Creyendo firmemente en tu Nombre

 

Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.  Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré! 

Juan 14:13-14. NTV.

Lectura: Juan 14:8-14.  Versículos del día: Juan 14:13-14.

ORACIÓN

Bendito Señor Jesús: basada en tu Palabra que es verdad y creyendo en mi corazón firmemente que Eres el Hijo de Dios, vengo a Ti para pedir en tu Nombre que es sobre todo Nombre, que mi esposo quede completamente sano de esa bacteria y que todo este proceso se termine con éxito. De igual manera te pido renueves mis fuerzas; quita esa tos que siento me debilita mucho y me levantes el ánimo para proseguir avanzando hacia la meta preparada, con buena salud y bienestar. Gracias, muchas gracias mi buen Señor. Gracias porque yo puedo dar fe de que Tú sí actúas cuando nos dirigimos a Ti con corazón sincero. Gracias, muchas gracias por lo que harás en nuestras vidas. Nos acogemos a tu santa voluntad que es buena, agradable y perfecta. ¡Te amamos buen Señor! En el bendito Nombre de Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

Sin dejarnos manipular por la religiosidad

 ¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! ¡Pues se cuidan de limpiar la parte exterior de la taza y del plato pero ustedes están sucios por dentro, llenos de avaricia y se permiten todo tipo de excesos! ¡Fariseo ciego! Primero lava el interior de la taza y del plato, y entonces el exterior también quedará limpio. 

Mateo 23:25-26. NTV.

Lectura: Mateo 23:23-28.  Versículos del día: Mateo 23:25-26.

MEDITACIÓN DIARIA

Dura palabra la del Señor a los líderes religiosos. El Señor fue muy claro en señalarlos a ellos como falsos maestros que en verdad colaban el mosquito, pero se tragaban el camello. De igual manera los reprende por creer que con el hecho de limpiar la parte exterior de la taza y del plato, les bastaba cuando estaban completamente sucios por dentro. ¡Ay terrible cosa! Vestirse con cuello de blanco para ministrar, pero por dentro llenos de avaricia y desenfreno,

No creamos que solo lo veíamos en los fariseos y maestros de la ley del tiempo del Señor Jesús; tristemente lo seguimos viendo en tanto predicador o líder religioso que usa la Palabra de Dios solamente con el ánimo de enriquecerse e imponen cargas siguiendo la ley de Moisés que ni siquiera ellos mismos pueden soportar. A los de ahora se les ha olvidado que vivimos en el periodo de la gracia. Gracia obtenida a través de la muerte y resurrección de Cristo Jesús quien vino a morir por nuestros pecados para darnos la salvación. “Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: Es por medio de la fe que el justo tiene vida” (Gálatas 3:11 NTV).

Señor Jesús: te damos gracias por tu Palabra que es verdad; verdad que cala hasta lo más profundo de nuestros huesos para mostrarnos y enseñarnos el verdadero significado de la gracia, ese regalo maravilloso que Tú nos ofreciste. Señor: queremos seguirte a Ti; danos el discernimiento para no dejarnos llevar por falsas doctrinas llenas de religiosidad. Tu bendita gracia nos hace libres; es por tu gracia que ahora somos justificados. ¡Bendito Eres por siempre Señor! Gracias por habernos mirado con ternura y amor. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Recibe Señor mis votos de gratitud y alabanza

 ¡Oh Señor, qué grandes son tus obras! Y qué profundos son tus pensamientos. 

Salmo 92:5. NTV.

