viernes, 31 de marzo de 2017

Adquiere disciplina y aplícala en tu vida

Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento. 
Proverbios 23:12.

Lectura: Proverbios 23:1-25.  Versículo del día: Proverbios 23:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice el Diccionario que la disciplina es en sí el conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad.
Estoy convencida que una de las virtudes que todos deberíamos tener es disciplina puesto que para todo se necesita de ella. Debe haber disciplina para alcanzar un logro, para aprender algo, para tener organización y orden. El cumplimiento de esas reglas impuestas nos conduce siempre hacia algo positivo, hacia un objetivo.
Más adelante en la lectura afirma: “Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!” (v. 23). Quizá hemos leído muchas veces este proverbio pero poca atención le hemos puesto. Nos queda más fácil entender la verdad y la sabiduría que la disciplina y el conocimiento. Creo que tanto la disciplina como el conocimiento van entrelazados porque el conocimiento nos lleva a obtener disciplina y esta a su vez implica instrucción.
Es hora de empezar a ponerle disciplina a todos los quehaceres e incluso a las metas y propósitos bien sea como el empezar determinada dieta, hacer ejercicio, estudiar, y ante todo disciplina en nuestra relación diaria con el Señor comenzando por una disciplina de oración, para luego ya crear el hábito de la lectura de su Palabra, del ayuno, del amor al prójimo y de todo lo que concierne con el área espiritual. Adquiere disciplina para aplicarla a tu vida.

Amado Dios: Gracias por enseñarnos la importancia que tiene la disciplina en nuestra vida. Gracias por entender que si no la practicamos de manera constante no vamos a obtener los resultados esperados. Permite Señor que ante todo tengamos disciplina en la relación contigo y que busquemos también el conocimiento porque al hacerlo, este nos dejará el ser más disciplinados. ¡Bendito eres buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 30 de marzo de 2017

Una lección que se aprende desde la niñez

¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios. 
2 Samuel 7:22.

Lectura: 2 Samuel 7:18-29.  Versículo del día: 2 Samuel 7:22.

MEDITACIÓN DIARIA

David y su casa entendieron muy bien quien era Dios y lo que había hecho por ellos. El Señor escogió a David siendo este muy joven todavía; lo sacó del redil como pastor de ovejas para que fuera a gobernar a todo Israel. David siempre tenía un corazón dispuesto para Dios; no le costaba hablar a todo momento con su Señor y abrirle sinceramente su corazón.
Cuán importante es cultivar en nuestros niños desde su infancia el temor y la reverencia hacia Dios. Es algo que jamás ellos olvidarán (Proverbios 22:6). Cuando los criamos bajo sus parámetros ni siquiera podemos imaginarnos el alcance y la repercusión que su formación puedan lograr. Es muy gratificante para los padres escuchar a sus hijos hablando de las proezas del Señor en sus vidas y verlos avanzando cada día más por la senda que Él les tiene trazada. Ahí es cuando podemos decir igual que David: “hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios”. Sí, lo aprendemos cada mañana al despertar; lo aprendemos en los triunfos y también en las derrotas; lo aprendemos al admirar su creación y lo aprendemos en el mismo ajetreo del día ordinario. Personalmente lo he aprendido, al ver a mi familia unida en un solo Espíritu a pesar de la distancia geográfica con cada uno de mis hijos. Es una lección que se aprende desde la niñez, pero que se va sustentando con el paso de los años.

Señor: ¡Qué maravilloso eres! ¡Eres grande y Omnipotente eterno Dios!  Gracias Señor porque te has dignado mirarnos con amor y compasión sin merecerlo. Reconocemos que eres Tú quien vas moviendo las manillas del reloj para que justo lleguen a tiempo tus favores. Has hecho portentos y prodigios al paso de los años demostrando tu bondad y piedad. Igual que David te suplico que bendigas a mi familia de modo que anden bajo tu protección y en tus caminos, y así se levanten también las generaciones futuras. Gracias buen Dios y Señor.

Un abrazo y bendiciones. 

miércoles, 29 de marzo de 2017

Seremos bendición en donde nos encontremos

Fue así como el arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obed Edom de Gat, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia. 
2 Samuel 6:11.

Lectura: 2 Samuel 6:1-23.  Versículo del día: 2 Samuel 6:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Por estar el Arca en la casa de Obed Edom, él y toda su familia fueron bendecidos al igual que todos sus bienes (1 Crónicas 13:14).  El Arca del pacto representaba la presencia de Dios para el pueblo de Israel. Ya no es necesaria porque el nuevo pacto con el sacrificio del Señor Jesucristo nos permite entrar directamente a su presencia; por eso se rasgó el velo del templo cuando Jesús murió. Pedro dice que somos conformados con naturaleza divina (1 Pedro 1:4c). Así que todo cristiano es ahora templo del Espíritu Santo y es de bendición en donde quiera que esté.
El Arca del Señor va con nosotros. Si es en nuestra casa, se derramará bendición hasta que sobreabunde. Igual sucederá en el sitio de trabajo, en la Institución donde se estudie o simplemente en nuestro barrio. Lo cristianos somos sal, luz y levadura y es por ser templo del Espíritu que esto ocurre. Nuestro testimonio tiene que ser tal que sazone las vidas que toque, resplandeciendo en medio de tinieblas y permitiendo que la Iglesia del Señor se ensanche. No podemos dejar que nuestra Arca caiga; por lo tanto cada día debemos llenarnos de su Santo Espíritu y tener comunicación constante con el Padre en el nombre de su Hijo Jesús. Si somos cristianos auténticos seremos de bendición para muchos, tal como el Señor lo hizo con  Labán por Jacob (Génesis 30:27) y bendijo la casa del egipcio por causa de José (Génesis 39:5),

Amado Dios: Queremos bendecir tal como Tú nos has bendecido. Permite que nuestro templo siempre salga reluciente mostrando al mundo quienes somos por tu gracia. Gracias Señor por permitirnos reflejar la gloria tuya aquí en la tierra. Permite que seamos fieles testigos tuyos y tu Nombre sea exaltado por nuestra causa. ¡Te alabamos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.  

martes, 28 de marzo de 2017

Fiel es quien hizo la promesa

Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. 
Josué 14:12a.

