Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste. Tú, Señor, me libraste de los dominios de la muerte; me hiciste revivir de entre los muertos,
Salmo 30:2-3. NVI.
Lectura: Salmo 30:1-5. Versículos del día: Salmo 30:2-3.
MEDITACIÓN
DIARIA
Lo
que dicen los versículos del día, fue exactamente lo mío, cuando me detectaron
el cáncer de seno y después cuando me dio la pancreatitis. No me canso de dar
testimonio de ello, A veces pienso que fue más duro la pancreatitis que el
cáncer, pero tal vez, porque fue lo último. Sin embargo, tengo que decir que
con el cáncer no sentí ningún dolor, fueron los exámenes que me hicieron y
reportaron el diagnóstico; todo lo contrario de la pancreatitis que fueron unos
dolores que sobrepasaban mis límites. Además de eso, llegué a la clínica
directo a cuidados intensivos, en donde estuve más de ocho días. Pero bueno,
todo esto para poder proclamar que fue el mismo Señor quien se hizo cargo de mi
vida y me sacó adelante. ¡La gloria sea para Él!
Tú
puedes directamente hablar con el Señor y contarle tus alegrías como tus
tristezas. Él espera por ti; no dudes en acercarte; háblale como al mejor de
tus amigos. Y si no le conoces como Señor y Salvador te invito a que oremos.
Dile así:
Señor
Jesús: gracias por amarme y por estar pendiente de mí. Gracias también por
morir por mis pecados. Te pido perdón por todas mis faltas y transgresiones. Te
necesito Jesús, ven y pon tu mano sanadora en todo mi cuerpo; te abro la puerta
de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono que yo
manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme,
limpiarme, sanarme y darme la vida eterna a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario