viernes, 30 de septiembre de 2016

Si lo he visto y contemplado sé que jamás me dejará

Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida. 
1 Juan 1:1.

Lectura: 1 Juan 1:1-10.  Versículo del día: 1 Juan 1:1.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Juan puede claramente dar testimonio del Verbo de Dios, porque lo oyó, lo vio con sus propios ojos, lo contempló y tocó con sus manos. Pero considero que si en verdad hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador, también tenemos mucho que contar: también lo hemos visto realizar proezas en nuestras vidas porque le hemos oído y contemplado. Somos testimonios andantes del Mesías prometido. Bajo este concepto, el Señor me mostró hoy que si lo he contemplado, si he visto su poder en mí, es porque acepté el amor del Padre que es sinigual: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32). Este Padre mío desea que vea a Jesús en todas las cosas y confíe de la misma manera, que me dará todas las cosas.
Mi pensamiento respecto a Dios y su Palabra no tiene qué cambiar en la adversidad; al contrario, es cuando debo de estar más firme porque Dios jamás me ha abandonado y soy desde la tierra su hija y heredera. El Espíritu mismo le confirma a mi espíritu que soy hija de Dios y por lo tanto heredera (Romanos 8:17) ¡Gloria a Dios! Ninguna arma forjada contra mí prosperará, así que sigo adelante dando gracias a Dios porque entre más difícil sea la circunstancia mayor será la bendición.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que cada nuevo día nos instruye y fortalece. Enséñanos a mirar lo que no se ve, a esperar lo invisible y a entender que eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. Gracias porque he podido ver tu poder y gloria en mi vida; te he contemplado y me has demostrado en infinidad de veces tu amor. Gracias porque jamás me dejarás ni abandonarás. ¡Te amo mi Señor! ¡Tú eres nuestra fortaleza en tiempos de angustia!

Un abrazo y bendiciones. 

jueves, 29 de septiembre de 2016

Acudamos al fruto del Espíritu en toda circunstancia

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. 
2 Timoteo 1:7.

Lectura: 2 Timoteo 1:1-18.  Versículo del día: 2 Timoteo 1:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Respecto al credo que nos corresponde dice la lectura: “Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor”; “Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste” (vv. 8 y 13). Recordemos que si nos avergonzamos del Señor y de sus palabras, Él igual, se avergonzará de nosotros cuando venga en su gloria (Lucas 9:26). Por otro lado en este tiempo tan convulsionado y donde Satanás se está moviendo en las iglesias cristianas para desviarlas, tenemos que apegarnos fuertemente de la Palabra para no desviarnos de la sana doctrina demostrando siempre que el amor de Dios se refleja en cada uno y que ese es el que podemos extender a los que nos rodean. El amor todo lo puede y lo soporta. El amor perdona y es básico para practicar la sana doctrina.
Personalmente considero que este versículo no solo nos sirve en el ministerio que tenemos como cristianos, sino también para tenerlo en cuenta en los diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana. Me explico, por ejemplo: no debemos tener miedo o timidez para hablar del mensaje de salvación que ya conocemos. Tenemos el poder, el amor y el dominio propio que son parte del fruto del Espíritu Santo quien ya mora en nosotros y debemos apropiarnos de Él. Igual podemos ponerlo en práctica cuando tengamos que enfrentarnos a una situación en la que nos cuesta hablar o exponer algún tema relacionado con trabajo o estudio.
Creo que a Dios no se le olvidó ningún texto concerniente a nuestro modo de vivir, porque precisamente la Biblia es el Manual por excelencia para que el hombre (generalizando), sepa cómo manejar su vida aquí en la tierra. Acudamos al fruto del Espíritu en toda circunstancia.

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es verdad. Verdad que nos enseña, que nos corrige y que nos dirige en el diario caminar contigo. Te pedimos que nos des denuedo para compartir a otros lo que sabemos de Ti y también danos el valor necesario para enfrentarnos a las dificultades con poder y dominio propio, sabiendo que Tú tienes el control absoluto de nuestras vidas. ¡Gracias Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cuidémonos de amar el dinero

Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. 
1 Timoteo 6:10.

Lectura: 1 Timoteo 6:1-21.  Versículo del día: 1 Timoteo 6:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Así es; el amor al dinero no solo desvía a las personas cristianas del verdadero camino. Es el causante de discordias entre familias e incluso de divorcios. Si observamos detenidamente todo lo que hace la avaricia, encontramos que no le importa matar con tal de cumplir su cometido. Es la raíz de la codicia, de la envidia, de la usura, de la corrupción, de la destrucción, del homicidio y hasta de la prostitución. Son muchos los pecados que se derivan por solo el amor al dinero.
El dinero no es malo cuando se obtiene sanamente y además si se aprovecha esa riqueza en bien de los demás. Pablo le aconseja a Timoteo lo siguiente: “A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.  Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen” (vv. 17-18). Bien lo dice aquí la Escritura: las riquezas son inseguras: hoy están y mañana ya se esfuman; “Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas” (Proverbios 23:5). Por eso nuestra esperanza debe de estar cimentada en Aquel que es el Dueño de todo el oro y la plata del mundo: en Dios nuestro Señor. Cuidémonos de amar el dinero y de anteponerlo por encima de Dios o de nuestra familia.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra. Te rogamos que nos enseñes a manejar el dinero y los bienes que nos has provisto con mesura sabiendo que de ellos también tenemos que darte cuenta. Danos sabiduría para administrar las finanzas que nos has encargado mientras estemos en este peregrinaje. ¡Bendito eres Señor! ¡Eres nuestro Proveedor y Sustentador!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 27 de septiembre de 2016

El corazón humillado busca la justicia y la misericordia

¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. 
Miqueas 6:8.

