el Señor, sabiendo que seguirá guerreando por mí, porque Él más que nadie conoce mi corazón y sabe que nunca he deseado hacer las cosas al revés. Dejo ante los pies de mi Señor este proceso y antes oro porque a todos los que están detrás queriendo hacer daño, no les pegue tan duro Dios. Si te encuentras frente a una situación similar, mi consejo es que pares de amargarte por eso y humildemente le entregues al Señor tu problema; Él lo llevará a feliz término y peleará por ti. Su memoria es incomparable y allí en uno de sus archivos se encuentra tu transgresión injusta.

Un abrazo y bendiciones.

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