Lectura: Josué 14:1-15.  Versículo del día: Josué 14:12a.

MEDITACÓN DIARIA

Me inspiró a hacer este devocional el hecho de que mi hijo le dedicó a mi esposo la canción de: ‘Dame ese monte’ de Daniel Santoy y Jesús Adrián Romero. Es que leyendo Josué 14 es muy claro que Caleb ya era de avanzada edad cuando se le cumplió la promesa que le había hecho Moisés siervo del Señor. El mensaje es innegable: no importa la edad que se tenga porque es el mismo Señor quien renueva las fuerzas y da vigor para continuar. La promesa llegará y en su tiempo se cumplirá. Caleb lo sabía muy bien: “Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida!” (v. 10).
¿Cuántos reciben promesas del Señor en medio del desierto? Muchos. Es precisamente en el desierto cuando el Señor habla más quedo al corazón (Oseas 2:14). Si ya se cumplieron, es un motivo más para honrarlo; y si no, no importa: los tiempos del Señor no son los nuestros. Lo importante es saber que aún se tienen fuerzas para continuar y que nunca es tarde para alcanzar los objetivos. El propósito de Dios puede precisamente estar en medio de la promesa y quizá ni cuenta nos hemos dado. “Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios” (2 Corintios 1:20). Fiel es quien hizo la promesa; no hay que dudar.

Sí buen Dios: no importan los años encima porque los sueños y la fuerza todavía se encuentran ahí. Gracias porque creemos en quien las prometió que no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Gracias porque por más que lleguen gigantes para enfrentar Tú vas adelante derrotándolos; porque los muros que hay que pasar Tú los derrumbarás. Gracias porque fortaleces al cansado y acrecientas las fuerzas del débil. Gracias porque los que esperan en Ti levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. ¡Te amamos Señor! ¡Gracias por tanta bondad!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 27 de marzo de 2017

No perdamos tiempo, alabemos a nuestro Dios

¡Tú no estabas allí, mientras cantaban las estrellas y los ángeles danzaban! 
Job 38:7. (TLA)

Lectura: Job 38:1-11.  Versículo del día: Job 38:7.

MEDITACIÓN DIARIA

A pesar de leer una y otra vez esta Escritura, nunca había deparado en que las estrellas cantaban, con razón mirar un cielo estrellado es tan conmovedor y placentero como invitándonos también a cantar y a alabar a nuestro Dios y Creador.
Es que si nos ponemos a pensar deberíamos ser tan insignificantes y desconocidos para Dios porque en realidad no somos nada. Sin embargo, hasta dónde llegan su amor y su misericordia. ¡Tan alto son que no podemos comprenderlo! Creo que perdemos el tiempo en cosas vanas.  Vivamos el presente; vivámoslo plenamente, disfrutando al máximo la belleza de lo que nos rodea. Alabemos a Dios, no lo  cuestionemos porque nos puede pasar lo de Job: salimos trasquilados ante las preguntas del Señor. Preguntas que para nosotros no tienen la respuesta exacta. Así que no perdamos el horizonte y busquemos en lo sencillo y humilde encontrar al Señor. Ahora que empieza la primavera, detengámonos a mirar la hermosura de las flores, el verde de los árboles; a escuchar el ruido de las aves, el murmullo de las aguas y salgamos a observar el cielo estrellado de las noches de abril. No nos dejemos llevar por lo intrascendente y pasajero, ¡hay tanta belleza en su creación! Que no nos tenga que decir el Señor: “¿Quién eres tú para dudar de mi sabiduría, si sólo tonterías has dicho?”; “Si de veras sabes tanto, dime dónde estabas cuando puse las bases de la tierra” (vv. 2 y 4).

Amado Señor: Tú eres perfecto. Tu magna invención de los cielos con majestuosos astros donde aun las estrellas te cantan y los ángeles danzan a tu alrededor, nos hace reflexionar y pensar que siendo lo que somos solamente por tu infinito amor, no nos queda más que como seres humanos pensantes y actuantes rendirte todo honor y gloria a Ti. Eres el único quien la mereces. ¡Tu naturaleza habla por sí sola la obra de tus manos! ¡Eres el mejor Diseñador! ¡Te alabamos y te adoramos! ¡Bendecimos tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 25 de marzo de 2017

Cuidándonos de actuar a la ligera

Les juro que quien me anunció la muerte de Saúl se imaginaba que me traía buenas noticias, ¡pero la recompensa que le di por tan “buenas noticias” fue apresarlo y matarlo en Siclag!  
2 Samuel 4:10.