Lectura: Miqueas 6:1-8.  Versículo del día: Miqueas 6:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Vemos que son tres aspectos los que espera el Señor de nosotros: practicar la justicia, amar la misericordia y humillarnos ante nuestro Dios. Creo que la base de los tres es la humillación ante Dios. Al corazón contrito y humillado, no lo despreciará Dios (Salmo 51:17). Y es que cuando se quebranta el espíritu ante el Señor, Él empieza a ser una limpieza total desechando lo que nos hace daño y dejando lo demás intacto. De este modo, ya con un corazón limpio nos queda muchísimo más fácil practicar la justicia y amar la misericordia.
La justicia y la misericordia se practican en todos los niveles; no podemos pensar que esto solo le corresponde al estado, la empresa o la familia. Cada quien tiene la obligación de practicarlas en el diario vivir. Recordemos que si aprendemos a ser fieles en lo poco, el Señor nos pondrá a cargo de mucho más (Mateo 25:23). Tanto la justicia como la misericordia nos piden despojarnos de todo aquello que nos es difícil dejar. Dios busca que llevemos una vida recta.
Busca el rostro del Señor en especial por la mañana; habla con Él, cuéntale tus alegrías y tristezas; pero sobre todo pídele perdón por no obedecerle y empieza a agradarle haciendo lo que al Señor le gusta. Hay que perseverar en hacer lo bueno (Romanos 2:7). Justicia y misericordia nos pide, eso practiquemos.

Amado Señor: Gracias porque hoy nos enseñas lo que te agrada. Queremos aprender ante todo a humillarnos ante Ti para que de este modo de nuestro corazón brote amar la justicia y la misericordia. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


lunes, 26 de septiembre de 2016

Su paciencia significa salvación

El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan. 
2 Pedro 3:9.

Lectura: 2 Pedro 3:1-18.  Versículo del día: 2 Pedro 3:9.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pedro en esta Carta nos dice que muchos se burlarán de nosotros porque esperamos la Segunda Venida de nuestro amado Señor. Personalmente respecto al versículo de hoy, estoy más que convencida de eso: el Señor, no tarda en cumplir sus promesas. Más bien, si a nosotros nos parece que el tiempo se detiene, para Él no es así. A pesar de estar apesadumbrada porque ayer precisamente murió la tía de mi esposo y también ayer, una tía mía; le doy gracias al Señor porque me permitió haberles compartido el mensaje de salvación tanto a la una como a la otra y porque tuve la oportunidad de ir a visitarlas en este viaje. Ambas pasaban los 90 años y qué importa en este momento la edad, si bien nos dice aquí la Escritura: “que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (v. 8). Su misericordia no tiene límites y su paciencia no se agota con tal de ver a las almas arrepentidas. “Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación” (v. 15).  
Entonces nos exhorta: “¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios?”; “Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él”. (vv. 11-12; 14). ¡Eso es lo que nos corresponde!

Amado Señor: Gracias porque los tiempos están en tus manos y no importa la edad con tal de ver a las personas en tu reino. Gracias porque en verdad esa paciencia tuya significa salvación y lo podemos comprobar aun con nuestros seres queridos. Te doy toda la gloria y adoración por tu infinito amor y misericordia. Enséñanos a esperarte en santidad. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Eres nuestro Pastor por excelencia

Me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. 
Salmo 23:3.

Lectura: Salmo 23:1-6.  Versículo del día: Salmo 23:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente, el Señor cuida tanto de sus ovejitas que cuando ya no deseamos pararnos para seguir caminando, nos levanta renovando nuestras fuerzas. Asemejo este versículo con la imagen de Jesús llevando una ovejita en sus brazos y la verdad, me imagino cuando estoy tan cansada y agotada que así me cargará. Es que, no sé, pero el Señor se las ingenia para en un momento dado transportarme a verdes prados y a aguas tranquilas para calmar mi ansiedad y darme sosiego. ¡Gracias Señor por tu cuidado y fidelidad!
David compuso este Salmo y sabía exactamente la misión puesto que fue el pastor del rebaño de su padre. Conocía perfectamente las necesidades de su redil y sus deberes para con ellas no se hacían esperar. Vemos que el pastor de una manada busca siempre proveerles resguardo, verdes pastos, agua, e incluso protección a sus ovejitas. Este Salmo nos invita a buscar en nuestro amado Señor, al Pastor por excelencia. “Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas” (Isaías 40:11). Jesús el buen Pastor las conoce perfectamente y las llama a cada una por su nombre, las saca del redil y va delante de ellas; sus ovejas le siguen porque reconocen su voz (Juan 10:3-4).
Dejémonos guiar, amar y consentir por nuestro buen Pastor. Él sabe el momento y el tiempo exacto en que tiene que levantarnos y llevarnos cargados; entiende y conoce nuestras necesidades y nos provee de alimento, agua, refugio y consuelo.