Lectura: Salmo 92:1-8.  Versículo del día: Salmo 92:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando meditamos en la grandeza de nuestro Dios y en la profundidad de sus pensamientos, nos quedamos cortos e incluso ni comprendemos la magnitud de su Poder y de su Soberanía. Bien lo expresó el apóstol Pablo en su Doxología: “¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!” (Romanos 11:33). Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y explicar lo que hace. Pero precisamente, por eso es su grandeza; por eso no hay otro que se pueda en verdad llamar Dios, solamente lo es así nuestro Dios. Por eso es bueno dar gracias al Señor; es bueno en las mañanas proclamar su gran amor y en la noche su fidelidad (vs. 1-2 en la lectura). Al contemplar su Grandeza y verme tan insignificante, admiro mucho más que haya puesto los ojos en mí y que me haya hecho tanto bien; tal como lo dice el Salmista: “Todo lo que has hecho por mí, Señor, ¡me emociona! Canto de alegría por todo lo que has hecho” (v. 4).

Señor mi Dios, gracias, muchas gracias que siendo Tú el Dios Santo y Verdadero te hayas inclinado hasta mí para hablarme con ternura, para enamorarme con tu misericordia y con tu amor; para verme como a la niña de tus ojos. ¡Oh mi Señor! No tengo palabras para agradecerte tanto. Solo me queda ofrecerte mis votos de gratitud a Ti, Altísimo Señor y Dios.

Un abrazo y bendiciones.

¡Porque tu fiel amor perdura para siempre!

¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 

Salmo 118:1. NTV.

Lectura: Salmo 118:1-29.  Versículo del día: Salmo 118:1.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor en su bondad y misericordia nunca deja de amarnos. ‘Su fiel amor perdura para siempre’. En la angustia, cuando vemos perdida la esperanza, le clamamos y Él nos responde. Sí, el Señor está de nuestra parte, nadie puede hacernos daño y es mejor confiar en Él que en la gente por poderosa que esta sea. El Señor nos permitirá vivir para proclamar sus maravillas. Por su gran amor el Señor nos dará la victoria, porque su gran amor perdura para siempre.

Gracias buen Señor: todos nuestros caminos van de tu mano por eso podemos andar confiados por la senda de la vida que nos has trazado. Gracias, muchas gracias buen Señor porque cada nuevo amanecer es una invitación a alabarte y a adorarte. Cada hora, minuto y segundo del día cuenta para Ti; por eso, en cada uno de ellos deseamos que esté tu sello. ¡Vamos Contigo Señor! ¡Tu fiel amor perdura para siempre!

Un abrazo y bendiciones.

Tú mereces toda mi adoración y gratitud buen Dios

Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra; adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cánticos de júbilo. 

Salmo 100:1-2. NTV.

Lectura: Salmo 100:1-5.  Versículos del día: Salmo 100:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo no es para unos pocos o los que siguen una religión; es para todos los habitantes de la tierra, A todos, todos, nos manda el Señor adorarle y dice: preséntense con cánticos de júbilo reconociendo que el Señor es Dios y que Él nos hizo. Somos suyos; las ovejas de su prado. El hecho de saber que somos parte de su reino, nos da derecho a entrar por sus puertas con acción de gracias y a sus atrios con himnos de alabanza. Sí; Dios merece toda nuestra adoración; no hay otro dios como nuestro Dios. Él es un Dios bueno que nos ama incondicionalmente; su amor es eterno y su fidelidad es para siempre.

Hoy como día de Acción de gracias, te pregunto: ¿cómo deseas adorarle?

Amado Señor: no solamente te alabo, te adoro y te doy gracias por ser parte de tu creación, sino por el hecho de ser tu hija y saber que me has mirado con bondad y misericordia. Gracias mi Dios, Señor y Rey. Tú Eres el Gran Yo Soy; Tú Eres el Principio y el fin; Eres el Alfa y la Omega, el Shaddai, el Jireh, el Adonai, el Shalom, el Dios Elohim. Señor, todo, todo lo Eres Tú. Me faltan palabras para decirte todo lo que significas en mi vida. Eres el Dios que me acompaña desde que amanece hasta que anochece; Eres mi Dios Sanador y Libertador; Eres mi más alto escondite, debajo de tus alas estoy segura. Gracias, infinitas gracias te doy. Este día te lo rindo de lleno a Ti, a Tu Gloria, Honor y Poder. Gracias porque me has dado un día muy especial para estar ligada a Ti. Estar en casa resguardándome del clima se convierte en mi regocijo porque puedo unirme más Contigo y rendirte toda la adoración y alabanza que mereces.  ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Solamente Tú mereces toda la honra, gloria y honor

¡Alaben al Señor! Pues él oyó que clamaba por misericordia. El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias. 

