sábado, 31 de agosto de 2013

Aceptar la exhortación de Judas




A los que son amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la salvación: Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia. 
Judas 1:1b-2.


Lectura: Judas 1:1-25.  Versículos del día: Judas 1:1b-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta Carta escrita por Judas, quien se denomina así mismo como “siervo de Jesucristo” (v. 1a), hace un llamado a la Iglesia que bien vale la pena tomar en estos tiempos.  Les advierte sobre individuos impíos que se han filtrado y “Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor” (v. 4).  Por lo mismo que no son verdaderos cristianos se tornan en un peligro oculto, buscando su propio provecho y por consiguiente no dan ningún fruto (vv. 12 y 13).
Entonces el llamado que hace es una exhortación a perseverar en esa gracia que nos fue dada a través de Jesucristo, teniendo cuidado de esos infiltrados que además de ser burladores causan divisiones dentro de la misma Congregación porque no tienen el Espíritu de Dios (vv. 17 y 18).  El mensaje continúa con el consejo de mantenernos en el amor de Dios, firmes en la fe, y orando en el Espíritu (vv. 20 y 21). 
Si en verdad nos consideramos “amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la salvación”, aceptemos esta advertencia y pongámosla en práctica.

¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarnos para no caer, y establecernos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia, sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y para siempre! Amén” (vv. 24-25).

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 30 de agosto de 2013

Prosperidad integral




Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. 
3 Juan 2.


Lectura: 3 Juan 1-15.  Versículo del día: 3 Juan 2.

MEDITACIÓN DIARIA

Este es el modelo de oración que debemos hacer por nuestros hermanos.  Orar porque su área física, material y espiritual prosperen.
A veces creemos que la prosperidad tiene que ver únicamente en el aspecto económico, pero no es así.  También necesitamos prosperar en el buen cuidado de nuestro cuerpo como en el de nuestro espíritu.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).  El Señor quiere que sus hijos gocen una vida completa y abundante, por lo cual de ninguna manera desea ver un cuerpo esclavizado de la gula, el trago,  la droga o de la inmoralidad sexual.  Todo esto Dios sabe que daña el cuerpo. 
Espiritualmente también debemos progresar; el escritor de Hebreos nos dice lo siguiente: “Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.  El que sólo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.  En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual” (Hebreos 5:12b-14).
Ahora, el Señor es dueño de todo el oro y la plata del mundo. La riqueza nuestra, debe de ser afectada por la sabiduría de Dios para que no solo permanezca sino que aumente.   Recordemos la parábola de las monedas de oro (Mateo 25:20-23). De igual modo cuando aprendemos a dar y aprendemos a recibir, estamos creciendo en el área económica.
Para concluir tomaré la frase del señor Roberto López, de Puerto Rico, quien manifestó lo siguiente: "La prosperidad es tener bienestar en todas las áreas: felicidad, éxito, salud".   

Amado Padre celestial: Gracias porque la prosperidad que demandas de nosotros es una prosperidad integral, donde tanto lo espiritual como lo material y físico,  crezcan para la gloria tuya.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 29 de agosto de 2013

El mensaje es para nosotros




Por lo tanto, adviértele al pueblo que así dice el Señor Todopoderoso: “Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor Todopoderoso—.   
Zacarías 1:3.


Lectura: Zacarías 1:1-6.  Versículo del día: Zacarías 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Las noticias de mi país no son nada halagadoras: violencia y más violencia por todo lo largo y ancho.  ¡Qué tristeza!  Pero los cristianos sabemos muy bien quien es el que quiere robar, matar y destruir.  El enemigo está feliz, porque logra acabar con las esperanzas de paz.  O más bien, pienso yo, está airado porque se vislumbra un proceso de paz y a él es a quien menos le conviene. 
Dentro de mi corazón surgen preguntas concernientes: ¿qué está haciendo la Iglesia al respecto?  ¿Cuál es su posición? Considero que el pueblo de Dios debe recibir este mensaje: “Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes”.  Sí, no te extrañes; es para ti, para mí, para todos los que confesamos una fe en el Señor Jesucristo. Recordemos lo que dice 1 Crónicas 7:14: “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”. ¿Quiénes llevamos el nombre del Señor a cuestas? ¿Los de afuera?  ¿Los tirapiedra y encapuchados?   ¿Los que queman el transporte y saquean los almacenes?  No, ellos no. Somos nosotros y es nuestra responsabilidad levantarnos como nunca a orar y humillarnos ante nuestro Dios; clamando por el pecado que abunda sobremanera. Entonces, el Señor escuchará y sanará esta tierra.
Ya es hora de hacerlo.  La Iglesia de Cristo no puede seguir dividida porque eso es lo que le conviene a Satanás: “divide y reinarás”.  Es primordial unirnos en oración  y ayuno por nuestra nación.  Orar por los gobernantes para que el Señor les de discernimiento, sabiduría y ejerzan su mandato con justicia social.  Orar también por los alzados en armas y por la fuerza pública. Orar porque Colombia entera vuelva los ojos al Señor Todopoderoso y entienda que Jesús vino a darnos verdadera libertad, vida y paz, y que su paz es diferente a como la da el mundo.  ¿Quieres comprometerte?  ¡Hazlo por los tuyos!