Amado Señor Jesús: gracias por ser tan especial. Gracias porque como el mejor de los Pastores, cuando nos ves lastimados y en soledad, vienes a nosotros para hacernos compañía, curar las heridas y renovar nuestras fuerzas, permitiéndonos descansar en tu regazo. ¡Te amamos bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.


viernes, 23 de septiembre de 2016

Es nuestro deber orar y actuar

Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos. 
1 Timoteo 2:5-6a.

Lectura: 1 Timoteo 2:1-15.  Versículos del día: 1 Timoteo 2:5-6a.

MEDITACIÓN DIARIA

Mirando el contexto no solamente se nos exhorta a hacer oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos. Nos dice: “especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades”; haciéndonos énfasis que esto le agrada a Dios porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (vv. 1-4).  Ahí si viene precisamente el versículo del día: “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos”.
Considero que lo que el Señor desea es que así como oramos y les compartimos a amigos, familiares y conocidos, también lo hagamos de una manera especial por nuestros gobernantes y autoridades. Nosotros somos muy dados a la crítica y al dedo acusador con ellos, ¿pero será que sí practicamos lo que nos manda el Señor? El versículo 2b nos confirma la consecuencia de esta obediencia: “para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna”. Definitivamente, la paz empieza en cada uno de nuestros corazones, y desde ahí se irradia hacia los demás. Es importante anotar que somos portadores del mensaje de las Buenas Nuevas para los gobernantes y autoridades. ¡También por ellos murió el Señor!
Reflexionemos sobre lo que el Señor nos manda y enseña a través de esta lectura para que lo pongamos en práctica y aportemos nuestro grano de arena no solo por la paz, sino especialmente por esas vidas que también necesitan de Dios y alcanzar la vida eterna.

Amado Señor: Hoy oramos por todas las autoridades de nuestro país de origen y del país donde nos has traído. Por sus gobernantes, por quienes ejercen las leyes y por los que se les encomienda la justicia. No solamente queremos orar, también actuar. Ábrenos caminos que nos conduzcan hacia ellos y podamos mostrarles que si están ahí es porque Tú los colocaste y que necesitan voltear los ojos hacia Ti. Que sepan que no existe otro nombre en el que podamos ser salvos, sino únicamente en el tuyo. Gracias Señor por ellos y gracias por la tan anhelada paz de todas nuestras naciones.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Estar alerta ante los falsos maestros

En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. 
2 Pedro 2:1.

Lectura: 2 Pedro 2:1-22. Versículo del día: 2 Pedro 2:1.

MEDITACIÓN DIARIA

La Biblia, la Palabra de Dios que nunca pasa ni desaparecerá, nos confirma aquí lo que ahora vemos que está sucediendo dentro de la Iglesia del Señor. El apóstol Pedro nos alerta sobre los falsos maestros que vendrían, y ya los encontramos en medio de nosotros. Lo triste es que con sus palabrerías y sermones han engañado a multitudes. “Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad” (v. 29. Sí, son muchos los que entran a aquellas falsas por lo general mega-iglesias y siguen como idos a esos embaucadores ‘pastores’. “Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas” (v. 3). Observemos otros apartes de lo que en verdad demuestran: “¡Atrevidos y arrogantes que son!”; “Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecar; seducen a las personas inconstantes; son expertos en la avaricia, ¡hijos de maldición!  Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir la senda de Balán, hijo de Bosor, a quien le encantaba el salario de la injusticia”;  “Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado” (vv. 10; 14-15 y 19).
Quizá muchos de ellos algún día conocieron el camino recto y se desviaron. Infortunadamente se dejaron llevar por la codicia y la avaricia. Recordemos que el amor al dinero es el principio de todos los males (1 Timoteo 6:10); es una raíz que va creciendo desaforadamente y ciega la mente y el espíritu. En mi concepto, respecto al tema, es abrirle de par en par las puertas a Satán para que entre, se salga con la suya y engañe a toda una Congregación. ¡Cuánta maldad están sembrando estos aparentes predicadores! Con razón dice aquí mismo la lectura lo siguiente: “Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha” (v. 3b en la lectura).
Por eso es tan importante aprender la Palabra y confrontarla con lo que se predica. El conocimiento de la verdad no permitirá que seamos ilusos y nos dejemos engañar.

Amado Señor: Hoy oramos por los fieles de esas mentirosas iglesias que están engañados y no han abierto sus ojos al verdadero mensaje tuyo de salvación. Tú conoces Señor los corazones de todos ellos y sabes librar a los que viven como lo deseas. Te rogamos que los llenes de tu Santo Espíritu y les des el discernimiento necesario para que salgan de ahí en donde están encarcelados y busquen la verdadera libertad. ¡Gracias mi Señor por escucharnos!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Promesas y profecías para nosotros

Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor. 2 Pedro 1:2.

Lectura: 2 Pedro 1:1-21.  Versículo del día: 2 Pedro 1:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Nosotros los cristianos somos privilegiados; al conocer al Señor se nos abre el panorama y empezamos a entender su Palabra: “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (v. 3). Pedro nos insta a acogernos de sus promesas  preciosas y magníficas (v. 4); promesas que son para nosotros y que si nos las dio, no son para rechazarlas ni hacer caso omiso de ellas. Es para que estas nos impulsen a afirmarnos en la fe. “Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (vv. 5-7). El apóstol  enseña que si estas cualidades abundan nos harán crecer en el conocimiento, y además no permitirán que seamos improductivos e ineficientes (v. 8). Tenemos que ponerlas en práctica para no convertirnos en cristianos carnales sino espirituales.
También Pedro quien convivió con el Señor Jesucristo puede dar veracidad sobre la Escritura y sus profecías ya que él mismo pudo comprobar que Jesús era el enviado del Padre, “cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él” (v. 17). Por lo tanto nos instruye en lo siguiente: “Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie.  Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo” (vv. 20-21). Personalmente considero muy importante lo dicho por Pedro, ya que en la actualidad no son las profecías de la Escritura las que prevalecen, sino las de cantidad de impostores que haciéndose llamar ‘profetas’ engañan y confunden a los del rebaño del Señor.
Como conclusión: el conocimiento verdadero de nuestro Salvador nos llevará a poseer la gracia y paz que necesitamos para desenvolvernos en este mundo caído. Busquémosle sinceramente y marquemos la diferencia como cristianos acogiendo sus promesas, y teniendo la bendita esperanza de las profecías de la Escritura. Esto nos incentivará no solo a llevar una vida recta sino también a ser productivos como discípulos del Señor, para que su obra crezca y se extienda por todo el universo.

Amado Señor: Gracias por tu instrucción. Gracias por ser parte de los tuyos. Gracias por las promesas con las que nos alimentas cada día, y gracias porque sabemos que volverás para llevarnos Contigo y estar por siempre a tu lado. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 20 de septiembre de 2016

Gracias Señor porque en Ti puedo confiar

No te quedes tan lejos de mí, porque se acercan dificultades, y nadie más puede ayudarme. Salmo 22: 11 NTV.

Lectura: Salmo 22:1-15.  Versículo del día: Salmo 22:11.

MEDITACIÓN DIARIA

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda?” (v. 1). A veces estamos tan cargados y agobiados que nos sentimos abandonados; como lejanos de su presencia y le preguntamos al Señor el porqué de esa situación. Pienso que lo exclamado por David en este Salmo a menudo nos pasa también. La gente que no está empapada de la Palabra de Dios empieza a cuestionarnos y están listos para juzgarnos y lanzarnos frases como éstas: “¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo rescate!” (v. 8). Es que palabras más palabras menos, eso es lo que nos dicen.
“¡Oh Señor, no te quedes lejos! Tú eres mi fuerza, ¡ven pronto en mi auxilio!” (v. 19). Así como David abría su corazón al Señor haciéndole saber su debilidad y su angustia, así debemos nosotros dirigirnos al Señor. ¿Para qué le vamos a mentir? Él lo sabe todo y nada de lo nuestro se le ha escapado; no tenemos que hacernos los invencibles. Si por algo Dios amaba a David, era por la sinceridad de su corazón. Estoy convencida que si estoy afligida, si estoy llorando no puedo presentarme y decirle lo contrario. Me puedo engañar y engañar a los demás, pero con Dios no lo puedo hacer. Más bien debo estar segura de que esa situación servirá para que después de levantarme lo proclame con más ansia delante de los suyos y de los que no creen.  Para que nuestros hijos también le sirvan e incluso los que no han nacido, un día sepan de las maravillas y proezas que realizó en medio de nosotros (vv. 30-31). ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!

Amado Señor: bien sé yo que toda dificultad es para bien. Tú mismo dijiste que en este mundo tendríamos aflicciones pero que confiáramos en Ti, porque tú venciste al mundo. En medio de mis dificultades sé que eres el único que puede venir en mi ayuda. Acudo a Ti porque no tengo a nadie más para ir. Gracias Señor por ser mi socorro y mi libertador. ¡En Ti puedo confiar!   

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Enséñanos a anunciar este mensaje con denuedo

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores. 
1 Timoteo 1:15.

Lectura: 1 Timoteo 1:12-20.  Versículo del día: 1 Timoteo 1:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo le habla a Timoteo a quien considera su hijo espiritual sobre la gracia que el Señor le regaló sin ser en lo más mínimo digno de ella. Pero miremos lo que nos dice acerca del mensaje de Cristo Jesús: que vino a darle salvación a los pecadores y empezando por el propio testimonio de Pablo, nos confirma por consiguiente que es digno de crédito y merece ser aceptado por todos.
¿Cómo podemos anunciar lo que Pablo aprendió y proclamó? Igual: primero que todo permitiendo que nuestro testimonio sirva para que otros comprueben el amor y la misericordia de Dios. Es que sin lugar a dudas tuvo que existir un antes de Cristo y un después de Cristo; entonces, nuestro nuevo modo de vida tiene que llamar la atención a los que no lo conocen. Sin lugar a duda alguna, esto permitirá que nos movamos firmemente en el Señor, para pelear también la buena batalla manteniendo la fe y la buena conciencia (vv. 18-19a).

Amado Señor: Tampoco puedo callar la bondad que has tenido conmigo. Tú viniste al mundo a salvar a los pecadores. Enséñame a anunciarte con el mismo denuedo que lo hacía Pablo para también ser ejemplo. “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (v. 17).  

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 17 de septiembre de 2016

¡Qué bueno es saber amar!

Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las banderas. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones! 
Salmo 20:5.

Lectura: Salmo 20:1-9.  Versículo del día: Salmo 20:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Amor y amistad: sentimientos que fluyen en los corazones  cuando hay paz, sosiego y cordialidad. Dios es amor y el que no ama no ha conocido a Dios (1 Juan 4:8). Si decimos que le conocemos, entonces que reine en medio de nosotros estos bellos sentimientos. Como dice la canción de nuestros años escolares: ‘La amistad viene de Dios y a Dios debe volver; que bueno es saber amar’.
Y puesto que hoy en mi país se celebra el día del Amor y la Amistad, para todos los que siguen estos devocionales sean colombianos o no, estos son mis deseos:
“Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja.  Que te envíe ayuda desde el santuario; que desde Sión te dé su apoyo. Que se acuerde de todas tus ofrendas; que acepte tus holocaustos. Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes” (vv. 1-4).

Amado Señor: Gracias por el amor que Tú nos ofreciste al venir a morir por nosotros sin merecerlo. Enséñanos a valorar los sentimientos de amor y amistad, como dos piedras valiosas que necesitamos para convivir y hacernos la vida más agradable. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones,


viernes, 16 de septiembre de 2016

Nuestro testimonio marcará la diferencia

Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 1 Pedro 3:15.

Lectura: 1 Pedro 3:8-22.  Versículo del día: 1 Pedro 3:15.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pedro nos insta a hacer en todo momento el bien. Así que con amor es como podemos conquistar a otros para Cristo. Nuestra vida tiene que ser tal, que demuestre ante los demás la razón de nuestro vivir. El testimonio que presentemos es clave para que los que nos rodean continuamente sea en el trabajo, estudio, vecindario o familia, se motiven a preguntarnos lo que hay en nosotros que nos hace diferentes. Entonces, es cuando debemos hablarles de la bendita esperanza que tenemos en el Señor Jesús de una vida por siempre a su lado. “Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo, se avergüencen de sus calumnias”. (v. 16).
Muy importante tener en cuenta el anterior versículo, porque no podemos hablarles con rudeza ni queriendo imponerles con austeridad la Palabra de Dios. Debemos ante todo ser mansos; entendiéndolos ya que antes de conocer al Señor, éramos iguales. “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios” (v. 18). De este modo, los que nos difaman o burlan se avergonzarán al comprobar nuestra vida recta. Y si no es así, en vez de discutir y enfrentarnos a ellos, nos corresponde bendecirlos (v. 9).

Señor Jesús: Nuestro interés es que otros te conozcan al igual que nosotros te conocemos. Ante todo te rogamos que pongas en cada uno, una sobredosis del amor tuyo para saber llegarles. Permite que más que con palabras, los conquistemos con el testimonio diario de nuestro comportamiento. Sabemos que los ojos del mundo están listos a juzgarnos, pero haz que predomine el amor de tal manera que si nos vituperan reine una palabra de bendición y una sonrisa de amor hacia ellos. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Esa es la belleza que vale

Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. 1 Pedro 3:3-4.

Lectura: 1 Pedro 3:1-7.  Versículos del día: 1 Pedro 3:3-4.

MEDITACIÓN DIARIA

Estos versículos van dirigidos a las esposas y nos exhorta a ser mujeres que nos preocupemos más por la belleza interior que por la exterior. Al final de cuentas la que importa es la de adentro, “la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible”. La belleza externa es tal como dice Proverbios 31: “Engañoso es el encanto y pasajera la belleza” (Proverbios 31:30a); La belleza exterior se va deteriorando, se acaba y no es eterna. Mientras que la de adentro es la belleza que vale y perdurará por siempre: “la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31:30b).
O sea que la única manera de poseer belleza interior es a través del temor al Señor y esto lo aprendemos cuando lo conocemos y estudiamos su Palabra. Jesús nos quiere llenar con su Santo Espíritu, embriaguémonos de Él y gocemos de su fruto. ¿Queremos tener hogares donde reinen la paz, el amor, la cordialidad, la comprensión y el respeto? Entonces reflejemos en  rostros y actuaciones al que vive en nuestros corazones. Como mujeres tenemos una bonita misión para cumplir, no la desperdiciemos. Busquemos la belleza interior.

Amado Señor: Queremos ser mujeres que de verdad te amen y lleven tu nombre dignamente. Mujeres aguerridas y valientes que sepamos enfrentarnos a las dificultades y que a la vez confiemos plenamente en Ti. Mujeres de oración y de acción. Ayudas idóneas y no cargas idóneas. Gracias porque Tú has puesto en nosotras un ingrediente de suavidad y ternura. Enséñanos a demostrar esas virtudes con las cuales nos has adornado para que tanto esposo como hijos te busquen y amen como lo deseas. ¡Esta es la belleza que vale!

Un abrazo y bendiciones.


miércoles, 14 de septiembre de 2016

Convertirnos en un Jonás

Jonás se fue hacia Nínive, conforme al mandato del Señor. Ahora bien, Nínive era una ciudad grande y de mucha importanciaJonás 3:3.

Lectura: Jonás  3:1-10. Versículo del día: Jonás 3:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Después de ser expulsado por el pez Jonás obedeció y se fue a Nínive, proclamando el mensaje que Dios le había dado para que la gente se arrepintiera: “¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida! Y los ninivitas le creyeron a Dios, proclamaron ayuno y, desde el mayor hasta el menor, se vistieron de luto en señal de arrepentimiento” (vv. 4b-5). Lo interesante es que Nínive a pesar de su importancia, volteó los ojos al Señor, y el Señor los perdonó. Hasta el rey de allí al escuchar el mensaje de Jonás se levantó de su trono para decretar que toda persona y animal entrarían en ayuno completo y les ordena dejar el mal camino y arrepentirse de sus hechos violentos con la esperanza de que Dios cambiara de parecer y no los destruyera (vv. 7-9). Así sucedió: “Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado”.
Miremos la bondad y misericordia de Dios. Él nunca deja por puertas al pecador arrepentido. Lo interesante de este pasaje es hasta dónde penetró el mensaje de Jonás que hizo incluso que su mandatario también clamara a Dios pidiendo perdón. Definitivamente cuando las personas se humillan y voltean los ojos a su Creador, Él les escucha. “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” (2 Crónicas 7:14). Ahí está la promesa. Dios no miente. Dios puede restaurar nuestra tierra y perdonar el pecado de nuestra nación. Volteemos los ojos hacia Él para que tengamos la anhelada paz. Aquí entra dejar el odio, el rencor y la venganza. Perdonemos y también recibiremos perdón. Convirtámonos en un Jonás cada uno de nosotros. Pregonemos arrepentimiento para que nuestras tierras no sean destruidas.

Amado Señor: Muchas gracias porque solamente Tú nos miras con compasión y esperas hasta el último momento deseando que el hombre pecador se arrepienta. Te pedimos perdón por los pecados de nuestro país. Por tanto odio y resentimiento generados por la violencia y la injusticia social. Enséñanos a perdonar para de ese mismo modo recibir el tuyo y que nuestra tierra pueda ser restituida y restaurada junto con las personas que la habitan. Gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 13 de septiembre de 2016

Eres Tesoro incomparable




Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. 1 Pedro 2:4.

Lectura: 1 Pedro 2:1-12.  Versículo del día: 1 Pedro 2:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Cristo no es cualquier piedra, es la más preciosa de todas; ni siquiera un diamante se le puede comparar porque esta piedra es incomparable. Lo triste es que apreciamos y desearíamos tener las mejores piedras preciosas con nosotros; pero esta, que vive, que tiene un valor insuperable y resplandece con sus rayos luminosos alumbrando el camino, está rezagada. A un lado porque el hombre ciego no alcanza a percibir su valor. Por eso dice: “rechazada por los seres humanos” porque “Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron” (Juan 1:11).
Si valoramos por su belleza y esplendor un diamante, ¿cuánto más entonces deberíamos valorar a Cristo? Dejémonos seducir y querer poseer entre nosotros la piedra que sí vale. Las demás son míseras y en vez de edificarnos nos hacen tropezar.
“Así dice la Escritura: Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado” (v. 6 en la lectura). Si nos aferramos a esa piedra principal, podemos ir cimentando y levantando una casa espiritual. Yo te pregunto: ¿Quieres ser parte de los que edifican una casa espiritual? Cógete de esa preciosa piedra y guárdala dentro de lo más profundo de tu corazón. Mira que hay una promesa: “no serás jamás defraudado”.

Amado Jesús: Tú eres esa Piedra preciosa. En verdad los que te hemos buscado tenemos el mayor tesoro que alguien pueda poseer. ¡Gracias mi Señor! Gracias porque eres la Piedra viva que todos necesitamos para sobre ella seguir edificándonos. Enséñanos a valorarte y guardarte como la joya más preciada en nuestras vidas. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


lunes, 12 de septiembre de 2016

El deber de trabajar

Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que sólo se ocupan de lo que no les importa
2 Tesalonicenses 3:11.

Lectura: 2 Tesalonicenses 3:6-15.  Versículo del día: 2 Tesalonicenses 3:11.

MEDITACIÓN DIARIA

A mí me impresiona ver cómo la Biblia es la respuesta a toda situación. Y si creemos que a Dios se le olvidó algún tema como el del trabajo o el de respetar a las autoridades, a los jefes de gobierno, etc., estamos equivocados. Dios a través del apóstol Pablo muy claramente llama la atención a los vagos que no trabajan en nada y se ocupan de lo que no les importa.  Miremos lo que dice más adelante: “A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida” (v. 12). No es si se quiere, no es si mes gusta y mucho menos no es si me conviene: es una orden. Y Pablo les está hablando a los de la Iglesia, no a los de afuera. Siempre pone su trabajo como ejemplo: “Nosotros no vivimos como ociosos entre ustedes, ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de ustedes” (vv. 7- 8). Aparte de su ministerio como cristiano, Pablo trabajaba y no era un trabajo fácil porque dice “arduamente y sin descanso”.
Como para terminar debemos ponernos el overol del trabajo porque es clara la exhortación: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (v. 10). Así de sencillo: no tiene derecho a pedir comida si no le gusta trabajar. Dios desde el mismo Génesis lo mandó: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente” (Génesis 3:19). Así es de importante el trabajo para Dios.

Amado Señor: Gracias por enseñarnos sobre el trabajo y lo que esperas que hagamos al respecto. Gracias por el trabajo que nos has dado. Queremos ser testimonio para todos los que nos conocen, en especial para aquellos que son nuestros familiares y allegados.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Tú lo encierras todo

Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Salmo 19:2.

Lectura: Salmo 19:1-6.  Versículo del día: Salmo 19:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Todo el Salmo 19 me parece hermoso, pero sus primeros versículos sobrepasan esta belleza. Es que la inspiración del rey David va más allá de donde normalmente imaginamos. Sólo la sabiduría dictada por el Espíritu Santo pudieron plasmar esas palabras tan profundas para darnos a conocer la grandeza de nuestro Dios. Nos hace entender que no hay necesidad de ser tan elocuentes descifrando la creación divina, porque el mismo correr del día tras el día y de la noche tras la noche, ya de por sí solos, nos llevan a admirarla. “Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!” (vv. 3-4a).
¡Oh Dios! ¿Aún me queda difícil comprender por qué el hombre no cree en Ti? Ese tu día va compartiendo la noticia que no se hizo solo, y le rinde honor y gloria a su Creador. Sigue su curso, al igual que el sol que no se detiene, y continúa su recorrido sin parar. Todo fue y está milimétricamente diseñado de tal manera que ni el día ni la noche se detienen. El sol radiante nunca se estrella con su hermana luna ni pelean entre sí, por el uno alumbrar el día y la otra resaltar la noche. ¡Bello diseño divino! “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos” (v. 1).

Señor y Dios: Tu naturaleza nos inspira, nos quebranta y a la vez nos hace reflexionar sobre tu poder y majestad. Como dice la canción: ninguno te reclama por qué los hiciste así; al contrario, se juntan en el firmamento para exaltarte y con su andar pausado y firme exaltar la obra de tus manos. Tu grandeza Señor es inescrutable. Eres el Rey, el Amo, el Señor. Eres la belleza, la armonía, la exactitud y la delicadeza. ¡Tú lo encierras todo! ¡Te amamos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 9 de septiembre de 2016

¡Alabado y exaltado seas por siempre Roca mía!


El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! 
Salmo 18:2.

Lectura: Salmo 18:1-50.  Versículo del día: Salmo 18:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Tenemos que aprender a invocar al Señor, igual que lo hacía el rey David. No podemos dejar que las aflicciones nos cojan y nos den tres vueltas; y no porque tengamos cargas pesadas olvidarnos del único que nos puede sacar a flote. Tenemos en Cristo, el mejor refugio para resguardarnos: “En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!” (v. 6). Así no lo creamos Él sí nos escucha y está pendiente. Si nosotros no somos fieles, Él sigue siéndolo; su fidelidad es inmutable: “Tú eres fiel con quien es fiel, e irreprochable con quien es irreprochable; sincero eres con quien es sincero, pero sagaz con el que es tramposo” (vv. 25-26).
La verdad es que si estamos haciendo las cosas bien podemos recurrir siempre al Único que saca la cara por nosotros. Al que está listo a tendernos su mano y sacarnos adelante; al que nos revindica. ¡Pero mucho ojo! Al Señor nadie lo engaña y cuando se hacen las cosas mal queriendo engañar a los demás dice el dicho: ‘arriba está quien abajo mira’. El Señor es sagaz y le sale adelante al tramposo. No nos preocupemos por el que nos hace mal; en las batallas difíciles tenemos quien pelee por nosotros. Esto fue lo que David vivió con el rey Saúl quien por desobediencia perdió el trono y se fue contra David buscándolo siempre para matarlo. Al final la victoria dirigida por la mano de Dios, le dio el triunfo a David su siervo.

¡Gracias mi Señor porque Tú vives! ¡Alabado y exaltado seas por siempre Roca mía! Eres mi Dios y mi Salvador. Gracias por ser mi más alto escondite; el peñasco en el que me refugio. Gracias porque sales adelante enfrentando a nuestros enemigos y levantándonos para ponernos victoriosos.

Un abrazo y bendiciones.


jueves, 8 de septiembre de 2016

¡Contigo siempre estaremos!

Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. 1 Pedro 1:23.

Lectura: 1 Pedro 1:1-25.  Versículo del día: 1 Pedro 1:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Al recibir al Señor Jesucristo nacemos de nuevo y dice su Palabra: “Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:13). Nacemos de Dios; un nacimiento nuevo mediante la resurrección de Jesucristo (v. 3 en la lectura). Un nacimiento que no es cualquier nacimiento porque este es imperecedero. Bajo estas circunstancias no importa que este cuerpo mortal muera, así tiene que suceder precisamente: “Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad” (1 Corintios 15:53). De ahí que no debemos temer el morir porque nuestro nuevo nacimiento tiene que ver con el agua y el Espíritu (Juan 3:5), y le concierne únicamente a Dios puesto que ya somos sus hijos (Juan 1:12). Nos pueden quitar la vida física pero la vida eterna ya nada ni nadie nos la puede arrebatar. Y nacimos de nuevo a través del evangelio que se nos predicó; de su Palabra que jamás regresa vacía (Isaías 55:11), y que jamás deja de permanecer (v. 24 en la lectura). ¡Gloria a Dios por nuestro nuevo nacimiento que es imperecedero!
Miremos el efecto tan grande que tiene su Palabra; la veracidad con la que nos habla y lo importante que es entonces, no quedarnos callados. Sólo se nos dice: “habla”, lo demás ya corre por cuenta de nuestro buen Dios. Esa Palabra que compartimos hará lo que Dios desea y cumplirá su propósito.

Amado Señor: Gracias porque cada día nos enseñas más sobre todas las garantías que tenemos desde el momento mismo en que decidimos recibirte como Señor y Salvador de nuestras vidas. Gracias por hacernos entender que nuestro nuevo nacimiento es imperecedero: sea que muramos físicamente o que vivamos, ¡Contigo siempre estaremos! ¡Qué Grande eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Dignos de llamarnos cristianos

Por eso oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la fe. 2 Tesalonicenses 1:11.

Lectura: 2 Tesalonicenses 1:1-12. Versículo del día: 2 Tesalonicenses 1:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Considero que uno de los aspectos básicos para ser dignos del llamamiento de Dios está basado en la confianza. Teniendo esa confianza nos proveeremos de esperanza y de seguridad. Una relación no puede persistir sin confianza; pero para que esto se dé, toca abonarla día a día como se hace con cualquier otra relación. Por consiguiente si queremos ser dignos hijos de Dios, no debemos olvidar hablar con Él diariamente y  permitir al mismo tiempo que el Señor nos hable.
A medida que avanzamos en este trato lo vamos conociendo y enamorando más al punto de querer agradarle en todo momento; dispuestos a hacer el bien y a cimentar nuestra fe: “para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10).  Además de esto tenemos entonces, la seguridad que nunca nos abandonará así sea que vivamos o que muramos; y de ahí se desprende la bendita esperanza de una vida eterna por siempre a su lado.
Busquemos siempre que nuestras actuaciones nos hagan dignos de llamarnos cristianos. Que llevemos con orgullo este rótulo para que el buen Padre se sienta satisfecho de nosotros sus hijos. ¡Afiancemos la confianza en el Señor!

Amado Señor Jesús: No queremos defraudarte; deseamos seguirte con la cabeza siempre en alto para que tu Nombre no sea avergonzado por causa nuestra. Haznos cada día más dignos de proclamarte y que nuestro testimonio sea el estandarte para que otros lleguen a tus pies. ¡Queremos glorificarte y ensalzarte por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 6 de septiembre de 2016

Aprendamos obediencia para evitar los golpes


Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor. Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis. Pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor. 
Jonás 1:3.
Lectura: Jonás 1:1-17.  Versículo del día: Jonás 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

A Jonás el Señor le dio una orden: “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia” (v. 2); Jonás no la cumplió y creyó poder huir del Señor; los resultados no se hicieron esperar. El mar embravecido crea temor en todos los viajeros. Jonás reconoce que él es el causante: “Yo sé bien que por mi culpa se ha desatado sobre ustedes esta terrible tormenta. Sin embargo, en un intento por regresar a tierra firme, los marineros se pusieron a remar con todas sus fuerzas; pero como el mar se enfurecía más y más contra ellos, no lo consiguieron” (vv. 12b-13). Y entonces para que se calmara la tempestad: “tomaron a Jonás y lo lanzaron al agua, y la furia del mar se aplacó”. (v. 15). Esto fue tan impactante para los marineros que le ofrecieron al Señor un sacrificio.
¿Cuántas veces no actuamos como Jonás?  El Señor nos manda hacer algo, y nosotros, tercos y desobedientes hacemos otra. Y como la desobediencia trae consecuencias pues éstas llegarán. Más tarde nos lamentaremos porque probablemente esta actitud, no solamente nos tocará personalmente, sino que tocará a todos los que nos rodean. La enseñanza es para que reflexionemos y nos demos cuenta que cuando el Señor dice una cosa la cumplirá. Su propósito se llevará a cabo así sea bajo tormentas y tempestades. Muchas veces vamos a parar al desierto como le sucedió al pueblo de Israel. Lo triste es saber que si no es con golpes no aprendemos.
En el caso de Jonás veamos lo que sucedió: El Señor, por su parte, dispuso un enorme pez para que se tragara a Jonás, quien pasó tres días y tres noches en su vientre” (v. 17). En los capítulos siguientes se nos describe como Jonás desde el vientre de este animal se arrepiente y pide perdón; el Señor tuvo misericordia de él, dio una orden y el pez lo vomitó en tierra firme. Se le dio una nueva oportunidad de vivir pero tenía que obedecer e ir a Nínive y proclamar el mensaje que el Señor le daba. Así sucedió y el propósito de Dios se cumplió.

Señor amado: Perdona también la terquedad y rebeldía que constantemente aflora en nuestros corazones. Somos desobedientes y Tú como Rey Soberano nos pasas por desiertos o tempestades muy difíciles de soportar pero que en tu infinita sabiduría tienen un fin: cumplir tu voluntad en cada uno. Enséñanos a aprender obediencia sin tener que sufrir golpe tras golpe. Haznos sumisos a tu voz. ¡Gracias buen Señor! ¡Adoramos y bendecimos tu Nombre!  

Un abrazo y bendiciones.