Lectura: 2 Samuel 4:1-12.  Versículo del día: 2 Samuel 4:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Para David no solamente quien le llevó la noticia de la muerte de Saúl sino también para los que creyeron que se habían ganado el favor del rey por matar a Isboset, hijo de Saúl,  recibieron lo mismo: “¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándolos a ustedes de la tierra?” (2 Samuel 4:11). Así fue: “porque los que a hierro matan, a hierro mueren” (Mateo 26:52). Pero en lo que concierne a nosotros, ¿Cuántas veces se equivoca creyendo que lo que se hace está bien? Se quiere congraciarse con la gente sin importar muchas veces llevarse incluso por delante a otros.
Creo que antes de actuar debes pensar muy bien lo que  vas a hacer, no sea que por querer poner en el paredón a otro, seas tú mismo quien te estás poniendo la soga en el cuello. Y después de actuar y hablar ya no hay marcha atrás. Por eso como dice el Proverbio árabe: “No digas todo lo que sabes, porque el que dice todo lo que sabe, dice lo que no conviene”; y “Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo” (Proverbios 13:3 DHH).

Amado Señor: Gracias porque Tú conoces lo que hay en nuestro corazón y queremos llegar a Ti para que sea tu mismo Santo Espíritu enseñándonos a cuidar nuestro proceder. Gracias también por ser ese Dios perdonador quien nos mira con misericordia y amor diferente a como lo hace el mundo. Dejamos en tus manos nuestras vidas para que nos guíes siempre por la senda que nos conduce hacia la vida eterna. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 24 de marzo de 2017

Examíname oh Dios

A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones. 
Proverbios 21:2.

Lectura: Proverbios 21:1-31.  Versículo del día: Proverbios 21:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Es fácil dejarnos llevar por las adulaciones del mundo y hacernos creer que estamos o vamos bien. Recordemos lo que dice Santiago: “¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios” (Santiago 4:4). Ese adulterio del que nos habla no es sexual sino espiritual. Ahora, “Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo” (Gálatas 6:3).
Por eso es necesario que cada persona sea objetiva con lo que es: sin darse más, ni quitarse nada (Romanos 12:3). Creo que lo mejor es pedirle ayuda al Espíritu Santo para que sea Él quien examine nuestros pensamientos y nos  muestre quienes somos en verdad y si estamos fallando quizá con falsa humildad, con orgullo, envanecimiento o altivez, podamos con su ayuda ser ecuánimes en nuestro propio concepto. “Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:10).

Examíname oh Dios y conoce mi corazón. Pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan para que no me equivoque en mi apreciación. Señálame cualquier cosa que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna. No permitas que me enorgullezca de la obra que has hecho conmigo ni que me vanaglorie de los talentos que en resumen son tuyos y no míos. Quiero poner mi vida a tu servicio. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 23 de marzo de 2017

Ahora yo proclamaré tu grandeza en mi vida

Tú, Señor, me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas,  no  me has dejado tropezar. 
Salmo 116:8. 

Lectura: Salmo 116:1-19.  Versículo del día: Salmo 116:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Tendré que decir igual que el Salmista porque también me enredaron los lazos de la muerte, pero clamé al Señor y el Señor me respondió (vv. 3-6). “¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila,      que el Señor ha sido bueno contigo!” (v. 7). Así es. Y aunque en el día a día siguen llegando los problemas, sigo creyendo en Dios. Siempre he dicho que la vida no es fácil pero es mucho más fácil con el Señor. ¿Qué sería de mí si no hubiera conocido al Señor? Definitivamente, Él es mi Roca, mi Torre fuerte, mi Refugio, mi Sanador y mi Libertador. ¿A dónde más puedo acudir en momentos de sufrimiento y de angustia? Solamente a la presencia del Señor, quien es el que en verdad me conoce y sabe hasta dónde puede llegar mi dolor. ¡No soy merecedora de tanta clemencia! “¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado?” (v. 12). Anunciando su salvación e invocando su Nombre ante los que no le conocen (v. 13). Esta es la manera en que puedo en algo, retribuirle a mi Señor tanto bien realizado conmigo. ¡Ahora yo proclamaré su grandeza en mi vida!

Amado Señor: Gracias por todas las angustias y dolores que has permitido en el transcurso de mi vida. Gracias porque si no fuera por ellas, quizá no te tendría a Ti como mi Consejero y Baluarte indiscutible. Gracias porque son muchas las lecciones que me has dejado a través de desilusiones, tristezas, llantos y desesperación. Sólo puedo decir que tu Nombre es excelso por los siglos de los siglos. Permite mi Dios, que pueda ser útil en tu obra declarando lo que has hecho conmigo y sirviendo de consuelo al prójimo.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Restaurando con espíritu de mansedumbre

Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 
Mateo 18:15.

Lectura: Mateo 18:15-20.  Versículo del día: Mateo 18:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Qué bien nos enseña el mismo Señor el perdón y la misericordia que nos debemos mutuamente, en especial, considero, dentro de la Iglesia primero que todo.
Orando y pensando en el crecimiento espiritual de la Iglesia del Señor, he llegado a la conclusión que falta mucho perdón. A veces consideramos que es muy fácil perdonar, especialmente cuando se miran los toros desde la barrera. Es como todo, pienso. Porque en ocasiones nos toca consolar cuando un hermano ha perdido a un ser querido, o cuando sabemos de alguien quien de un momento a otro apareció con una enfermedad grave o que simplemente está en dificultades económicas muy fuertes. Podemos orar con ellas, leerles pasajes bíblicos, pero es difícil ponerse los zapatos del otro, si no hemos pasado por lo mismo. Por eso, se necesita haber sido consolado para poder consolar. Entonces, es igual el caso cuando un miembro de la Iglesia es ofendido por otro y no estaba listo para aceptar este agravio. Lo que quiero decir es que nos puede parecer fácil perdonar cuando lo decimos de palabra, pero cuando ya toca las fibras de nuestro corazón ¿podemos hacerlo?
Ahí es cuando el Señor nos manda entonces, ir a solas con él y hacerle ver su falta. Más adelante dice: “Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos” (v. 16). Y si con esto tampoco escucha: “Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado” (v. 17). Vemos que Dios plantea un conducto regular para cumplirse, con el fin de atraer al que cometió la falta, en vez de alejarlo de la grey. “Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación” (Gálatas 6:1 NTV). Otras versiones dicen: “con un espíritu de mansedumbre”.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es verdad y en la cual nos instruimos para obrar de acuerdo a tu mandato. Enséñanos buen Señor a mirar al que nos ofende con los ojos tuyos: con amor y ternura, y a estar siempre dispuestos a perdonar de la misma manera que lo haces Tú con nosotros. ¡Te alabamos Dios misericordioso y bondadoso!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 21 de marzo de 2017

