No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte. Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, porque les saldrán alas y se irán volando como las águilas.
Proverbios 23:4-5. NTV.
Lectura:
Proverbios 23:1-5. Versículos del día:
Proverbios 23:4-5.
MEDITACIÓN
DIARIA
No
había visto estos versículos en la Nueva Traducción Viviente, y tal como dice
Proverbios 21:4, es de verdad, ‘suficientemente sabio saber cuándo detenerse’.
Definitivamente, por algo dice también la Palabra: “Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y
algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe
verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas” (1 Timoteo 6:10 NTV). Hay
que saber detenerse para no caer en avaricia.
Todos
los males comienzan cuando se tiene el dinero como una obsesión. Por querer
abarcarlo todo, se aleja la mirada del Señor y por consiguiente se desbanca al
Señor del trono; lo pasa a ocupar el dinero. ¡Cuidado! No podemos permitir que
eso nos ocurra. Nosotros somos los amos del dinero; no el dinero el amo de nosotros.
Infortunadamente, ese amor al dinero aleja completamente a la persona de Dios.
Señor
Jesús: gracias porque Tú has permitido por tu buena voluntad, que manejemos el
dinero; quizá precisamente, para llegar a conocer nuestro corazón. Permite buen
Jesús, que nunca nos dejemos llevar por el amor al dinero. Gracias porque si Tú
nos das, es también para dar. Que esas
palabras escritas ahora, sean el slogan de todo cuanto recibimos. Gracias,
gracias, bendito Señor y Dios nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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