Amado Señor: Hoy nuestros ruegos son por nuestra patria maltratada y dolida. Te pedimos perdón, porque quizá otros intereses nos desvían de ser verdaderos ciudadanos y comportarnos como buenos cristianos.  También te pedimos perdón por los pecados cometidos desde tiempo atrás que dejaron huellas irreparables en corazones  destrozados. Perdona la idolatría, el robo y hurto constante de camisa blanca; perdona la indiferencia hacia ti y tanta sangre derramada.   Mira por favor la aflicción de huérfanos, viudas, madres sin sus hijos, pequeños empresarios sin sus negocios, dueños de carros quemados y devastación completa alrededor; ¡ten compasión de esta tierra Señor!  Gracias buen Dios porque tú escuchas nuestra oración.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Su suave murmullo me estremece




Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave murmullo. 
1 Reyes 19:12.


Lectura: 1 Reyes 19:1-18.  Versículo del día: 1 Reyes 19:12.

MEDITACIÓN DIARIA

El pasaje nos habla sobre el profeta Elías, que por causa de Jezabel, la esposa del rey de Israel quien quería matarlo, estaba cansado, agobiado, y hasta aburrido con su misma vida (vv. 2-4).  En medio de esta confusión, el ángel del Señor se le presenta y le da comida y bebida para que recupere las fuerzas (v. 6).
Elías pasó toda la noche en una cueva y el Señor le habla, preguntándole qué estaba haciendo allí. A lo que responde: “Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso” (v. 9). El Señor le manda salir de ahí y presentarse en la montaña porque iba a pasar por allí.  Vino un viento recio, un terremoto, un fuego y en ninguno estaba el Señor (vv. 11 y 12).  ¿Entonces qué pasó con sus palabras? La belleza del Señor no se hace esperar: “vino un suave murmullo” y Elías entendió que allí sí estaba su Señor.
La enseñanza es entender que el Señor busca la calma, el sosiego, la paz, para hablarnos y que nosotros somos igual que Elías: aunque amamos a nuestro buen Dios, nos sulfuramos y decaemos ante la adversidad, sin darnos cuenta que nuestro Dios está por encima de toda situación y así no lo creamos o lo veamos, está pendiente de cada uno.  Después del suave murmullo, le pregunta nuevamente: “¿Qué haces aquí, Elías? Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor, Dios Todopoderoso” (vv. 13 y 14).
¿Estamos dispuestos a responderle así a nuestro Amado cuando afrontamos situaciones similares? Démosle campo y esperemos confiados en su Palabra que nos ofrecerá lo mejor de Él.  En resumen: ¡dejémonos arrullar por el Señor!  Que nos envuelva en su suave murmullo y nos hable muy quedo al oído. Que su amor nos absorba totalmente, su voz nos deleite  y nos embriague con su Espíritu.  Esos momentos no son para desperdiciarlos, son para aprovecharlos y no soltarlos.

Amado Señor Jesús: En el transcurso del día, deseo buscar el mejor momento para escucharte y entender que siempre estás a mi lado. Tu suave murmullo me estremece y  enamora cada día más de ti. Gracias por estar perennemente conmigo.  ¡Te amo mi Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

martes, 27 de agosto de 2013

Si crees en el Señor, síguelo a Él



Elías se presentó ante el pueblo y dijo: —¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él. 
1 Reyes 18:21.


Lectura: 1 Reyes 18:16-46.  Versículo del día: 1 Reyes 18:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Esa misma pregunta vale en este tiempo: “¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el SEÑOR, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él”.  Cambiemos Baal por el brujo o por el hechicero.  Los canales de televisión y las emisoras, tienen por no decir que todas o casi todas, espacios dedicados al ocultismo en sus diferentes formas.  Lo triste es que la persona por un lado dice ser creyente y por otro, juega por ejemplo con el tarot, el espiritismo y otras prácticas de ocultismo.  Entonces, su fe está basada en una religiosidad y santería, las cuales no dejan ningún beneficio; al contrario, así no parezca, Satanás no perderá estas oportunidades para destruir completamente a la persona; además de esto, es experto en vestirse como ángel de luz para engañar a muchos. No se puede servir a dos señores, meditemos: O estamos con el Señor o estamos en contra de Él, porque: “¿Qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo?” (1 Corintios 6:14-15).  Desde el Antiguo Testamento, Dios ha llamado poderosamente la atención al respecto: “Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor (Deuteronomio 18:10-12).   
Como conclusión: la adivinación es pecado, la brujería es pecado, el sortílego es pecado, la hechicería es pecado, el espiritismo es pecado; la idolatría es pecado, la santería es pecado.  Si hay algo de esto que este dominando al creyente, ya es hora de pedir perdón a Dios, y desechar por completo estas practicas abominables. Si en verdad crees en el Señor, entonces síguelo a Él; no te desvies ni a derecha ni a izquierda.

Amado Dios: Escudriña nuestro corazón y si ves que hay algo que no esté andando de acuerdo a tu Palabra, perdónanos y límpianos de tal manera que no pequemos por cambiarte a ti por otros ‘dioses’.  Gracias Señor, porque solo tú eres el único mediador entre Dios y los hombres y porque nadie puede quitarte el lugar de primacía que mereces.

Un abrazo y bendiciones.