Abigail, ejemplo de mujer virtuosa

David le dijo entonces a Abigaíl: ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos! 
1 Samuel 25:32-33.

Lectura: 1 Samuel 25:1-44.  Versículos del día: 1 Samuel 25:32-33.

MEDITACIÓN DIARIA

Este capítulo nos relata la historia de Nabal, hombre rico y propietario de una hacienda en Carmel, que en vez de ayudar a David y sus hombres quiso hacerles mal, mientras que Abigail su esposa, mujer sabia resuelve ir al encuentro de David y reponer el daño causado. Abigail es el ejemplo de la mujer ejemplar; de la mujer que nos habla Proverbios 31. La que busca el bienestar de su hogar apagando llamas y no echándole más leña al fuego “Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida”: la que “Decidida se ciñe la cintura”; “Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor” (Proverbios 31:17 y 25-26). Abigail no temió ir a remediar el agravio de su esposo Nabal e impedir con su actitud que David se vengara por sus propias manos (v. 26 en la lectura). Además de eso, le habló con palabras no solo sabias sino proféticas sobre lo que sería su reinado: “Ciertamente, el Señor le dará a usted una dinastía que se mantendrá firme, y nunca nadie podrá hacerle a usted ningún daño, pues usted pelea las batallas del Señor” (v. 28).
Dios, que no se queda con nada guardado le hizo justicia directa a Nabal quien murió de un ataque al corazón (v. 39). David por su parte comprendió muy bien la esencia de Abigail como mujer y quiso hacerla su compañera. Esa decisión también sirvió para recompensar a esta mujer su discernimiento, valentía y sabiduría, lo que le permitió ser la esposa del gran rey de Israel, quien le ofreció su protección y amor; seguramente, muy diferente a todo lo que tuvo que vivir al lado de Nabal.
Como mujeres tenemos que aprender mucho de Abigail. Estamos llamadas ante todo a obrar correctamente buscando siempre la dirección del Señor y entender el momento propicio en el que debemos actuar con justicia y valor, velando y defendiendo lo que concierne con nuestro hogar. Si las cosas no van por buen camino, Dios mismo se encargará de obrar y voltearlas de manera que su Nombre quede en alto y a la vez se manifieste su justicia y bondad con los suyos.

Amado Señor: Gracias por todo lo que nos enseñas a través de Abigail, Queremos entender la lección y aprender a ser mujeres de fe decididas, sensatas, guerreras, fuertes y dignas, a la vez pacíficas buscando siempre el bienestar de nuestros hogares. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 20 de marzo de 2017

Toda honra, gloria, honor y victoria son para Ti

La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros, sino para tu nombre, por causa de tu amor y tu verdad. 
Salmo 115:1.

Lectura: Salmo 115:1-18. Versículo del día: Salmo 115:1.

MEDITACIÓN DIARIA

El Salmo empieza dándole la gloria a Dios y más adelante nos habla de los ídolos y lo que ellos no pueden hacer. Cuan equivocados están muchos creyendo que este o aquel santo puede solucionarle problemas y si  les salen las cosas, convencidos se postran a adorar a la imagen sin darse cuenta que están adorando ídolos y que Dios no comparte su gloria con nadie. Recordemos el primer mandato dado a Moisés en el Monte Sinaí: “No tengas otros dioses además de mí. No hagas ningún ídolo ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.  Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones” (Deuteronomio 5:7-10). Y el Señor Jesús, se los resumió a los fariseos de esta manera: “Jesús contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer mandamiento y el más importante” (Mateo 22:37-38 NTV).
Si volteamos los ojos hacia los santos o la virgen, ya es idolatría y estamos desplazando al Señor nuestro Dios. Nosotros, los cristianos nacidos de nuevo con Jesucristo tenemos que poner la mirada en el Dios que nos rescató con su amor del poder del enemigo. “Los que temen al Señor, confíen en él; él es su ayuda y su escudo”. (v. 11 en la lectura).

Bendito Dios y Señor nuestro: Queremos adorarte y exaltarte como lo mereces. Solo Tú eres Dios grande, bueno y misericordioso. Solo de tu parte podemos recibir bendición sobre bendición. Eres Majestuoso Rey de reyes, Santo y Soberano. La gloria, el honor, la honra y la victoria son para Ti por los siglos de los siglos.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 18 de marzo de 2017

No nos tendamos ese lazo

Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido. 
Proverbios 20:25.

Lectura: Proverbios 20:1-30.  Versículo del día: Proverbios 20:25.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces sucede que se habla por hablar sin pensar lo que se dice para después arrepentirse. La Biblia afirma que se puede esperar más de un necio que de gente así (Proverbios 29:20). Entonces analicemos hasta dónde podemos fallar y pasar peor que un necio por ser ligeros al hablar y cuánto más si se trata de algo ofrecido al Señor. Tenemos que aprender a ser cautelosos, prudentes o sabios para proferir palabra alguna porque de pronto, nosotros mismos nos estamos tendiendo el lazo para caer. Es que si está muy mal hacerlo con el prójimo ¿cómo no será con Dios? ¡Y con Dios no se juega; tengamos mucho cuidado!
Es incalculable hasta dónde nuestra boca nos hace pecar. Por eso: “Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple todas las promesas que le hagas. Es mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas” (Eclesiastés 5:4-5 NTV). Pensemos, pensemos lo que vamos a decir antes de hablar; no nos tendamos ese lazo.

Amado Señor: Quizá ni siquiera entendemos hasta dónde pueden llegar las consecuencias de hablar sin pensar. Te pedimos perdón por las veces que hemos caído en ese error y si existe algo que te hayamos ofrecido y no lo hemos cumplido, permite que tu Santo Espíritu nos recuerde el error y podamos remediarlo cuanto antes. Gracias por enseñarnos cada día a manejar mejor nuestras palabras. Definitivamente en ellas hay vida o muerte y queremos vivir íntegramente para honrar tu Nombre y exaltarte.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 17 de marzo de 2017

La venganza no nos corresponde a nosotros

¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos! ¡Y que el Señor me vengue de usted! Pero mi mano no se alzará contra usted. 
1 Samuel 24:12.

Lectura: 1 Samuel 24:1-22. Versículo del día: 1 Samuel 24:12.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Hasta dónde llegaba el corazón de David! La lección que nos da para enseñarnos que no somos nosotros los que tenemos que buscar vengarnos del enemigo, es grande. David a pesar de ser el blanco del rey Saúl quien quería matarlo porque Dios le quitó el reino, tuvo la oportunidad de matar a Saúl pero no lo hizo. Resolvió dejar que fuera el mismo Señor quien se encargara de ello. Por algo dice la Biblia: “Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19).   
Quizá nosotros por cosas más pequeñas ya queremos tomar la rienda del asunto y nos lanzamos a tomar venganza por nuestra propia cuenta. Aprendamos a ser íntegros con el Señor; a ser cristianos auténticos y no a medias. Tengamos en cuenta todo lo que nos enseña la Palabra de Dios; no solamente lo que nos gusta o nos queda fácil tomar. Dios quiere nuestra integridad y quiere que la pongamos al servicio de Él. Hagamos todo aquello que Dios nos manda y que es bien para nosotros; que nuestras acciones no dañen a otras personas. No nos corresponde tomar venganza; simplemente oremos por ellos y que actúe el Señor

Amado Señor: En medio de los ataques de los enemigos te rogamos que nos des el fruto del  dominio propio y dejemos la venganza en tus manos. Enséñanos a devolver bien por mal para que los que estén en contra se den cuenta de su error, se avergüencen de su conducta  y esto los lleve a tus pies. ¡Queremos ser íntegros para Ti! Gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 16 de marzo de 2017

Enséñanos a mirar al hermano que sufre

Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. 
Proverbios 19:17

Lectura: Proverbios 19:1-29.  Versículo del día: Proverbios 19:17.

MEDITACIÓN DIARIA

Todo cuanto hagamos por el necesitado tendrá su recompensa, y ¿hasta dónde será esa recompensa? Analicemos: un préstamo que nos hagan, siempre conlleva intereses de por medio. Si nosotros ayudamos al menesteroso, Dios que no se queda con nada guardado, empezará a mover sus fichas y seguro nos pagará interés sobre interés; lo dice aquí su Palabra: “Dios pagará esas buenas acciones”.
Aparte de esto tengamos en cuenta que también hemos necesitado y Dios ha puesto a nuestro lado personas e incluso Instituciones que nos han brindado su apoyo tanto espiritual como material. Entonces, seamos agradecidos y devolvamos bien con bien.
Si te costaba dar o desprenderte de tus cosas para ofrecerlas a los desprovistos, recuerda que con el Señor tienes al mejor socio e inversionista: “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38). Él no te defraudará y tú harás lo que el Señor te pide.

Amado Dios: Te damos gracias porque sabemos que eres el dueño de todo el oro y la plata del mundo. Gracias por enseñarnos a ser generosos a través de tu Palabra. Gracias porque de igual manera que necesitamos consolar por haber sido consolados, necesitamos dar porque hemos sido beneficiados cuando hemos sufrido escasez. Enséñanos a indagar con tu Santo Espíritu al hermano que sufre, para que pongas en cada uno de nosotros tanto el querer como el hacer, y poder llegar a solventar su penuria. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Enséñanos a ser sensibles a tu voz

Dios nos habla una y otra vez, aunque no lo percibamos. 
Job 33:14.

Lectura: Job 33:1-33.  Versículo del día: Job 33:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien decía Eliú el amigo más joven a Job, que Dios nos habla una y otra vez; nos habla de diferentes maneras, pero el hombre es tan cerrado y tan indiferente que poco o nada lo percibe. Nadie puede decir que no ha visto la mano de Dios en toda la obra de su creación, porque: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!” (Salmo 19:1-4). Bien claro nos habla aquí su Palabra; otra bien distinta que no se quiera aceptar. Sí, puede hablarnos en sueños o en visiones; muy quedo al oído o a través de su Palabra. También puede hacerlo a través de una aflicción o dolencia. (vv. 15-19 en la lectura). El caso es que el Señor siempre nos está mostrando quien es Él para que el ser humano lo descubra. La misma Biblia nos advierte que muchos se burlaran haciendo mofa de su segunda venida, pero no tienen en cuenta que el Señor en su infinita misericordia está pacientemente esperando que precisamente ellos se arrepientan (2 Pedro 3:9).
Dispongámonos a escuchar al Señor. Él quiere hablarnos pero quizá hemos sido insensibles a su voz. Hemos puesto por delante el orgullo, la altivez, la soberbia, la indiferencia o la incredulidad y no le hemos admitido hablar.

Señor y Dios nuestro: Gracias por esta Palabra que nos das diariamente y permite que aprendamos a escucharte. Reconocemos que Tú nos hablas bien sea a través de tus ministros y pastores, o simplemente llegas a nosotros con el testimonio o palabras de otros hermanos. Enséñanos a ser sensibles a tu voz; concédenos contemplarte aun en la quietud de nuestro descanso. ¡Gracias, muchas gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 14 de marzo de 2017

Aun así nos regocijaremos en nuestro Dios

No temerá recibir malas noticias; su corazón estará firme, confiado en el Señor. 
Salmo 112:7.

Lectura: Salmo 112:1-10.  Versículo del día: Salmo 112:7.

MEDITACIÓN DIARIA

La vida no es un dechado de rosas o si lo es, recordemos que estas tienen espinas y espinas que se clavan profundo y duelen. Así que tendremos días felices y días tristes. No por ser cristianos estamos exentos de aflicciones; el Señor mismo nos dijo que las tendríamos en el mundo pero que confiáramos en Él, puesto que Él venció al mundo (Juan 16:33). Una consecuencia de estar firmes en la adversidad nos la da el versículo 1 de la lectura: si tememos al Señor y nos deleitamos en sus mandatos, no importan las tempestades que vengan con vendavales y tornados. Recordemos que todas las cosas nos ayudan a bien; después de la tormenta llegará la calma y la veremos cargada de luz resplandeciente y de suave y apacible clima. El Señor sabe muy bien por donde nos llevará. Lo importante es entender que estamos siempre de su mano, firmes en la fe y que  así no lo veamos con nuestros ojos carnales, más allá con los espirituales podremos vislumbrar un horizonte abierto y claro para su gloria. “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza” (Proverbios 24:10).
Nuestra confianza no debe estar puesta en lo nuestro ni en lo terrenal, ni en lo que vemos inmediato. Está cimentada en Dios y su Palabra que no nos hace vacilar ni tambalear y que nos permite salir de ese Egipto de la esclavitud  manteniéndonos firmes, como viendo al Invisible al igual que Moisés (Hebreos 11:27). Esta firmeza nos debe conducir a la adoración y a la alabanza, en vez de dejarnos llevar por la quejabanza: “Firme está, oh Dios, mi corazón; ¡voy a cantarte salmos, gloria mía!” (Salmo 108:1); “¡aun así me alegraré en el Señor! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!” (Habacuc 3:18).

Amado Señor: gracias porque tu Palabra que es la que nos da vida y sostiene, nos dice que todas las cosas nos ayudan a bien y lo creemos, lo manifestamos y declaramos. Aumenta nuestra fe para que en tiempos de dificultad nos sustentemos en ella y no tambaleemos. Gracias porque tu poder se manifiesta en la debilidad. ¡Te amamos Señor y te damos toda la honra y la gloria por siempre!

Un abrazo y bendiciones.


lunes, 13 de marzo de 2017

Rompiendo ataduras en nuestros hijos

Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar. 
Jeremías 1:9-10.

Lectura: Jeremías 1: 1-19.  Versículos del día: Jeremías 1:9-10.

MEDITACIÓN DIARIA

Hace unos años leí en mi Biblia un devocional sobre unos padres que con base en los versículos de hoy precisamente, empezaron a orar por su hijita y el Señor hizo su obra en ella.
Cada día que pasa me doy cuenta que estar intercediendo y orando por nuestros hijitos es quizá el primer ministerio que tenemos como madres. Son tantas las acechanzas del maligno y la manera como se ensaña con ellos, que solamente los puede cubrir nuestra oración continua. Hay que orar aun desde antes de ellos nacer; hay que orar así sean bebés, infantes, adolescentes, mayores, casados, solteros o divorciados. En fin hay que orar perennemente por ellos y toda la vida. “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6:12). Y hay que hacerlo teniendo en cuenta el área física,  espiritual, material y emocional. Quizá ni siquiera sabemos cuáles son sus áreas afectadas ni lo que les esté pasando, pero Dios sí lo sabe y desea nuestro clamor por ellos.

Amado Dios, en el Nombre de tu bendito Hijo Jesucristo y con la autoridad que me has dado como madre rompo, destruyo, demuelo, derribo, arranco toda artimaña de Satanás en las vidas de mis hijos. Lucho contra toda fuerza espiritual que se esté levantando en contra de ellos, sea en el campo físico, espiritual, material o emocional. Saco toda avaricia, inmoralidad sexual, mentira, orgullo, prepotencia, celos, envidias, contiendas, engaños, adulterio y fornicación; amor al dinero, desobediencia, ira, sarcasmo, idolatría, brujería, hechicería,  robo, hurto, cleptomanía, no pagar deudas, desorden, menosprecio, altivez,  divisiones, críticas y miedos. Falta de perdonar y de pedir perdón; deseo de suicidio, baja autoestima, apatía o desánimo. Con esta misma autoridad lanzo todo esto al fondo del abismo para que sea quemado con fuego y destruido totalmente. Lanzo a Satanás y a sus secuaces de igual manera y lo reprendo en el Nombre de Jesús que es sobre todo Nombre. Declaro que la bendita sangre de Jesucristo tu Hijo muerto y resucitado por cada uno de ellos  los libera completamente, los limpia, los restaura y regenera. Planto en sus vidas tu bendita Palabra y los levanto como edificios cimentados y fortificados en la fe en Jesucristo, llenos de tu Santo Espíritu y con un corazón nuevo y agradecido para ir a proclamar el mensaje de las Buenas Nuevas a toda persona, reino o nación. ¡Gracias bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 11 de marzo de 2017

Entreguemos palabras de bien decir

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 
1 Pedro 3:9.

