Cuando los de Judá se enteren de todas las calamidades que pienso enviar contra ellos, tal vez abandonen su mal camino; entonces yo perdonaré su iniquidad y su pecado-.
Jeremías 36:3. NVI.
Jeremías 36:1-32. Versículo del día: Jeremías 36:3.
MEDITACIÓN
DIARIA
Es
importante leer todo el capítulo, para entender lo que realmente sucedió. Joacim quien era el rey de Judá, no quiso
creer lo mandado por el Señor al profeta Jeremías y que ya estaba escrito en el
rollo. Así que al escucharlo lo fue cortando y tirando al fuego; a pesar de que
sus colaboradores le suplicaron al rey que no quemara el rollo, el rey no les
hizo caso (v. 25 en la lectura). El Señor le volvió a decir a Jeremías que
nuevamente escribiera en otro rollo y Baruc el escriba, lo hizo, pero el
corazón del rey estaba endurecido y nunca creyó. Por eso Dios sentenció: “Y
adviértele a Joacim que así dice el Señor: Tú quemaste aquel rollo,
diciendo: ¿Por qué has escrito en él que con toda seguridad el rey de Babilonia
vendrá a destruir esta tierra y a borrar de ella a toda persona y animal?”;
“Castigaré la iniquidad de él, la de su descendencia y la de sus
siervos. Enviaré contra ellos, y contra los habitantes de Jerusalén y de Judá,
todas las calamidades con que los amenacé, porque no me hicieron caso” (vv. 29
y 31). Qué triste saber que todo el pueblo pagó las consecuencias de ese
pecado. El Señor estaba dispuesto a perdonar, pero el pueblo a través de su
rey, no se quiso acoger al perdón. Que esto nos sirva de lección a todos.
Amado
Señor: te rogamos nos enseñes a ser obedientes a tu Palabra y a estar
continuamente orando por nuestros mandatarios, para que Tú perdones la
iniquidad de los pueblos y naciones. Gracias Señor porque tu misericordia no
tiene límites y estás dispuesto a perdonar cuando verdaderamente hay sinceridad
en el corazón. Enséñanos a invocar tu Nombre, humillándonos ante Ti, orando y
pidiéndote que perdones nuestro pecado para que Tú nos perdones y sanes esta
tierra. Si Señor, perdona tanta maldad humana; tanta agresión a los niños,
tanta discriminación social. Devuelve el gozo y la alegría a los hogares
abatidos por el mal. Gracias, muchas gracias Señor Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario