domingo, 31 de julio de 2011

Una mujer sabia

Acepte usted este regalo que su servidora le ha traído, y repártalo entre los cirados que lo acompañan.
1 Samuel 25:27.


Lectura diaria: 1 Samuel 25:2-42. Versículo para destacar: 1 Samuel 25:27.


ENSEÑAZA


La lectura de hoy nos habla de Abigaíl, una mujer bella e inteligente (v. 3), esposa de Nabal, un hombre muy rico de esos tiempos pero muy malgeniado e incomprensible. Resultó que David había estado por los lados de sus campos y se portó muy bien con sus criados; ahora David necesitaba de su apoyo y envió a los suyos pidiéndole que les diera lo que bien tuviera a mano (v. 8). Este hombre en vez de haber sido agradecido con David, los recibió con prepotencia y desdén; lógicamente David al enterarse de lo ocurrido, decidió enfrentarlo con la intención de vengarse de él. Abigail, al saber lo ocurrido, inmediatamente alistó una gran merienda para David y sus hombres, salió a su encuentro y humildemente le pidió que aceptara ese presente.

Abigaíl, la mujer sabia que evitó una catástrofe es la descrita en Proverbios 31: “Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida”; “Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir” (Pr. 31:12 y 25). La historia de Abigaíl es una de las más bonitas relatadas en la Biblia respecto a la mujer y su papel dentro del hogar. Es para aprender de ella, el valor, la bondad, discreción, resolución, humildad y generosidad de las que estaba dotada. Si no hubiese actuado pronto y resueltamente, el mal hubiera caído sobre su hogar: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro. Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos” (vv. 32-33),le dijo David.

Aprendamos mujeres, lo importante que es saber edificar la casa siempre mandadas por la mano de Dios. En Abigaíl vemos no solamente su actitud generosa sino que guiada por el Señor, le declara palabras proféticas a David: “Ciertamente el Señor le dará a usted una dinastía que se mantendrá firme” (v.28). Esos son detalles extras de los cuales el Señor dota a la mujer que es sabia. Poco después el mismo Señor se encargó de herir a Nabal y éste morir. Hay que dejar la venganza en manos de Dios, Él actuará por nosotros (Ro. 12:19). Abigaíl fue recompensada porque David al reconocer en ella sus virtudes, la tomó como su esposa después de la muerte de Nabal; muy seguramente David no se fijó solamente en su belleza externa sino en la interna que supo aprovechar, porque: “Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Pr. 31:30).


Mujer: Quizá nadie te valora y te sientes abandonada y rechazada no solo por los tuyos sino por una sociedad malévola pero inquisidora. Dios tiene hoy buenas noticias para ti: ´Él te ama y no le importa quién hayas sido, quiere darte una vida nueva a través de su Hijo Jesucristo. Si es tu deseo, puedo guiarte a que lo conozcas con una corta oración como ésta:


Amado Jesús: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y toma el control del trono que yo manejo; haz de mi, la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por hacerlo, amén.


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 30 de julio de 2011

El futuro le pertenece al Señor

Alégrense, hijos de Sión, regocíjense en el Señor su Dios, que a su tiempo les dará las lluvias de otoño. Les enviará la lluvia, la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados.
Joel 2:23.


Lectura diaria: Joel 2:18-27. Versículo para destacar. Joel 2:23.


ENSEÑANZA


Es una realidad que vivimos en un mundo convulsionado y no solamente cargamos con los problemas que nos acogen sino que también las noticias sobre muertes, destrucción, violaciones, atracos, problemas ambientales, etc., nos quitan el sueño y causan temor. Si bien todo esto es cierto, también es muy cierto que hemos creído en el Rey soberano no solo de nuestras vidas sino del mundo que nos rodea. “Alejaré de ustedes al que viene del norte, arrojándolo hacia una tierra seca y desolada: lanzaré su vanguardia hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental” (v. 20). Sí, debemos temer, pero no al hombre sino a Dios; al Poderoso que tiene en su mano el universo completo, puesto que cielos, mares y tierra son su obra. Por difícil que parezcan las cosas internas y externas, tenemos la seguridad y confianza que todo está bajo su control.

En la lectura del día hay grandes promesas: “No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas” (v. 21); “No teman, animales del campo, porque los pastizales de la estepa reverdecerán; los árboles producirán su fruto, y la higuera y la vid darán su riqueza” (v. 22). El mundo puede estar en caos continuo “Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Ro. 8:21). Nada se escapa de sus manos; podemos tener la certeza, que Dios está utilizando hasta el detalle más mínimo para lograr su propósito en nuestras vidas.

¿Nos abruma la injusticia, la crisis financiera, la inestabilidad económica? ¡No hay por qué temer! Nuestro Dios, el Grande y Sublime dice: “Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas” (v. 25). Es una promesa y Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Aprendamos simplemente a confiar en Él, sabiendo que el futuro es suyo y que sabe exactamente hacia dónde nos dirigimos.


Para ti que estás leyendo este devocional y quizá estás pasando por tribulación, te aconsejo: deja tus cargas en Jesús quien ya las llevó en la cruz, y empieza una nueva vida. ¿Quieres entregarte a Él? Podemos orar así:


Señor Jesús: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de mi vida, perdona mis pecados y haz de mí la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por venir a morar conmigo, por perdonarme y llenarme de tu gracia y amor dándome un nuevo amanecer para seguir adelante. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 29 de julio de 2011

La disciplina base de formación

Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad; te dará muchas satisfacciones.
Proverbios 29:17.


Lectura diaria: Proverbios 29:17. Versículo para destacar: Proverbios 29:17.


ENSEÑANZA


Personalmente considero que el hombre ha ido confundiendo más la libertad con el libertinaje a raíz de la implementación en los países del no permitir la verdadera disciplina para los hijos. Muchos de los padres actuales y abuelos fuimos enseñados con vara y aún subsistimos. Nada absolutamente nada a los de nuestra generación se nos quitó ni fuimos frustrados por los castigos recibidos. La Biblia, el Manual de Dios dejado al hombre para que sepa cómo comportarse y vivir sabiamente nos dice una y otra vez que hay que educar al niño porque es lo necesario: “La vara de la disciplina imparte sabiduría, pero el hijo malcriado avergüenza a su madre” (v. 15). Desafortunadamente, el hombre desde su infancia por el mismo pecado original que lleva dentro es rebelde y egoísta; solamente entenderá y aprenderá cuando sepa que la vara de la disciplina duele. No comulgo con quienes predican y creen que los niños se traumatizan por ser disciplinados con vara. Claro que hay que añadir que cualquier castigo debe ser dado con amor, así sea el de la vara. Cuando el padre o la madre se deja llevar por sus propios impulsos e iras y se implanta el castigo de esa manera, ahí si es perjudicial; el niño tiene que entender que se le ama y se le respeta pero que también se le exige igualmente. Tiene qué saber el por qué del castigo. Un ejemplo: Juanito no cumplió con sus tareas en el colegio y sus padres fueron llamados a rendir una explicación; lo correcto es llegar a casa, hablar con Juanito sobre su desobediencia, enterarlo de que merece unos varazos y dárselos. Conocí a un hombre de Dios que insinuaba que lo mejor era tener en casa una cuchara de palo grandecita y propinarlos exactamente en la nalga y esto me parece muy adecuado. Se aconseja nunca pegarle a un hijo con la mano, pues ellos deben de saber que éstas son para acariciarlos y consentirlos; para que se sientan amados y protegidos. Si en nuestro ejemplo se toma a Juanito y se le explica que merece el castigo por su actuación; se le pega sin iras ni rabias, el niño entenderá que se le está haciendo un bien y no un mal. Otro detalle para tener en cuenta es que si ya se le castigó, no hay porqué seguir sobre lo mismo o de ñapa no dejarlo salir a jugar o tal vez ver televisión; fue un castigo, se realizó y ya pasó, no hay que cantaletear sobre lo mismo.

La educación de los hijos no es tarea fácil; sin embargo, como cristianos debemos ser conscientes de que la disciplina es básica en la formación de ellos. En mi país la policía tenía una valla que decía: “Educad al niño y no tenéis que castigar al hombre”.. Al disciplinar con amor, el niño puede entender que no es el centro de atención de todo el mundo y que por lo tanto no son los demás los que tienen que someterse a su voluntad, sino que es él quien debe hacerlo. Esto redundará en su carácter y en sus decisiones que poco a poco irá tomándolas sabiamente.

Padres, es obligación nuestra implantar disciplina y orden en los hogares; hagámoslo de la misma manera que lo hace Dios nuestro Padre con sus hijos, porque el buen padre que ama a sus hijos los reprende y lleva por el mejor camino. Proverbios 22:6 afirma: “Instruye al niño en el camino correcto y aun en su vejez no lo abandonará”.


Dios como buen Padre te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida. Envió a su Hijo Jesús para que pudieras volver a tener una relación directa con Él. Jesucristo se convierte de esta manera en el puente que todos debemos cruzar si queremos llegar al Padre, ¿deseas hacerlo? Podemos orar así:


Amado Jesús: Yo te necesito; te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y toma el control del trono de mi vida que hasta ahora yo manejo egocéntricamente y hazme como es tu voluntad. Gracias Señor por hacerlo; en tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 28 de julio de 2011

Arrepentimiento para florecer

Piensa bien lo que dirás y vuélvete al Señor con este ruego: Perdónanos nuestra perversidad, y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios.
Oseas 14:2.


Lectura diaria: Oseas 14:1-9. Versículo para destacar: Oseas: 14:2.