Lectura: 1 Pedro 3:8-12.  Versículo del día: 1 Pedro 3:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Concienticémonos profundamente en lo que dice el versículo del día: “bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición”. Humm; estando tan acostumbrados a hablar por hablar y a proferir lo que no es, ¡cuánto más nos cuesta bendecir! Es que bendecir no es solamente decir: ‘bendiciones’, ‘Dios te bendiga’ o ‘te bendigo’; bendecir es un buen decir. Así como maldecir no es solamente decir ‘maldito’sino todo lo que es un mal decir. O sea hablar negativamente o en contra de otra persona.
Muchísimas veces salen de nuestros labios palabras negativas y aun déspotas hacia alguien. Criticamos y despellejamos fácilmente al prójimo. Y si por ejemplo, de la persona que estamos hablando tiene un problema o ha caído, nuestras palabras la pueden hundir mucho más. Recordemos que “En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto” (Proverbios 18:21). Con toda razón nos manda Santiago frenar la lengua (Santiago 3:1-12). Pero a decir verdad, creo que pasamos una y otra vez por ese pasaje y poca importancia le damos, sin tener en mente que a Dios tenemos que responderle por toda palabra hablada: “Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado” (Mateo 12:36).
Hemos recibido una bendición inmensa con el regalo de salvación; además tenemos que desarrollar el carácter de Cristo en nosotros porque así como los genes se transmiten así el Señor nos transmite lo suyo de manera “que se conforme a la plena estatura de Cristo” (Efesios 4:13). En conclusión, regalemos palabras de bien decir que es lo que nos corresponde hacer.

Amado Dios y Señor nuestro: Te rogamos que acalles nuestra boca cuando hablamos lo que no debemos. Pon un sello en nuestros labios si ves que vamos a decir palabras en contra de alguna persona. Ábrelos únicamente para hablar bien de nuestro prójimo, para animar, para consolar y para amar con un corazón limpio, con una buena conciencia y con una fe sincera. Muchas pero muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 10 de marzo de 2017

No es que queramos, es una obligación

Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte “Me arrepiento”, perdónalo. 
Lucas 17:3-4.

Lectura: Lucas 17:1-10.  Versículos del día: Lucas 17:3-4.

MEDITACIÓN DIARIA

Si leemos desde el versículo 1, notaremos que primero habla del que es piedra de tropiezo para los más débiles en la fe y enseguida nos expresa sobre el perdón. Esto se puede dar en el hogar, en la Iglesia, en el trabajo o simplemente en el lugar donde nos encontremos. Si los que están a nuestro alrededor saben que somos cristianos y no damos testimonio con ello, no estamos haciendo nada. Pero pongamos el ejemplo en nuestras Iglesias: no todos son creyentes edificados y si alguien ofende a algún hermano, bien claro nos dice la Palabra que hay que perdonarlo sea las veces que sea necesario, así lo repita en un solo día.
Considero que la falta de perdón es uno de los problemas para que las Congregaciones no crezcan. Incluso puede no ser con un miembro de allí sino con otra persona de afuera. De todas maneras esta acción repercute en la Iglesia. El perdón debe darse con corazón sincero, transparente y con el ingrediente primordial que es el amor. Al final de la lectura el Señor afirma lo siguiente: “Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, deben decir: Somos siervos inútiles; no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber” (v. 10). O sea no es gran cosa que perdonemos y estemos dispuestos a perdonar, es que es una obligación. Y si no lo hacemos no estamos agradando a Dios y lo que no agrada a Dios es pecado; y si en la Iglesia hay pecado es difícil que crezca tanto en miembros como espiritualmente.
Pongamos mucha atención al perdonar y al pedir perdón; es fundamental para la sanidad de la Iglesia.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que siempre es verdad. Rogamos que nos redarguyas con tu Santo Espíritu y nos muestres las áreas en las que estamos fallando y siendo piedra de tropiezo para el crecimiento de la Iglesia. Enséñanos a perdonar como Tú lo haces con cada uno de nosotros. También si es necesario, que aprendamos a bajar la cabeza, dejar el orgullo a un lado y ser humildes para pedir perdón. Gracias por tu misericordia y bondad. ¡Te amamos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.


jueves, 9 de marzo de 2017

Esta es la mujer ejemplar

¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras! 
Proverbios 31:31.

Lectura: Proverbios 31:10-31. Versículo del día: Proverbios 31:31.

