Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador.Salmo 25:5.
Lectura: Salmo 25:1- 25. Versículo del día: Salmo 25:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Los caminos del Señor son rectos y hay que aprender a
seguirlos. Nuestra oración debe ser porque Él nos los enseñe; es decir, nos los
de a conocer y nos los revele (v. 4).
Cuando nos ponemos en contacto con Dios, debemos dirigirnos
con sinceridad y humildad, pero a la vez ser explícitos en las peticiones para
que el Señor nos pueda guiar por el camino más adecuado y es ahí donde debemos
ser obedientes si en verdad nos hemos puesto en sus manos; de lo contrario no
sacamos nada, porque “las sendas del Señor son amor y verdad para quienes
cumplen los preceptos de su pacto” (v. 12).
Hay que entender esta condición: transitaremos en amor y verdad, si le
obedecemos.
El hombre sabio teme al Señor y se deja instruir en su
Palabra: Él mismo lo dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes
seguir; yo te daré consejos y velaré por ti” (Salmo 32:8).
Amado Señor: Permite que nuestro corazón esté dispuesto a
escucharte y dejarse guiar por el camino que nos tienes trazado, sabiendo que
es el mejor porque Tú vas adelante abriéndonos las puertas necesarias para
cumplir tu propósito en cada uno.
Un abrazo y bendiciones.