ENSEÑANZA


Cuando no logramos salir airosos con los objetivos trazados debemos recapacitar y preguntarnos: ¿Hay algo escondido que no nos deja salir avante? Entonces, reflexionemos y pidamos la ayuda del Espíritu Santo quien es el que nos redarguye de pecado y va hasta lo más escondido de nuestro ser para mostrarnos la transgresión oculta. Cuando humildemente nos acercamos a Dios, Él no tardará su respuesta: “Yo corregiré su rebeldía y los amaré de pura gracia… Yo seré para Israel como el rocío, y lo haré florecer como lirio” (v. 4). Así es; si queremos florecer de nuevo, muy seguramente el Señor tendrá que podarnos y colocarnos nuevamente en el sitio, al igual que la matica que está caída, desvalida y ya no retoña. No importa, la lección se aprende y Dios nos reprende porque nos ama como buen Padre.

Lo esencial es entender que el Señor no nos dejará a la deriva ni mucho menos caídos; nos levantará para volver a tomar vuelo y permitirá que nuevamente nos cubramos con su manto: “Volverán a habitar bajo mi sombra, y crecerán como el trigo”; “¡Soy yo quien te responde y cuida de ti!” (vv. 7 y 8b). ¡Hasta dónde llega el amor y la misericordia de nuestro Dios!

Termina no solo este capítulo de Oseas sino todo su libro con las siguientes palabras: “El que es sabio entiende estas cosas; el que es inteligente las comprende. Ciertamente son rectos los caminos del Señor: en ellos caminan los justos, mientras que allí tropiezan los rebeldes” (v. 9). Dios no renuncia a su propósito aún si nuestros pecados quiebran su corazón. Gracias a Dios su amor y sanidad están al alcance de quien se arrepiente.


Un corazón arrepentido Dios jamás rechazará. Así tus pecados sean tan rojos como escarlata o como púrpura, Él los dejará tan blancos como la nieve (Is. 1:18); no importa ni la cantidad ni la calidad de tus caídas, solo le importa al Señor tu actitud de arrepentimiento y el deseo de empezar de nuevo. ¿Deseas arrepentirte? Para eso vino Jesús, a llevar por ti, el peso de tus transgresiones y darte una nueva vida; a permitir que reiteradamente de las entrañas de la aurora, recibas el rocío de tu juventud (Sal. 110:3b), solamente tienes que rendirte en sus brazos y el Señor actuará. Si así lo deseas podemos orar:


Señor Jesucristo: Yo te necesito. Sé que soy pecador y estoy arrepentido; te abro la puerta de mi vida y te pido que tomes el control de ella para que hagas de mi la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por venir a morar conmigo, por perdonarme y limpiarme; por regenerarme y permitirme volver a florecer contigo. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 27 de julio de 2011

La Palabra de Dios

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12.


Lectura diaria: Hebreos 4:12-16. Versículo para destacar: Hebreos 4:12.


ENSEÑANZA


La Biblia no es cualquier libro; es el Libro de los libros, puede contener historia, literatura, cánticos, profecía, etc., pero ante todo es el Manual dejado por Dios a los hombres para que sepa el comportamiento a seguir y por él se halle el camino hacia la vida eterna a través de Cristo Jesús. A pesar de haber tenido más de cuarenta autores que vivieron a lo largo de 1.600 años, su continuidad y guía se debe a la inspiración del Espíritu Santo. Toda esta Palabra tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, está basada en Jesucristo.

El escritor del libro de Hebreos nos afirma que la Palabra de Dios, la Biblia, es una espada cortante que penetra hasta lo más profundo de nuestro ser; por eso, siendo el Manual que Dios quiere que sigamos, debemos recurrir a ella en cualquier situación sea el problema más grande que nos aqueje, porque es ahí justamente que encontraremos la paz y fortaleza para continuar hacia adelante. Es precisamente el Señor Jesucristo, quien conoce más que nadie nuestras debilidades y se compadece de nosotros llenándonos de su gracia y misericordia (vv. 15 y 16)

No hay que dejar de leer la Palabra de Dios que es la Biblia; es el alimento diario espiritual que todos necesitamos; es el elixir que nos da un nuevo ánimo: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! (Sal. 119:103).

La Biblia se convierte en el mejor regalo que podemos ofrecer, no solo para nuestros niños y jóvenes sino también para los familiares y conocidos, con el fin de que se arraigue en sus corazones. Aprendamos a valorarla como el Libro que es, porque de él mana la vida: la vida terrenal y la vida eterna.


Si no conoces a Jesús como Salvador de tu vida, te invito a que le permitas vivir a tu lado y empieces a llevar una relación personal con Él, a través de su bendita Palabra. Si es tu deseo podemos orar así:


Amado Jesús: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de ella, perdona mis pecados y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Jesús por venir a morar conmigo, por perdonarme y limpiarme, y por darme todo el poder de tu Santo Espíritu para comprender tu Palabra. En tu nombre Señor, amén.


Un abrazo y bendiciones.