MEDITACIÓN DIARIA

Hablemos de la mujer y de su papel principal, que es su hogar. A veces creo que se distorsionan las cosas y se cree que la prioridad de la mujer y aun la del hombre debe ser la Iglesia y así no es. En Mateo 16:18 el Señor dijo: “y sobre esta piedra edificaré mi iglesia”. El Señor mismo se encarga de edificar su Iglesia y no nosotros. De igual manera cualquier persona que tenga un cargo u oficio en la Iglesia debe tener en cuenta las palabras de Pablo dirigidas a Timoteo de gobernar bien su casa; “porque el que no sabe gobernar su propia familia, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?” 1 Timoteo 3:4-5. Esto nos deja muy claro que nuestra primera prioridad es el hogar. Y si vamos a la lectura del día nos encontramos que la mujer virtuosa es toda un ama de casa: hacendosa, vigilante de la alimentación de los suyos, colaboradora en los oficios que pueden dejarle alguna ganancia; se complace al ver la prosperidad de sus negocios. Además es generosa ayudando al necesitado; refleja fuerza y dignidad y no le tiene miedo al porvenir; habla con sabiduría e instruye con amor. Su esposo es respetado en la comunidad; siempre dicen que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Una mujer que apoya, que levanta, que bendice. Esta es la mujer ejemplar. La que es alabada no solamente por su esposo sino también por sus hijos. Es la mujer que teme al Señor y sabe perfectamente cuál es su rol en medio de la sociedad. Ahora la mujer trabaja fuera de casa para colaborar con los gastos financieros. Aun así, no debe perder su perspectiva como mujer que teme a Dios. Ubiquemos nuestras prioridades en el lugar que le corresponde a cada una para no tener equivocaciones. Primero mi relación con Dios, luego familia, trabajo e Iglesia. La mujer que sabe manejar bien sus prioridades se convierte en una mujer que es ejemplo donde quiera que se mueva y hay que reconocerla como tal.

Gracias Señor por la mujer creada para ser ayuda idónea del hombre. Gracias por habernos formado con cualidades diferentes a ellos, precisamente para ser el complemento ideal y formar entre los dos el todo completo. Gracias porque nos has dado una capacidad insuperable de valentía y fortaleza llena de bondad, dulzura y ternura que no nos cuesta dar. Solo te pedimos que cada día seamos más portadoras de esos dones con los que nos has dotado y podamos brindar a nuestra familia y sociedad un halo del amor tuyo reflejado en nosotras.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 8 de marzo de 2017

De la misma manera que medimos seremos medidos

Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. 
Lucas 6:38.
Lectura: Lucas 6:37-45.  Versículo del día: Lucas 6:38.

MEDITACIÓN DIARIA

Miremos el versículo del día teniendo en cuenta todo el contexto que nos habla del juzgar a los demás: no juzguen, no condenen, perdonen (v. 37). Y continúa: den y se les dará; medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Concluyendo: “con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”. Esto no es más que aprender a ser sensatos y no abrir la boca más de la cuenta para juzgar, porque con eso mismo que juzgamos seremos juzgados por los demás. Estamos tan acostumbrados a mirar los errores de los otros que somos ciegos y no vemos los nuestros. “¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que tienes en el tuyo?” (v. 41). ¡Qué fácil es poner el dedo acusador en el prójimo y qué difícil aceptar que somos peores que ellos! Casos se ven por montones por todos los ámbitos. E incluso en los mismos hogares: ¿cuántos padres critican a sus hijos sin darse cuenta que ellos mismos fueron o son la raíz de lo que ahora reprochan? Ejemplos claros: el adulterio, la violencia, el maltrato, la ira desenfrenada, las palabras soeces, las borracheras, etc. 
Aprendamos a ser prudentes, misericordiosos y compasivos dando amor si tenemos que reprender. No nos dejemos llevar por las habladurías ni el chisme que nos llevan a calumniar y a juzgar a priori. Podemos exhortar al hermano pero siempre con sabiduría y guiados por el Espíritu Santo, no por nuestros propios sentimientos. 

¡Oh Dios! Enséñanos a no ser ligeros en el acusar y juzgar. Perdona las veces que hemos caído en este pecado y danos la firmeza y el carácter necesario para reconocer primero nuestros defectos. Permite que examinemos nuestras vidas, las limpiemos y saquemos lo que nos está haciendo daño, antes de querer sacar la del hermano que muy seguramente será mucho menor que la que nos está afectando. ¡Gracias mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 7 de marzo de 2017

Amar al enemigo es una orden

¿Acaso me he alegrado de la ruina de mi enemigo? ¿Acaso he celebrado su desgracia?
Job 31:29.

Lectura Job 31:29-34.  Versículo del día: Job 21:29.

MEDITACIÓN DIARIA

Job como hombre justo delante de Dios era consciente de su relación aun con sus enemigos. Nosotros también necesitamos amar a los enemigos. El Señor nos lo mandó: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mateo 5:44), y aclara que si no amamos a los enemigos, quiere decir que no somos hijos del Padre (Mateo 5:45). Si hacemos lo contrario, no estamos haciendo nada porque ¿si solo amamos a los que nos hacen bien, qué gracia hay? (Mateo 5:46). Al final de cuentas, quien se hace daño es quien se alegra y muy seguramente la otra persona ni siquiera se dará por enterada. Por otro lado, si la ofensa es bastante grande podemos dejarla en manos del Señor, quien se encargará de pelear por nosotros y ganar la batalla: “porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor. Antes bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Mateo 5:19b-21).
Esta es la manera correcta de actuar y es lo que el Señor nos pide que hagamos. ¿Estamos dispuestos a obrar de esta manera? ¿Le vamos a obedecer? Miremos que no es solamente una sugerencia: “Amen a sus enemigos”, el verbo amar está en imperativo o sea es una orden que debemos acatar, gústenos o no. “No te alegres cuando caiga tu enemigo, ni se regocije tu corazón ante su desgracia, no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe, y aparte de él su enojo” (Proverbios 24:17-18).

Amado Señor: Gracias por tu Palabra. Perdona si en nuestro corazón todavía existen sentimientos de rechazo, de discriminación, de envidia, de altivez, de orgullo contra las personas que nos han hecho daño. No permitas que jamás nos alegremos de ver al enemigo en desgracia. Enséñanos a perdonar y a orar por ellos con más ahínco. También enséñanos a tomar la decisión de obedecerte sin buscarle pretextos a tu orden. ¡Bendito eres buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.