Salmo 28:6-7 NTV.

Lectura: Salmo 28:1-9.  Versículos 6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

Es una garantía enorme tener al Señor en nuestras vidas. Sabemos que en cualquier momento que nos acerquemos Él está pendiente de nosotros. Pero no solamente desea que le clamemos por ayuda y misericordia; Él desea que seamos agradecidos y le devolvamos como bien dice otro salmo: sacrificios de alabanza “El sacrificio que te ofrezco es mi alabanza; voy, Señor, a proclamar tu nombre” (Salmo 116:17 RVC). Al admitir lo que Dios ha hecho estamos siendo más bendecidos. Tenemos que reconocer tanto favor recibido. El Padre se conmueve ante nuestra gratitud. A Él le gusta que lo alabemos y exaltemos.

Mi Dios y Señor: ¡Cómo no estar agradecida Contigo! Cada vez que recurro a Ti, tus oídos están atentos a escuchar; nunca me dices: ‘estoy ocupado’, ‘vuelve más tarde’. Siempre estás ahí presto a darme todos los favores pedidos. Tú Señor, solo Tú, Eres mi fortaleza y escudo, confío en Ti con todo mi corazón. Tu ayuda devuelve mi alegría y me levanta el ánimo. No tengo para Ti, más que canciones de acción de gracias. Solo Tú que tienes el poder de poner como de quitar, me restituyes el gozo y la estabilidad para proseguir. Toda la gloria, honra y honor son para Ti; ninguno más la merece. ¡Aleluya! ¡Alabado seas por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

Gracias por estar ahí a nuestro lado siempre

 Vengan, cantemos con júbilo al Señor; aclamemos a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos. 

Salmo 95:1-2 NVI.

Lectura: Salmo 95:1-7.  Versículos del día: Salmo 95:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Mi Señor y mi Dios: hace un año, yo te decía que te veía en los árboles al caminar y en los animalitos que a diario van y vienen por los campos de golf. Hoy mi Señor, tengo que decirte que, por lo vivido en estos últimos días, te he visto tal cual dice la canción de Jesús Adrián: en los rostros abatidos de enfermos en el hospital; en el personal que entra con ligereza a atender a sus pacientes; en los visitantes con los que nos cruzamos al ir a visitar un familiar o amigo. Sí mi Señor; todos ellos tienen algo en común: el deseo de ver terminar el día, bien sea para regresar a casa o para tener la esperanza de reencontrarse con los suyos. También vi mi Señor y escuché las voces de los que andan aquí en soledad ante la indiferencia familiar. Los que están en periodos depresivos y gritan y claman porque los dejen salir. Es verdad, mi Dios, en todos ellos estás presente. Tú no te olvidas de ninguno. Al ver estos cuadros dramáticos no dejo de darte infinitas gracias por nuestras vidas; por la unión familiar de compartir con alegría y de saber que tenemos al lado personas que nos aman y fortalecen. Pero, ante todo, por el hecho de tenerte a Ti. Tú estás presente en cada una de las circunstancias de nuestra vida. No te somos para nada indiferentes.

Buen Dios Tú Eres nuestro Hacedor; Nosotros somos las ovejas de tu prado; tu rebaño bajo tu cuidado. Tanto bien que nos ofreces a diario y ni siquiera nos percatamos de detalles como el respirar, el caminar, el pensar, el hablar. Es tanta gracia derramada. ¡Te alabamos Señor! ¡Eres el Gran Dios y Rey sobre todos los dioses! ¡Te cantamos con júbilo a Ti! ¡Cantamos a la roca de nuestra salvación!

Un abrazo y bendiciones.