Con Jesús tendrás el sosiego que necesitas

 Jesús le dijo: —¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas?.

Juan 20:15a. NTV.

Lectura: Juan 20:10-16. Versículo del día: Juan 20:15a.

MEDITACIÓN DIARIA

El episodio sucede cuando el Señor resucitado se le aparece a María Magdalena. Ella al encontrar la tumba vacía pensó que se habían llevado el cuerpo de su Señor. Entonces el Señor le habla para calmarla y llenarla de su paz.

Quizá tú, mujer u hombre, estás viviendo una crisis. Te han hablado de Jesús de Nazaret pero aún no tienes una relación con Él. Sin embargo, en tu desesperación lo buscas llorando y escuchas también su voz que te dice: ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? El Señor pronuncia tu nombre y tú le entiendes. Es hora de que te refugies en Él, que llores a sus pies. Sentirás la mejor de las calmas sosegar tu vida. Con Jesús a tu lado, lo tienes todo.

Señor Jesús: gracias por tu Palabra que es verdad. Oro para que Tú llegues al corazón de cada persona que esté atribulada y necesite de Ti. Tómala Señor, llénala con tu amor y dale la paz y fortaleza que precise en su vida. Gracias porque con tu resurrección viniste a dar vida eterna a todo el que se acerque a Ti con sinceridad de corazón. Gracias, muchas gracias Señor Jesús. Hoy yo también quiero darte las gracias por la vida de sus tres primeros meses del precioso Samuelito. Reconocemos Señor que fuiste Tú quien lo levantaste y le has dado una sanidad total. Gracias por tanto bien recibido. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Cristo, la gran verdad que pronto volverá

 Jesús respondió: —Tú lo has dicho; y en el futuro verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. 

Mateo 26:64. NTV.

Lectura: Mateo 26:57-68.  Versículo del día: Mateo 26:64.

MEDITACIÓN DIARIA

Esas palabras se las dijo el Señor Jesús al sumo sacerdote Caifás cuando fue arrestado y Caifás le exigió a Jesús que le dijera en el nombre del Dios viviente si era el Mesías, el Hijo de Dios (v. 63). El Señor no lo negó y sin embargo, al sumo sacerdote no le gustó su respuesta (v. 65).

Creo que esto pasa más frecuente de lo que nos imaginamos. He observado que a la gente le gusta y les pone atención a las diferentes predicciones de cuanto mentiroso salga o a las palabras de clarividentes o brujos se encuentren en moda. Miremos que en los canales de televisión hacen alusión al astrólogo de turno y a él, sí le creen, aunque sea mentira todo lo que dice; sin embargo, se les habla de Jesús, el Hijo de Dios y cuesta entender esta gran verdad. Cuesta entender que vino a pagar por todos los pecados de la humanidad, para que el hombre caído pueda tener la salvación y la vida eterna junto a Él. Cristo es la gran verdad que cuesta entender y que pronto volverá.

Señor Jesús: oramos porque Tú dispongas los corazones de los que dicen buscarte, para que te encuentren como al Mesías prometido, el Señor de señores y el Rey de reyes que Eres. Oramos para que tu Santo Espíritu quien es el que convence de pecado, escudriñe sus corazones y ellos puedan entender que en ningún otro hay salvación y que se necesita urgentemente un Redentor que Eres Tú. Gracias, muchas gracias bendito Señor por estar ahí y la paciencia que tienes esperando que el hombre proceda al arrepentimiento. Gracias por tanto amor ofrecido y tanta misericordia derramada.

Un abrazo y bendiciones.

Señor: Eres mi fuerza y mi refugio seguro

Señor, ¡tú eres mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de aflicción! Las naciones del mundo entero vendrán a ti y te dirán: Nuestros antepasados nos han dejado una herencia despreciable,   porque rendían culto a ídolos inútiles. 

Jeremías 16:19 NTV.

Lectura: Jeremías 16:14-21. Versículo del día: Jeremías 16:19.

ORACIÓN

Sí mi Señor; Eres mi fuerza y refugio seguro. Como nación santa, pueblo adquirido por Ti puedo decir que soy parte de las naciones que te buscan y hallan consuelo en tus brazos. Gracias Señor por la persona que me compartió tu mensaje de salvación; gracias porque como lo dices en tu Palabra, se convirtieron en pescadores y en cazadores. Para la gloria Tuya, me siento privilegiada de ser parte de tu Reino. Gracias porque antes de conocerte, igual tenía otros dioses y muchos que ni siquiera había detectado que lo eran; pero cuando te conocí renovaste todo lo mío y me fortaleciste. Ahora deseo en verdad ser Tuya y hacer tu buena voluntad. Sé que por mis propios medios no puedo. Te ruego mi Señor envíes a tu Santo Espíritu para que me dirija a toda verdad. Te oro Papito Dios, en el Precioso Nombre de Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

Señor Jesús: Tú Eres el Pan de vida

Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre este ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación. 

Juan 6:26-27. NVI.

Lectura: Juan 6:22-40.  Versículos del día: Juan 6:26-27.

MEDITACIÓN DIARIA

La multitud que seguía a Jesús lo buscó al otro lado del lago, en Capernaúm. Lo buscaban porque eran los que Jesús alimentó multiplicando los panes y los peces.

Muy clara la lección para tener en cuenta: no busquemos al Señor solamente por lo que nos proveerá, busquémoslo porque es el Dios Altísimo; porque es nuestro Redentor y Salvador; porque Jesús es el pan de vida: “—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed” (v. 35). Concluye diciendo el Señor lo siguiente: “Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final” (v. 40). Busquemos al Señor Jesús que es el Pan que da vida y vida eterna.

Amado Señor Jesús: muchas gracias porque Tú lo llenas todo en nuestro ser. Definitivamente sin Ti no somos nada y Contigo estamos completos en todas las áreas de nuestra vida. Gracias por ser ese Pan que a diario nos ofreces sin darnos cuenta que Eres Tú mismo. Gracias porque al tenerte saciamos el hambre, calmamos la sed y tenemos vida eterna a tu lado. Muchas, muchas gracias Señor Jesús. ¡Te adoramos!

Un abrazo y bendiciones.

Comportamiento de los líderes de la Iglesia

Pues un líder de la iglesia es un administrador de la casa de Dios, y debe vivir de manera intachable. No debe ser arrogante, ni iracundo, ni emborracharse, ni ser violento, ni deshonesto con el dinero. 

Tito 1:7. NTV.

Lectura: Tito 1:5-9.  Versículo del día: Tito 1:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto nos lo recuerda el apóstol Pablo y además algo muy importante: “Debe tener una fuerte creencia en el mensaje fiel que se le enseñó; entonces podrá animar a otros con la sana enseñanza y demostrar a los que se oponen en qué están equivocados” (v. 9). Son recomendaciones para los que colaboran en la Iglesia y me parece que se deben tener muy en cuenta.

Señor Jesús: gracias por toda tu Iglesia en general; gracias por la Iglesia local en donde nos has permitido entender el valor de la gracia por todo lo hecho por Ti en la cruz del Calvario. Bendito Señor: desde ahora oramos por todas las personas que de una u otra manera estarán ahí, especialmente con el ánimo de servir. Llénanos a todos los de esta manada pequeña con tu Santo Espíritu y que ofrezcamos el mismo amor Tuyo y aprendamos a vivir en unidad como lo hicieron los de la Iglesia primitiva. Gracias, muchas gracias bendito Señor y Dios nuestro.

Un abrazo y bendiciones.

Tú cumplirás los planes para mi vida

 El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste. 

Salmo 138:8. NTV.

Lectura: Salmo 138:1-8.  Versículo del día: Salmo 138:8.

ORACIÓN

Amado Señor: yo sé, que llevarás a cabo los planes que tienes para mi vida. Sé que aún no has terminado porque tu amor se extiende día a día. Gracias porque soy tu creación y todavía me sigues moldeando. Quieres una obra excelente para poder estar al frente del propósito que cumplirás conmigo. Gracias porque cuando he pasado por grandes angustias, me has levantado. He visto tu fiel amor en cada amanecer. Gracias porque me respondes cuando te oro y me alientas con nuevas fuerzas. Bendito Señor, espero en Ti porque nunca me has defraudado. ¡Te adoro Señor! ¡Toda la honra y gloria sean para Ti!

Un abrazo y bendiciones.

Nos corresponde esparcir ese aroma

Después de esto, José de Arimatea le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos. Con el permiso de Pilato, fue y retiró el cuerpo. 

Juan 19:38. NVI.

Lectura: Juan 19:38-42.  Versículo del día: Juan 19:38.

MEDITACIÓN DIARIA

Toda esta parte del capítulo nos habla de la crucifixión y muerte del Señor Jesucristo (Juan 19:17-37), pero nos vamos a centrar solamente en la lectura del día. Tanto José de Arimatea como Nicodemo eran discípulos de Jesús, pero en secreto. Sin embargo, en su muerte y sepultura estuvieron presentes. José era un hombre influyente, miembro del Sanedrín; siguió a Jesús en secreto por miedo a ser expulsado de la Sinagoga por las autoridades religiosas. Sin embargo, usó toda su influencia para pedirle a Pilato el cuerpo del Señor. Nicodemo era un líder religioso judío, de los fariseos; respetado maestro quien busca a Jesús de noche para no ser visto. Llama la atención  por qué estos hombres que en vida de Jesús se escondieron de los suyos, en su sepultura estuvieron ahí, listos para embalsamar al Señor con mirra y aloe llevada por Nicodemo (nos recuerda a María cuando ungió a Jesús con nardo puro, Juan 12:1-3). Ellos tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con las especias aromáticas para darle sepultura según la costumbre judía (vs. 39-40). Tanto el uno como el otro, tuvieron su parte en el cumplimiento de las Escrituras.

Ahora nosotros, los cristianos somos el aroma para Dios: “Y nosotros somos ese suave aroma que Cristo ofrece a Dios. Somos como un perfume que da vida a los que creen en Cristo” (2 Corintios 2:15 TLA). Esparzamos ese olor fragante por donde quiera que vayamos para dar testimonio de lo que somos en Cristo Jesús.

Amado Señor Jesús: no fue en vano tu muerte y sepultura. Por ella, tenemos el perdón de pecados. Muchas gracias por tanto amor demostrado a la humanidad con tu pasión y muerte. Enséñanos a vivir para Ti y dar gloria a tu Nombre. Que en verdad divulguemos ese aroma que nos hace diferentes al resto, especialmente ofreciendo el mismo amor que nos tuviste. Gracias, muchas gracias bendito Señor Jesús, Dios Salvador y Redentor. ¡Te amamos!

Un abrazo y bendiciones.