El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
1 Timoteo 5:8. NVI.
Lectura:
1 Timoteo 5:1-10. Versículo del día: 1
Timoteo 5:8.
MEDITACIÓN
DIARIA
Una
vez más Pablo nos instruye sobre cómo son los hechos los que demuestran nuestra
fe y no las palabras. Esto va para todas nuestras relaciones (vv. 1-2) y claro,
por lógica empieza por la propia familia. La persona que no cuida de su familia
se considera peor que un incrédulo. Ese cuidado implica amor, disciplina,
responsabilidad. En definitiva, es de suma importancia dentro de la fe
cristiana, la responsabilidad familiar.
Amado
Señor: enséñanos a ser coherentes con lo que decimos y practicamos. Enséñanos a
valorar a las personas mayores como si fueran nuestros padres y a los jóvenes
como si fueran nuestros hermanos o hermanas; que cada miembro actúe de manera
responsable como le corresponde; que papá, mamá, hijos entiendan su rol y lo
practiquen como es debido. Gracias, bendito Señor por nuestras familias; las
dejamos en tus manos para que seas Tú mismo instruyendo a cada uno de los que
conforman el hogar, para que siempre haya una buena relación familiar. Toma mi
hogar y el de mis hijos y permite que siempre demostremos con hechos nuestra fe
cristiana. ¡Te alabamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario